La “trinidad” de antivirales que puede ayudar a algunos pacientes de coronavirus

laboratorio

De acuerdo a un nuevo estudio, el "cóctel" de medicamentos puede reducir el tiempo de duración de la eliminación del virus, aliviar los síntomas y de paso reducir el riesgo para los trabajadores de la salud al estar menos expuestos. Sin embargo, sólo se enfoca en casos leves o moderados de la enfermedad.


La búsqueda por un fármaco efectivo contra el coronavirus continúa su curso, y decenas de laboratorios alrededor del mundo se encuentran realizando estudios que a espera de una vacuna, ayuden en el tratamiento de la enfermedad. Así hemos visto pasar fármacos y compuestos como el Remdesivir, Hidroxicloroquina y Azitromicina, clorito de sodio o incluso Ibuprofeno, todos con poca o nula efectividad sobre el virus.

Pero un estudio publicado en The Lancet agregó tres nuevos candidatos que según la investigación, cuentan con prometedores resultados.

Se trata de un tratamiento de dos semanas que incluyó interferón beta-1b, lopinavir-ritonavir y ribavirina, combinación que “busca reducir el tiempo de duración de la eliminación del virus en pacientes con síntomas leves o moderados”, de acuerdo al estudio.

La trinidad

En la investigación, 127 pacientes recibieron la atención y soportes habituales. El número promedio de días fue de cinco, desde el inicio de los síntomas hasta el inicio del tratamiento del estudio.

El tratamiento con la combinación triple de fármacos suprimió efectivamente la carga viral dentro de un promedio de siete días luego de comenzar el tratamiento, tiempo significativamente más corto que el promedio de 12 días en el de grupo de control, tratado sólo con lopinavir-ritonavir.

La Dra. Jenny Lo, del Hospital Ruttonjee en Hong Kong, apunto que "el interferón beta 1-b puede ser un componente clave del tratamiento combinado y vale la pena investigarlo más para el tratamiento de COVID-19”.

“Los interferones son proteínas naturales, producidas en respuesta a una infección viral, y esperamos que el interferón beta-1b aumente la capacidad del cuerpo para combatir el SARS-CoV-2. Los futuros ensayos de fase 3 confirmarán o refutarán la utilidad de este fármaco como tratamiento principal para COVID-19″, agregó.

“Nuestro ensayo demuestra que el tratamiento temprano de COVID-19 leve a moderado con una combinación triple de medicamentos antivirales puede suprimir rápidamente la cantidad de virus en un paciente, aliviar los síntomas y reducir el riesgo para los trabajadores de la salud al reducir la duración y la cantidad de la eliminación viral (cuando el virus es detectable y potencialmente transmisible), afirma Kwok-Yung Yuen, de la Universidad de Hong Kong. "Además, la combinación de tratamiento parece segura y bien tolerada por los pacientes”.

“A pesar de estos resultados alentadores, debemos confirmar en ensayos de fase 3 que el interferón beta-1b sólo o en combinación con otros medicamentos es efectivo en pacientes con enfermedades más graves, en quienes el virus ha tenido más tiempo para replicarse”, agrega.

El estudio añade que la mejoría clínica y la duración de la estadía en el hospital pueden ser significativamente más breves en personas tratadas con combinación triple a menos de siete días después de mostrar síntomas, en comparación con lopinavir-ritonavir.

Coincidencia

El Dr. Michel Serri, infectólogo de la Clínica Dávila, señala que “aunque han salido varios estudios con distintos tratamientos, ninguno ha demostrado un 100% de efectividad. Para que un estudio de fármacos sea bueno debe ser un método randomizado, doble ciego o placebo para corroborar que la mejoría tiene relación con el fármaco y no por evolución propia de la enfermedad”.

“Este trabajo en concreto muestra que al día 7 disminuye la carga viral en un alto porcentaje, el examen se hace negativo y mejora la respuesta clínica. Pero existen algunos problemas: no está comparado con un placebo -vitaminas por ejemplo-, no sabes por qué mejoró el paciente o si los medicamentos hicieron la mejora”.

“Además el tratamiento habla de pacientes con neumonías leves a moderadas provocadas por coronavirus. Puede que sea bueno para estos casos, pero nuestra experiencia es que muchas de estas neumonías evolucionan bien solas”, puntualiza.

El especialista asevera que el estudio es un aporte, porque quizá más adelante se pueda probar en pacientes graves, "pero dado que en estos casos las personas mejoran bien solas, no sé si ganamos más o menos dando estos medicamentos. La razón tiene que ver con los posibles efectos adversos: diarrea, reacciones alérgicas, alteraciones hepáticas, incluso la activación de tuberculosis ocultas o infecciones virales de otro tipo también ocultas”.

“Lo que nosotros necesitamos es tratamiento en pacientes graves: en quienes están conectados al ventilador mecánico, que sufren de una tormenta inflamatoria, etc, en ellos necesitamos objetivar tratamientos adecuados. Y en el estudio los autores mencionan que no es extensible a este tipo de pacientes”.

“Tal vez se podría emplear en un paciente leve a moderado que pudiese estar en riesgo si es que la enfermedad se agrava (como hipertensos u obesos), pero en el resto de pacientes no sería necesario”.

“Incluso al tratarse de pacientes leves, la mejora podría ser sólo una coincidencia”, sostiene el experto.

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