En la actualidad, la escasez de agua se presenta como uno de los problemas más grandes a corto y mediano plazo en gran parte del mundo. Y para subsanarlo, existe una gran cantidad de proyectos que buscan anticiparse ante cualquier escenario complejo, como las energías renovables, fuentes de energía limpias e inagotables que se diferencian de los combustibles fósiles en su diversidad, abundancia y potencial de aprovechamiento en cualquier parte del planeta, sin producir gases de efecto invernadero.
Uno de ellos es el de AWA, sistema que produce agua gracias a una tecnología que combina energía solar fotovoltaica y energía solar térmica, captando la humedad del aire.
“El sistema funciona con una tecnología solar denominada hidropaneles, compuestos de un panel fotovoltaico y otro térmico. El aire entra al panel y a través de un proceso de condensación generamos humedad, atrapando moléculas de agua luego de pasar por distintos filtros de aire. Esta molécula de aire viene totalmente pura, no tiene sabor ni color”, explica Horacio Vásquez, founder y CEO de Lader Energy, startup creadora del método.
“Desde este punto comenzamos los procesos para aumentar su calidad, enriqueciéndola con minerales, un proceso de ozonificación, rayos UV y filtrados a través de carbono activados con cáscara de coco”, añade.
Actualmente la planta cuenta con 62 hidropaneles y la planta modular por su parte tiene la capacidad de generar mensualmente diez mil litros de agua.
“Esta nueva metodología nace de la necesidad de luchar contra las sequías y la escasez hídrica que tanto afecta a Chile y el mundo. Es un ambicioso producto que busca ayudar a tener una fuente sostenible de agua potable combinando la misma energía solar, generando sustentabilidad y economía circular en temas tan importantes como el cuidado del medio ambiente. Los envases además son reciclables”, explica Andrés Vásquez, socio director.
En 2020, la empresa fue galardonada como una de las principales startups con impacto positivo en Latinoamérica, dentro de más de 500 startups, siendo seleccionada entre las mejores 50 mejores de energía a nivel mundial. Su desafío es luchar contra el cambio climático en varios países de Latinoamérica, principalmente en Chile, Argentina, Colombia, Perú y Brasil, donde cuentan con un portafolio de proyectos de 3 GW en desarrollo, construcción y operación.