Este lunes, The Wall Street Journal dio la voz de alerta sobre un fenómeno que poco a poco comienza a tomar importancia para las compañías tecnológicas: la recopilación de los datos de salud de millones de usuarios, y en este caso sin que ellos o sus médicos lo supiesen o entregaran su consentimiento.
De acuerdo a la publicación, al menos 150 empleados de Google tenían acceso a esta información, que incluía un historial médico completo (resultados de laboratorio, hospitalización, diagnósticos y otros), junto a los nombres de los pacientes y sus fechas de nacimiento.
La iniciativa, "legal", de acuerdo a una ley estadounidense emanada en 1996, relaciona planes de atención, proveedores de servicios de salud y socios comerciales. En este caso específico, el llamado "Project Nightingale" de Google, y un acuerdo secreto con la compañía médica Ascension, uno de los principales sistemas de salud de Estados Unidos.
Así, el objetivo sería obtener las herramientas para el diseño de software que pueda enfocarse de manera individual en pacientes para entregar propuestas o cambios en su tratamiento, todo esto con el respaldo de inteligencia artificial y aprendizaje automático.
Sin embargo, tras conocerse la información, Google fue tajante y este martes se comprometió a no usar los datos médicos de los pacientes con fines comerciales: "Para que quede claro: bajo este acuerdo, los datos médicos no pueden usarse para ningún otro fin que no sea proveer estos servicios que ofrecemos bajo el acuerdo, y los datos de los pacientes no se pueden combinar con ninguna información de Google sobre los consumidores", señaló el presidente de Google Cloud, Tariq Shaukat.
Recordemos que Google Cloud es la plataforma de servicios en la nube de Google, y tiene como objetivo ayudar a las empresas a almacenar sus datos, así como entregar herramientas necesarias para interpretarlos con el uso de inteligencia artificial. De esta forma, alivian el trabajo a los hospitales en cuanto a tareas de gestión y almacenamiento de datos, y mejoran el servicio provisto por estos centros médicos al ofrecer análisis de datos que a su vez, no sólo ahorran tiempo a doctores sino también ofrecen sugerencias de posibles tratamientos.
"Nuestra labor con Ascension consiste exactamente en eso: un acuerdo comercial para ayudar a un proveedor con la última tecnología, algo similar a lo que hacemos con docenas de empresas del sector médico. Estas organizaciones, como Ascension, utilizan Google para gestionar de manera segura los datos de sus pacientes bajo estrictos estándares de privacidad y seguridad. Ellos son los responsables de esa información, nosotros sólo prestamos servicios en su nombre", señala la empresa en un comunicado.
"Estas organizaciones, como Ascension, usan Google para gestionar de forma segura los datos de sus pacientes, bajo estrictos estándares de privacidad y seguridad. Ellos son los guardianes de los datos, y nosotros les proveemos los servicios que piden", aseguró Google.
"Algunas de las soluciones en las que estamos trabajando con Ascension aún no se han desplegado a nivel clínico, sino que están en fase de pruebas. Eso por eso que hemos utilizado un nombre en clave para el proyecto, en este caso "Nightingale", enfatiza.
Datos en el aire
La tecnología se está aliando con la salud para combatir y prevenir enfermedades a través de datos inteligentes mostrados, por ejemplo, en algunos smartwatches. Hoy los relojes inteligentes pueden monitorear la frecuencia cardiaca, siendo capaces de detectar arritmias, enfermedades cardíacas o incluso dar aviso a contactos de emergencia en caso de que el usuario esté sufriendo un infarto o si detecta latidos irregulares.
Google no es el único involucrado en este nuevo nicho. Empresas como Apple, IBM, Amazon y Microsoft también cuentan con proyectos similares relacionados con los análisis de datos y programas que ayuden a los hospitales a obtener esta información, algo lucrativo considerando que el sector médico en 2018 generó sólo en EE.UU. 3,65 mil millones de dólares en beneficios.
Pero además, los usuarios pueden entregar sus datos de forma voluntaria gracias a accesorios como el Apple Watch, el programa BYOD de Fitbit o las métricas avanzadas para monitorear la salud en algunos relojes Garmin. Finalmente cada empresa tiene su propio enfoque, con enfermedades como diabetes, problemas cardíacos o del sueño, el cuidado de personas mayores y embarazadas, por ejemplo.
Apple es uno de los más avanzados en el área de usuario, con su Apple Watch. Ya desde su lanzamiento en 2015 la empresa indicó que uno de sus intereses era enfocarse en la salud más que la entretención, para lo que desarrolló un programa junto a hospitales en EE.UU. que hoy cuenta con 12 centros asociados. De hecho, este jueves se anunciaron tres nuevos estudios: salud femenina, ruido ambiental y corazón, todo esto potenciado por el Apple Watch Series 5.
El programa cuenta con una aplicación disponible sólo en EE.UU. llamada "Apple Research" y por los que el usuario puede participar de forma voluntaria. El fin no sólo es crear software enfocado en datos, sino la posibilidad de desarrollar productos específicos o bien, que futuras versiones de los relojes inteligentes puedan realizar más funciones que hoy. Los usuarios pueden acceder o salir del programa cuando lo deseen, y su información es completamente confidencial.
Garmin es otro de los fabricantes que cuenta con este tipo de dispositivos avanzados. Su último reloj, Vívoactive 4, cuenta con funciones capaces de registrar cuánta agua requiere el usuario de acuerdo a su fisiología, calcular el nivel de estrés del cuerpo o analizar la saturación del oxígeno en la sangre mientras dormimos.
Así, estos datos pueden entregar información relevante que incluso puede servirle a un especialista de salud para analizar a un paciente, o bien ser utilizado por los sistemas de prevención de salud personal e incluso prevenir enfermedades cardíacas.
Fitbit por su parte, cuenta con interesantes funciones de calificación de sueño. Cada mañana en la aplicación se obtiene una calificación basada en el descanso de la noche anterior, con tres categorías: duración del sueño, profundidad de sueño, y restauración del sueño. Esto, además de 15 modos de ejercicio en su último smartwatch, Versa 2.
"Hoy contar con toneladas de datos ya no es un plus, sino una necesidad si se quiere impulsar distintos sectores de la humanidad como es el caso de la salud. Actualmente, no existe otra industria que haya crecido tanto como esta, debido a la utilización inteligente de los datos", afirma Alfredo Almerares, Physician Executive de InterSystems.