La Niña comienza a hacer estragos: julio podría marcar histórico récord que no ocurre hace 75 años

Julio ha estado marcado por jornadas de mucho frío en Santiago y la zona central, sobre todo en las mañanas, completando Santiago su tercera ola de frío del año, es decir, por lo menos 3 días consecutivos con temperaturas bajo -0,5°C.

El domingo registró -1,3°C, el lunes -0,9°C y el martes -0,6°C, racha que sólo se rompió el miércoles, cuando la estación Quinta Normal de la Dirección Meteorológica anotó 2,7°C.

Esta racha de frío se debe a la presencia de un anticiclón de características frías en el Océano Pacífico con presiones superiores a los 1040 hectopascales, el que bloquea las precipitaciones, las que no llegarían por lo menos en los próximos 15 días, lo que transformaría a julio en un mes más que seco.

A la fecha, julio de 2024 no registra precipitaciones, y considerando el pronóstico, no sería extraño que el séptimo mes del año culmine sin agua caída, fenómeno que no ha ocurrido nunca en la historia de Santiago desde que existen registro fiables.

Según la estadística de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), desde 1969 a la fecha, siempre ha llovido en Santiago durante julio. Destaca el año 2006 con 130 mm en julio, 2001 con 186,6 mm, 1987 que registró increíbles 354,9 mm en julio y 1984 con 245,9 mm.

Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, añade que la estadística incluso se puede ampliar a 1950, año que Santiago registró 0,1 mm en julio. “Julio es uno de los meses más lluviosos en la zona central. Tener los primeros 15 días de julio, sin lluvias en Santiago, es algo que solo ha ocurrido pocas veces en el pasado. Pasó en 2019, 2009, 1998,1994, 1986, 1979, 1968 y 1956″.

¿Cuánto influye el fenómeno de La Niña en esta situación? ¿Julio de 2024 podría terminar sin lluvia por primera vez en la historia debido a La Niña?

El fenómeno trae consigo días fríos y sin precipitaciones, a diferencia de El Niño, que recientemente terminó, asociado a lluvias. Según los últimos reportes de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (Noaa, su sigla en inglés), existe un 70% de propabilidades que La Niña llegue en agosto.

Es probable que las generosas precipitaciones de junio hayan sido el último legado de El Niño. Mientras que los secos días con los que ha iniciado julio, “uno de los meses usualmente más lluviosos del año, probablemente hayan sido influidos por el desarrollo de La Niña en el Pacífico Tropical”, sostiene Cordero.

Para que sea declarada oficialmente, las temperaturas en el Océano Pacífico Central deben permanecer bajo 0,5 °C de lo normal durante al menos tres meses seguidos, situación que probablemente sucederá durante el próximo trimestre.

Cordero señala que meteorológicamente hablando, la actual situación “se debe a una configuración sinóptica marcada por altas presiones. En junio y mayo altas presiones entre la Patagonia y la península Antártica bloquearon el paso de tormentas en el océano Austral, desviándolas hacia la zona central”.

“En julio las altas presiones frente a Chile han evitado que las tormentas se acerquen a la zona central”, añade.

Luego de un junio extremadamente lluvioso, julio comenzó con jornadas consideradas cálidas. Sin embargo, esto ha cambiado durante el transcurso de esta semana, específicamente en torno a las temperaturas mínimas.

Según establece la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), esta semana Santiago y gran parte del país está registrando las jornadas más heladas en lo que va del año.

Pese a lo sucedido en julio, Cordero recuerda que mayo fue peor. “Mayo de 2024 fue el mes de mayo más frío jamás registrado en la capital, rompiendo un récord de 26 años impuesto en mayo de 1988. Además, estuvo marcado por dos olas de frío que sumaron un total de 12 días, incluyendo cuatro días con temperaturas bajo cero”.

La estadística indica que en 2023 se registró una ola de frío, en 2022 dos, mientras que en 2021 un total de cuatro, cifra que podría igualarse en 2024, marcando un nuevo récord climático. El año con más eventos climáticos de estas características fue 1971, que totalizó 11.

“Típicamente en Santiago, tenemos dos olas de frío por año. Pero hay una gran variabilidad interanual, a veces no tenemos ninguna como en 2018, y a veces tenemos cuatro como en 2021″, agrega Cordero.

Otro aspecto interesante es lo extensa de esta ola de frío. “Afecta a todos los países del Cono Sur”, señala el climatólogo.