El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa en la que se afecta una zona del cerebro llamada hipocampo. En este lugar, las neuronas comienzan a desconectarse y de apoco las personas van perdiendo los recuerdos y también otras funciones cognitivas.

Esta semana, el Instituto Nacional de Envejecimiento (NIH) de Estados Unidos publicó una nueva guía para que médicos y equipos de salud pueden distinguir el alzhéimer de una nueva enfermedad bautizada como Late (acrónimo en inglés de Demencia Predominantemente Límbica Relacionada con la Edad) o Encefalopatía TDP-43.

El trabajo, publicado en la revista científica Brain, podría ayudar a explicar porque tantas terapias experimentales para curar este mal han fallado. De acuerdo a este documento, en esta enfermedad la proteína que normalmente ayuda a regular la expresión genética en el cerebro y otros tejidos (TDP-43) se desdobla (queda mal plegada), generando pérdida de habilidades de pensamiento y de memoria. A diferencia del alzheimer, el avance de esta enfermedad es más lento. Sin embargo, ambas pueden estar presentes al mismo tiempo y en ese caso, las funciones cognitivas se pierden más rápidamente. Según los investigadores, el 25% de las personas mayores de 85 años tienen una suficiente cantidad de proteína TDP-43 mal plegada en su cerebro lo que es capaz de afectar su memoria y/o sus capacidades de pensamiento.

Patricio Fuentes, neurólogo y académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, explica que la situación incipiente de cambio cognitivo y alteraciones del comportamiento típicas del alzheimer, pueden explicarse por otras enfermedades como LATE, demencia de los cuerpos de Lewy, demencia frontotemporal y varias otras más.

"Lo que se descubrió ahora es que habían cambios patológicos en el cerebro de personas muy mayores que eran distintos al daño que produce la enfermedad de alzheimer, pero que estaban en la misma localización. Esto se pudo ver al microscopio como parte del análisis patológico de la autopsia que se realizó a esas personas que en realidad tenían Late. En los síntomas clínico, ambas enfermedades son parecidas", dice Fuentes.

Cuando se trata de alzheimer, bajo el microscopio y en exámenes de imágenes, es posible apreciar en el cerebro, placas seniles o placas neuríticas de proteínas amiloide o bien, ovillos neurofibrilares (dentro de las neuronas) de proteínas Tau. En el Late, la proteína mal plegada es otra (TDP-43) y eso es lo que se evidenció y por lo que se hablar ahora de esta nueva enfermedad. En la demencia por cuerpos de Lewy, la proteína que se pliega mal es la sinucleína.

"Un cerebro envejecido acumula una variedad de lesiones vasculares, inflamatorias y también por proteínas mal plegadas. Es raro que al analizar el cerebro de una persona con alzheimer, se encuentren solo lesiones de esa enfermedad. Las formas mixtas son muy corrientes, sobre todo en personas mayores, pero no tenemos como verificarlo en vida. Hay marcadores para proteínas amiloides y Tau, pero no para cuerpos de Lewy ni la TDP-43", dice Fuentes.

Al analizar solo los síntomas clínicos, el inicio es similar en todas estas enfermedades: alteraciones de memoria, trastornos cognitivos, del comportamiento. En la demencia por cuerpos de Lewy se producen también síntomas parkinsonianos, alucinaciones y trastornos de conducta. Pero también la depresión, puede provocar alteraciones de memoria, plantea el neurólogo.

Análisis preliminar

Gerardo Fasce, geriatra de Clínica Las Condes, explica cuando llega una persona mayor con problemas de memoria, lo primero que se hace es descartar algunas enfermedades médicas que pueden estar relacionadas con déficit de vitamina B12, hipotiroidismo, anemia, fallas renales y otras más que son fácilmente detectables con un examen de sangre. Una vez descartadas, se evalúa la posibilidad de enfermedades neurológicas o neurocognitivas como la depresión, delirium, algunas enfermedades infecciosas, tumores que puedan afectar la zona de la memoria, hematomas por laguna caída o alteraciones vasculares como un accidente vascular encefálico.

"Descartado todo lo anterior, se sospecha entonces de demencias entre las que la más frecuente es el alzheimer. Lo que sabemos es que, sobre todo después de los 80 puede ser Late. Las otras demencias que no son alzheimer, se pueden diferenciar y definir si tienen un perfil vascular, demencia frontotemporal o cuerpos de Lewy. En el caso de alzheimer y Late, los síntomas son muy parecidos, por lo que la diferencia no está en la clínica sino en el tipo de proteína que está mal plegada. Hoy poco sirve definir si es Late o alzhéimer porque por el momento no hay tratamiento farmacológico diferenciado. Probablemente, mucho de los casos de alzheimer que no responden al tratamiento farmacológico, podrían ser Late", reconoce Fasce.

De acuerdo a estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la demencia más frecuente en el mundo es el alzheimer. De hecho, se calcula de los 50 millones de personas con algún tipo de demencia que habitan el planeta, el 70% de ellos tiene esta enfermedad degenerativa.

En Chile no se ha hecho una estimación de cuántas personas tienen alzheimer pero se sabe las que han muerto por esta causa: en el año 2015 se registraron 3.208 decesos por esta enfermedad y otras demencias similares, según las Estadísticas Vitales del INE. Así la tasa de mortalidad actual es de 17,8 muertes por cada cien mil personas, el doble de la que se estimó en 2000 cuando murieron en que murieron 1.250 personas y la tasa se fijó en 8,2 por cada cien mil.