El tiempo literalmente está “volando”. Científicos, matemáticos y físicos que estudian la velocidad de rotación de la Tierra están considerando la posibilidad de que nuestro planeta esté girando tan rápido que podría “romper” el tiempo. Podría sonar grave, pero aunque no lo es, si es algo que no tendría precedentes.
Aunque probablemente no lo notó, el miércoles 29 de junio fue un poco más corto que cualquier otro día: posiblemente no se dio cuenta porque solo fue 1,59 milisegundos más breve que un día normal.
Los científicos del Laboratorio Nacional de Física de Inglaterra registraron el día más corto de la historia el 29 de junio y otro día casi igual de corto el 26 de julio. En estos dos días, la Tierra completó su rotación habitual en menos de 24 horas. Si el 29 de junio fue 1,59 milisegundos más lento de lo habitual, el menor registro desde la década de 1960 cuando los científicos comenzaron a usar relojes atómicos para medir el tiempo, el 26 de julio se acercó al récord recién establecido, con 1,50 milisegundos menos de lo habitual.
En términos generales, la Tierra completa una vuelta completa sobre su eje cada 24 horas. Ese único giro marca un día e impulsa el ciclo de amanecer y atardecer que ha dado forma a los patrones de vida durante miles de millones de años. Pero ese 29 de junio, la medianoche llegó 1,59 milisegundos antes de lo esperado.
Un día promedio tiene 86.400 segundos, o 24 horas, pero timanddate.com, una portal especializado en fenómenos de este tipo, informó que ese día la Tierra completó un giro en una fracción menos que las 24 horas.
Nadie sabe por qué fluctúa esta velocidad de rotación, pero los registros muestran que ha sido una variable constante desde que los científicos llevan registros. En las últimas décadas, la tendencia de velocidad de rotación de la Tierra ha sido hacia la disminución, aunque con peaks de días más rápidos y más cortos. Sin embargo, en los últimos tres años se han producido días más rápidos. El sitio web Time and Date informó que nuestro día más corto en 2020 fue de -1,47 milisegundos, pero rompimos ese récord el 29 de junio de 2022 al registrar un -1,59.
Los científicos creen que un ligero “bamboleo” del plantea el 29 de junio hizo de ese día el más corto jamás registrado desde que comenzaron los relojes atómicos. Según informó el sitio Insider, no es raro que la Tierra “bambolee”, ya que no es una esfera perfecta.
Otras causas del “bamboleo” de la Tierra son las mareas oceánicas, la gravedad de la luna, el clima y los procesos en las capas internas o externas de la Tierra, según Timeanddate.com. El sitio ha informado que la Tierra se ha estado acelerando a lo largo de los años. En 2020, informó que la Tierra tuvo 28 de sus días más cortos desde que comenzaron las mediciones con relojes atómicos en la década de 1960. Ahora, en 2022, la Tierra sigue girando más rápido con el día más corto registrado el 29 de junio.
Por culpa del eje terrestre
Muchos científicos creen que estas variaciones en el cambio de velocidad de la rotación del planeta están relacionados con un fenómeno llamado “Chadler Wobble”, que es cuando hay un cambio en el giro de la Tierra sobre el eje. El primer “Chandler Wobble” fue visto a fines de la década de 1880 por el astrónomo Seth Carlo Chandler, lo que le dio nombre al fenómeno.
¿Estos cambios implican que el mundo se está acelerando? Pese a que el fenómeno se ha hecho más recurrente en las últimas décadas, los astrónomos coinciden que en en rigor, la Tierra se está acelerando.
Por ejemplo, hace 1.400 millones de años, los días duraban menos de 19 horas. Entonces, en promedio, los días de la Tierra se alargan en lugar de acortarse, aproximadamente una 74.000 de segundo cada año. La Luna es la principal culpable del efecto: el tirón gravitatorio distorsiona ligeramente el planeta, produciendo una fricción de marea que frena constantemente la rotación de la Tierra.
Para mantener los relojes alineados con el giro del planeta, la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un organismo de las Naciones Unidas, ha estado agregado segundos bisiestos ocasionales en junio y diciembre. La última vez que lo hizo fue en 2016, cuando “detuvo” los relojes por un segundo para equlibrarlos con la rotación de la Tierra.
El primer segundo intercalar se agregó en 1972. La próxima vez sería este año, en diciembre, aunque con la Tierra girando tan rápido últimamente, es poco probable que sea necesario.
Pero debido a este giro más rápido, podría generarse el fenómeno inverso: es decir, en lugar de agregarse segundo intercalar, podríamos restar uno. Si eso llegase a ocurrir, tendríamos un año bisiesto negativo y retrocederíamos un segundo, en lugar de avanzar.
Por ahora, los científicos creen que es algo altamente improbable, pero si eso llegara a ocurrir, sería una complicación tecnológica, parea lo cual no estamos preparados.
Por ejemplo, se complicaría la administración de datos y los sistemas de tecnología de la información en todo el mundo, especialmente aquellos que requieren que los datos se sincronicen en el tiempo por motivos de seguridad o logística.
También se estima que tendrían que volver a hacer los códigos en la mayoría de las redes en línea, aunque por ahora, dicen los expertos, la posibilidad aún es remota y el tiempo no se rompe.
Según la Nasa, entre los fenómenos que pueden modificar la rotación terrestre están los vientos más fuertes en los años de El Niño, alargando el día en una fracción de milisegundo. Los terremotos, por otro lado, pueden tener el efecto contrario. El terremoto de 2004 que desató un tsunami en el Océano Índico movió suficientes rocas para acortar la duración del día en casi tres microsegundos.