Artemisa es la hija de Zeus, la hermana gemela de Apolo y “la diosa de la Luna”. Y fue el nombre que la Nasa escogió para bautizar la misión con la que regresará a la Luna: el Proyecto Artemisa, que entre otros hitos, marcará la primera vez que las mujeres viajarán al satélite.

La misión vivió horas cruciales: este sábado, el gigantesco cohete que permitirá el proyecto, llamado Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) y que será el encargado de llevar la nave Orion, fue trasladado a la rampa de lanzamiento para realizar sus primeras pruebas de combustible, las que se realizaron exitosamente este lunes.

La agencia espacial logró por primera vez cargar por completo de combustible su megacohete SLS y activar la crucial cuenta atrás hasta 29 segundos antes de lanzamiento, en los ensayos llevados a cabo en Cabo Cañaveral.

Se trató del cuarto intento de una prueba final previa al lanzamiento, la que comenzó el sábado y los tanques de cohetes se llenaron el lunes.

La crucial prueba, conocida como ensayo general húmedo, simula cada etapa del lanzamiento sin que el cohete abandone la plataforma de lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy en Florida.

De acuerdo a la Nasa, durante a cuenta regresiva se producen muchas actividades críticas en rápida sucesión. Por ejemplo, durante las operaciones de carga de propulsor, los controladores de lanzamiento encontraron una fuga de hidrógeno en la desconexión rápida que conecta un umbilical del mástil de servicio de cola en el lanzador móvil a la etapa central del cohete. El equipo intentó arreglar la fuga calentando la desconexión rápida y luego enfriándola para realinear un sello, pero sus esfuerzos no solucionaron el problema.

El gigantesco cohete SLS con la misión Artemis 1 en el Centro Kennedy. Foto: Nasa

Luego, los controladores de lanzamiento desarrollaron un plan para enmascarar los datos asociados con la fuga que provocaría una retención del secuenciador de lanzamiento en tierra, o el computador de lanzamiento, en un escenario de día de lanzamiento real, para permitirles llegar lo más lejos posible en la cuenta atrás.

El tiempo requerido para desarrollar el plan requirió un tiempo de espera prolongado durante las actividades de la cuenta atrás, pero pudieron reanudarse con los últimos 10 minutos de la misma, llamado conteo terminal.

Durante el conteo de terminales, los equipos realizaron varias operaciones críticas que deben realizarse para el lanzamiento, incluido el cambio de control del secuenciador de lanzamiento terrestre al secuenciador de lanzamiento automatizado controlado por el software de vuelo del cohete, un paso importante que el equipo quería lograr.

Seis días en la Luna

La primera misión tiene por objetivo un viaje de ida y vuelta de seis días alrededor de la Luna, pero sin tripulación. Un paso previo a misiones ya tripuladas, cuyo objetivo final llevar a los astronautas al espacio profundo, incluidos la Luna y Marte.

El lanzamiento tendrá un gran impacto en la exploración espacial y que significará un nuevo avance en la carrera espacial, al volver varias décadas después a la Luna con humanos y más importante al llevar a la primera mujer.

Pero antes del primer viaje, se deben realizar las últimas pruebas. Esta última prueba incluyó encender el cohete más poderoso que jamás haya construido la Agencia del Programa espacial de Estados Unidos, para así probar los motores de combustible líquido en el núcleo del cohete,

La cápsula de la tripulación Orion del programa Artemis de la NASA se muestra dentro del enorme edificio de ensamblaje en el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos. Foto: Reuters

Como las pruebas han sido exitosas, la Nasa ahora establecerá una fecha de lanzamiento oficial para Artemis I, una misión no tripulada que volará miles de kilómetros más allá de la Luna y luego regresará a la Tierra después de unas tres semanas.

Actualmente esa fecha de lanzamiento figura como para “no antes de agosto de 2022″ en el programa de lanzamiento de la Nasa.

Luego de completado el primer viajes, la siguiente parte de la misión será Artemis II, que llevará a una tripulación en un sobrevuelo lunar, y la etapa final del programa, Artemis III, llevará astronautas a la superficie lunar por primera vez desde los paseos lunares del Apolo 17 en 1972.

Con Artemis III, la Nasa llevará a la primera mujer y la primera persona de color a la Luna. Este hito también sentará las bases importantes para establecer una presencia humana a largo plazo en el satélite natural de la Tierra y desempeñará un papel fundamental en un objetivo de viaje espacial aún más ambicioso: enviar a los primeros humanos a Marte.

La nave espacial Orion podrá albergar hasta cuatro personas, y en futuras misiones llevará astronautas al espacio, durante las misiones a la Luna y los mantendrá a salvo durante el reingreso desde el espacio profundo.

Esta nave espacial se posará sobre una bestia de cohete: el SLS, el más poderoso que la Nasa haya construido. El cual producirá un 15 % más de empuje durante el despegue y el ascenso que los cohetes Saturno V que volaron durante los programas espaciales de las décadas de 1960 y 1970, y podrá transportar más de 27 toneladas (24.000 kilogramos) a la Luna, según reportó el medio Live Science.

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