Hace 50 años la desnutrición era uno de los grandes problemas de salud del país. Junto con la pobreza, constituía la causa del 50% de las muertes en menores de 15 años. El foco de muchas políticas públicas era, entonces, erradicarla.
Y una de las estrategias más significativas fue el nacimiento en 1974 de la leche Purita, un producto creado para mejorar el estado nutricional de los menores, con el doble de porcentaje de materia grasa y una campaña de marketing creada para aumentar el consumo de leche en todos los hogares de Chile.
La leche que salvó a un país de la desnutrición
La historia comienza a inicios del 1900 con varios programas estatales destinados a mejorar la alimentación del país, hasta que en 1954 nace el Programa Nacional de Alimentación Complementaria (PNAC), con el objetivo de entregar alimentos a mujeres embarazadas y en etapa de lactancia (la principal innovación respecto a sus predecesores), así como a niños menores de seis años que asistían a los controles de salud.
En el marco de este programa, en 1970, el doctor Giorgio Solimano, académico de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, encabezó una iniciativa que en 1973 logró que el PNAC aumentará la entrega de medio litro de leche, pasado de 650 mil a 3 millones 600 mil personas, proyecto que termina con la creación de la leche Purita al año siguiente.
A 50 años de este hito sanitario, el Dr. Rodrigo Valenzuela, director del Departamento de Nutrición de la U. de Chile, publicó en la Revista Chilena de Nutrición junto a Álvaro Pérez, María Elsa Pando, Rodrigo Chamorro y José Miguel Ayala, el artículo Conmemorando los cincuenta años de Leche Purita: importancia de la leche en la erradicación de la desnutrición infantil en Chile.
El artículo recoge como elemento central para el fin de la desnutrición en Chile la entrega gratuita de leche Purita en los consultorios a partir del año 1974.
Muerte de niños en el país
En esta década en particular (los años 60), la muerte de los menores de cinco años representaban un tercio del total de fallecimientos registrados cada años en Chile, un flagelo principalmente causado por la irreversibles consecuencias sanitarias que tiene la desnutrición en los primeros años de vida, de acuerdo al reporte.
“Chile, dentro del contexto latinoamericano, tiene dos grandes características, explica el Dr. Valenzuela. Una es que tiene una muy baja desnutrición infantil, que es prácticamente inexistente, y también una muy baja mortalidad en esta población”.
Si la desnutrición –que ocurre cuando hay una ingesta o asimilación deficiente de nutrientes– se registra en los primeros años de vida tiene “devastadores” impactos en la salud de las personas, por lo que es clave el temprano abordaje de las situaciones de riesgo.
Para Francisco Pérez, director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la U. de Chile, el responsable de que las autoridades de la época entendieran la importancia de crear un alimento capaz de erradicar la desnutrición del país fue el doctor Fernando Mönckeberg Barros.
“Él tuvo la capacidad de convencer a los actores políticos del momento, con evidencia científica sólida, sobre el grave y permanente daño que generaba la desnutrición infantil, y que la no intervención condicionaría al país a un bajo crecimiento y desarrollo económico futuro”, explica.
Agrega que los antecedentes ligados a la desnutrición eran devastadores, con una altísima tasa de mortalidad infantil y con una desnutrición crónica permanente que -además- repercutía en el proceso de crecimiento en aquellos niños que lograban sobrevivir a esta condición.
“Chile era un país con un bajo consumo de leche y el gran desafío, además de potenciar esta industria, fue facilitar la distribución de la denominada Leche Purita. Esto se logró gracias a incentivar a las madres a retirar este producto desde los consultorios, lo que constituyó una llave maestra para poder generar esta política pública que, en un tiempo récord, sacó a Chile de los registros mundiales de desnutrición infantil y sus consecuencias”, destaca Pérez.
El doctor Valenzuela coincide en que la implementación de la política pública de la leche Purita, a través de los consultorios de atención primaria, fue fundamental para que el país lograra revertir ambas situaciones.
De hecho, asegura, desde el año 1975 al 1982, “la reducción de la desnutrición infantil, particularmente en los menores de dos años, permitió que Chile alcanzara cifras de país desarrollado”.
Valenzuela relata que fue tal el éxito de la leche Purita en la nutrición de las niñas y niños menores de cinco años entre 1975 y 1982 que el PNAC estableció como ley que “la entrega de este alimento fuera un beneficio universal, con prioridad para la población infantil menor de seis años y las embarazadas, independientemente de su situación laboral, previsional o del régimen de salud al que estén afectos”, norma que está vigente hasta el día de hoy.
Según cifras del informe Vigilancia del Estado Nutricional de la Población Bajo Control y de la Lactancia Materna en el Sistema de Salud Público de Salud de Chile de diciembre de 2022, la mortalidad infantil se encuentra en torno a siete defunciones por cada 1000 nacidos vivos, menos de un cuarto del promedio mundial y menos de la mitad del promedio latinoamericano.
Para 2021 solamente un 0,47% de los niños menores de seis años presentó desnutrición, mientras que 3,13% se encontró en riesgo de desarrollarla.
Con los años y el trabajo del INTA de la Universidad de Chile, comenzaron las modificaciones en las fórmulas de la leche, enfocadas ahora en los distintos grupos etarios.
De esta forma, desde 2023, la Leche Purita Fortificada y la Purita Cereal fueron reemplazadas por Purita +Pro1 y Purita +Pro2, que son leche entera y leche semidescremada fortificadas con hierro, cobre, zinc y vitamina C, además de vitamina D, en línea con las actuales necesidades de la población que recibe este producto.
Además, como política pública de éxito, la creación de la leche Purita inspiró otros planes, como la fluoración del agua, la yodación de la sal, la incorporación de ácido fólico en las harinas y la ley sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad.
“Es increíble la cantidad de gente que olvida estos episodios de nuestra historia, que han marcado favorablemente al país, incluso considerando la transición de distintos gobiernos. Cuando las cosas se hacen bien un país avanza y eso es tremendo: leche Purita es un ejemplo”, concluye Rodrigo Valenzuela