Los días que se vienen no serán fáciles. Mientras los científicos de todo el mundo buscan una vacuna para detener la propagación del nuevo coronavirus Sars-CoV-2 o un tratamiento efectivo que permite curar a los enfermos, lo cierto es que no todas las personas podrán acceder al mismo tiempo a estas solucione.
Gregory Poland, especialista en enfermedades infecciosas y vacunas de Clínica Mayo, en Estados Unidos, advierte que desde el punto de vista matemático, simplemente no alcanzará para todos, al menos en el futuro cercano.
En una conversación a través de Zoom con medios de prensa latinoamericanos, el director del Grupo de Investigación de Vacunas de la Clínica Mayo entregó sus apreciaciones.
¿Contar con una vacuna es la única manera de detener esta pandemia? ¿Qué otra opción existe?
“La única forma de lograr la inmunidad masiva y detenerlo es con vacuna. Un problema con eso es que no habrá suficientes vacunas, al menos por un tiempo. La otra opción es detectarlo en forma temprana antes que cause problemas, poder detectarla y tratarla en las primeras 48 horas, pero no tenemos esa capacidad”.
Muchos países tienen iniciativas en marcha para desarrollar vacunas, pero ¿están los países menos desarrollados como Chile en desventaja por falta de recursos? ¿Cómo se evita una “guerra” por conseguirlas cuando estén listas?
“Es un tema sensible económicamente y políticamente. La mayoría de los países que ha dedicado recursos a financiar la ciencia y ayudar a los institutos a la producción de vacunas, les irá bien. Pero los que no, van a tener que comprar vacunas en el mercado o tener asistencia de la Organización Mundial de Salud (OMS) o de otras organizaciones para hacerlo. Cuando pienso cuántos millones de personas hay en el planeta, y es muy probable que se necesite dos dosis de vacunas, vamos a entender con matemáticas que esto será muy difícil y que no habrán suficientes vacunas en el futuro inmediato par todos, tomará tiempo.”
Poland advierte que no hay acuerdo sobre cómo disponer de una vacuna cuando esta exista, ni siquiera al interior de Estados Unidos, señala. “Es muy probable que si tuviéramos una vacuna hoy día, pasaría un año más antes que los países menos desarrollados la tengan, salvo que la están produciendo o ellos o tengan un contrato para comprársela al fabricante”, recalca.
Para él, se trata de un tema de logística. “Estamos hablando de miles de millones de personas, en dos dosis. No tenemos ni tubos de ensayos, ni agujas o frascos de vidrios, la distribución, fabricación de esa plataforma tiene que cambiar...Me gustaría decir que vamos a hacer 14 mil millones de vacunas en el corto plazo, pero eso no es realista”, dice el líder internacional de vacunas.
Poland estudió Medicina en la Universidad del Sur de Illinois (EE.UU), luego se especializó en Medicina Interna, especialmente, en enfermedades infecciosas y posteriormente, realizó un postgrado en en Epidemiología y Biología Molecular en el Mayo Clinic College of Medicine and Science.
El especialista reconoce que al actual investigación en materia de vacunas es un gran progreso y que “jamás se ha desarrollando tan rápido en la historia de la humanidad”, pero está preocupado por la velocidad a la que se avanza. “Yo sé que el público demanda una vacuna pero hay que someterla a pruebas en cientos de miles de personas para saber que es segura e inocua, y luego hacer seguimiento por mucho tiempo para saber cuánto es la durabilidad de esa protección. Mi preocupación es que no tratemos de acortar la carrera de la vacuna por seguridad”, dice el experto.
Inmunidad y presión
El doctor Gregory Poland señala que respecto a la inmunidad que desarrollan las personas que se han contagiado con el virus, hoy se sabe que éstos se generan, llegan a un peak y luego disminuyen rápidamente. “No sabemos cuánto durará la inmunidad con la vacuna, con la enfermedad es poca y es probable que eso ocurra también con la vacuna”, dice.
Además hay varios tipos de vacuna que se están probando por lo que, seguramente, cada una inducirá distintos tipos de vacuna. “Hay mucha investigación todavía por hacer, pero esta es una enfermedad en la que no es fácil inducir inmunidad en el largo plazo”.
¿Cómo han experimentando, los investigadores, la presión por encontrar rápido una vacuna?
“Hay una gran presión. Vemos lo que está pasando, cómo afecta la vida de los demás, cómo ha cambiado la familia. Estamos todos desesperados por encontrar una vacuna, segura, inocua y efectiva. Nunca antes en la historia humana había ocurrido una enfermedad en la que 20 semanas después estamos probando una vacuna. Mi preocupación es que no vayamos tan rápido, que no hagamos atajos y estemos seguros de que es segura”.
¿Qué podría llegar primero a la población, un medicamento para tratamiento o la vacuna?
“Probablemente vamos a tener una vacuna primero antes de tener un antiviral único contra el Covid-19. Quizás a fines de marzo, abril o mayo vamos a tener ya distintas vacunas y terapias que estarán disponibles”.