La Unión Europea podrá bloquear más exportaciones de vacunas anticovid, advirtió este lunes la Comisión, en un mundo desesperado por conseguir las preciadas dosis y frenar la pandemia, que evoluciona de forma desigual en Europa.
Así, mientras que en el Reino Unido y Alemania se empezaban a levantar parte de las restricciones impuestas tras la detección de nuevas cepas del coronavirus, en Hungría y Finlandia se decidía fortalecerlas.
Los gobiernos tratan de encontrar el equilibrio entre las restricciones y la economía, a la espera de que el despliegue de la vacuna se generalice.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió este lunes que el bloque comunitario podrá bloquear otras exportaciones de vacunas anticovid, después que Italia detuviera un envío de vacunas a Australia.
“No fue un caso aislado”, explicó la jefa del ejecutivo europeo al diario WirtschaftsWoche.
El jueves, Roma anunció que había bloqueado, con el visto bueno de Bruselas, la exportación de 250.700 dosis de la vacuna de AstraZeneca, producidas en territorio europeo y destinadas a Australia.
Italia superó este lunes los 100 mil fallecidos por Covid-19.
“Ruleta rusa”
Por otro lado, Von der Leyen afirmó que esperaba la entrega de “100 millones de dosis al mes” de vacunas anticovid en el segundo trimestre en la UE, y afirmó que el ritmo de entregas se aceleraría.
De momento, la UE autorizó las vacunas de BionNTech/Pfizer, AstraZeneca/Oxford y Moderna, y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) decidirá el jueves si aprueba la de Johnson & Johnson.
Además, la agencia europea empezó a analizar el inmunizante ruso, Sputnik V.
Sin embargo, Christa Wirthumer-Hoche, presidenta del consejo de dirección de la EMA, “desaconsejó” que los países de la UE autoricen esa vacuna con carácter de urgencia, algo que comparó con una “ruleta rusa” porque la agencia todavía no tiene “datos sobre los efectos secundarios de los vacunados”.
La pandemia ha causado al menos 2,5 millones de muertos en el mundo desde diciembre de 2019, según un balance de lAFP el lunes.
El último dirigente en haber contraído el Covid-19 es el presidente sirio, Bashar Al Asad, según informó la presidencia este lunes, que precisó que tanto él como su esposa, Asma, que también se contagió, se encuentran “bien”.
Contrastes
Entretanto, la esperanza renace en el Reino Unido, donde 22 millones de personas recibieron al menos la primera dosis de la vacuna.
En Inglaterra, los niños volvieron a las aulas este lunes por la mañana, un paso crucial en el plan del gobierno para sacar progresivamente al país de un tercer confinamiento.
Según esta hoja de ruta, a partir del 29 de marzo serán posibles las reuniones de seis personas en el exterior. La reapertura de pubs, restaurantes y tiendas no esenciales está prevista el 12 de abril.
En Alemania, el gobierno también prevé levantar algunas restricciones a partir del lunes: las librerías, floristerías y autoescuelas, que ya han reabierto en algunos estados, podrán recibir clientes en todo el país.
La opinión pública considera que la campaña de vacunación es demasiado lenta (solo el 5% de la población se vacunó) y el descontento por las restricciones aumenta a pesar de que Berlín ha comenzado a aligerarlas.
El cansancio, y a veces la ira, contra las medidas restrictivas impone una extrema cautela a los gobiernos, divididos entre la necesidad de frenar la epidemia y la indispensable aprobación de la población.
En este contexto, la rueda de prensa del primer ministro holandés Mark Rutte, prevista este lunes, suscitaba especial interés en el país, que ha vivido disturbios por la imposición de un toque de queda después de las 18.00 horas.
Rutte debía anunciar si su gobierno prolonga o no las medidas en vigor, incluido el toque de queda.
Finlandia, por su parte, decidió endurecer las medidas, cerrando bares y restaurantes. Y Hungría, que también enfrenta un recrudecimiento de la epidemia, también preveía cerrar colegios y la mayoría de comercios y empresas desde este lunes.
Una situación que contrasta con la de Israel, que casi recuperaba la normalidad con la supresión de restricciones este fin de semana.
Desde el domingo, los israelíes pueden sentarse en la terraza para tomar un café y los bares y restaurantes pueden reabrir para quienes posean el “pasaporte verde”, un permiso que se otorga a quienes hayan recibido dos dosis de la vacuna o se hayan curado del covid-19.
Esto ayudará a reactivar la economía. Con el mismo objetivo, en Estados Unidos, el presidente Joe Biden logró finalmente el sábado que el Senado votara su gigantesco paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares.