Las cinco principales diferencias entre los millennials y la nueva generación beta
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Los primeros crecieron con la transición digital, mientras que los segundos nacieron en un mundo totalmente tecnológico. Sus formas de sociabilizar, aprender y ver el futuro difieren ampliamente.
La mayoría de los millennials ya está rondando entre los treinta y cuarenta años, pues corresponden a las personas nacidas entre los años 1981 y 1996.
Son aquellos que presenciaron la transición de lo analógico a lo digital y fue la primera generación en usar Messenger, fotolog y los primeros teléfonos celulares. Eso modificó de sobremanera las formas de relacionarse socialmente.
En Chile, vivieron la transición a la democracia y experimentaron el primer auge de la televisión en los 90, con programas como cachureos, 31 minutos y el club de los tigritos.
Las cinco principales diferencias entre los millennials y la nueva generación beta
Y tal como el presidente Gabriel Boric, y una amplia cantidad de representantes de su bancada, fueron protagonistas de la revolución pingüina en 2011 y la primavera estudiantil de 2012; donde participaron Giorgio Jackson y Camila Vallejos.
Según un estudio de la Universidad de Chile, “En el ámbito personal, las mujeres han identificado que el no tener hijos y postergar la maternidad, permite que ellas puedan desarrollarse en diferentes aspectos, ya sea en el ámbito educativo, laboral o en su desarrollo como ser humano”. Aun así, en general, son los padres de la nueva generación nacida en 2025 y que se extenderá por varios años más.
Pero te has preguntado, ¿cuáles son las principales cinco diferencias entre los millennials y la generación beta? En esta nota, Christopher Urbina, psicólogo, investigador y académico de Universidad UNIACC, aclara las dudas a respecto.
Según el experto, el cambio generacional no es algo que surja de la nada, sino que se inserta dentro de profundas transformaciones sociales. Aunque es difícil predecir con exactitud cómo será la generación beta en comparación con los millennials, es posible hacer algunas proyecciones a partir de tendencias que se observan en la actualidad. Urbina enfatiza que el eje clave de esté análisis es “la transformación es la aceleración tecnológica, en particular la inteligencia artificial, lo que podría impactar en la relación con el conocimiento, la privacidad, la sensibilidad estética, la salud mental y la identidad”.
1. Relación con el conocimiento
Históricamente, la acumulación de conocimiento fue clave en el desarrollo de las sociedades: aprender, memorizar y aplicar. Los millennials experimentaron una transición provocada por la interrupción del internet, en la que el almacenamiento mental fue remplazado por la capacidad de encontrar información de manera eficiente. La habilidad de filtrar datos y evaluar fuentes se volvió fundamental para enfrentar los nuevos desafíos.
Para la generación Beta, este proceso podría cambiar radicalmente. Los algoritmos predictivos y asistentes de IA, permitirán el acceso al conocimiento inmediato y altamente personalizado. En consecuencia, habrá una relación distinta con la información, en la que la evaluación crítica y la creatividad en la aplicación del conocimiento serán más relevantes que la memorización o la búsqueda activa. Urbina es tajante con respecto al mayor riesgo, “se podría generar una dependencia en sistemas algorítmicos para la toma de decisiones y la validación de información, lo que plantearía preguntas sobre la autonomía cognitiva en un mundo donde las respuestas están automatizadas”.
![Niño / infancia / estudiar / tarea](https://www.latercera.com/resizer/v2/MNGP6LMCMVHZXHXZJQURKFKRGY.jpg?quality=80&smart=true&auth=b00057e4d82b90cf5378579029abc027d839353a3685ad5c04be87d5173e10c3&width=790&height=593)
2. Límites entre lo público y lo privado
Los millennials crecieron en la era de la sobreexposición digital, marcados por el nacimiento de las redes sociales, transformaron la vida personal en una visible vitrina.
Esto se tradujo en una huella digital difícil de borrar, generando consecuencias tanto en el ámbito personal como profesional. “La permanencia de estos registros en línea ha llevado a que aspectos del pasado influyan en la reputación de una persona años después, afectando, por ejemplo, procesos de contratación laboral o interacciones sociales”. Declara el psicólogo.
En respuesta a este fenómeno, la generación Alpha ha optado por una estrategia de reserva digital. Sus perfiles en redes suelen estar vacíos de publicaciones permanentes, pero son altamente activos en formatos efímeros, como historias y mensajes temporales. Han modificado su uso hacia espacios más controlados, donde el acceso a la información personal está regulado intencionalmente.
Esto sugiere que la generación Beta se enfrentará a un escenario aún más complejo, donde la tensión entre la privacidad y la exposición se redefina en función de nuevas dinámicas algorítmicas y tecnológicas.
Es una posibilidad que continúen con la tendencia hacia lo efímero y lo privado, ajustando el acceso a su información y segmentando sus interacciones digitales de forma intencional. Sin embargo, existe la posibilidad de coexistir con una normalización de la cesión de datos personales a través de biomarcadores, reconocimiento facial y trazabilidad digital, integrando estos sistemas como parte funcional de su cotidianidad. Más que rechazar la tecnología, se espera que generen nuevas estrategias de gestión de la privacidad, en las que la selección de lo compartido responda a lógicas de control algorítmico y no solo a decisiones individuales.
![Instagram - redes sociales](https://www.latercera.com/resizer/v2/FFOSEIEPUNET7MANB2ZUBEXL2M.jpg?quality=80&smart=true&auth=58c9d217d8e16e2b8238089ff926b7d4f1970a615f6259b71ff40c3ca936f9f4&width=790&height=527)
3. Humor, sensibilidad y sentido estético
El humor post irónico de los millennials se construyó sobre el cinismo, la resignación y la crítica a discursos tradicionales, lo que generó una estética basada en la ironía autoconsciente y el agotamiento de los relatos convencionales. Este estilo, visible en el auge de los memes absurdos y la mezcla entre lo genuino y lo paródico, permeó no solo el humor sino también la música y el cine, como lo ejemplifican el hyperpop.
Esta tendencia podría intensificarse en la generación Beta, dentro de un contexto donde la creación de contenido se verá aún más moldeada por algoritmos y ciclos de viralización ultrarrápidos, lo que desplaza la producción estética hacia una lógica de remezcla infinita y reinterpretación continua, en la que el significado se vuelve efímero y adaptable a cada nueva tendencia digital.
El arte y la expresión visual podrían seguir la lógica de TikTok: contenidos diseñados para consumo rápido, replicables y adaptables a tendencias globales. Esto no significaría una pérdida de profundidad simbólica o la capacidad de transmitir discursos, sino una transformación de su función. La carga simbólica, que se entiende cuando algo tiene asociado a su esencia una idea general aceptada por un grupo determinado de personas o por la totalidad de las personas, se trasladará hacia la velocidad de propagación y la capacidad de generar reacciones inmediatas. Ejemplo de esta tendencia es el reciente fenómeno del cine independiente en México, donde el film Johanne Sacreblu ha ganado notoriedad como una respuesta estética y narrativa a la película Emilia Pérez.
![Grammys/Oscar](https://www.latercera.com/resizer/v2/BBNWJOGZVJEILOASBIFNWLIFZA.jpg?quality=80&smart=true&auth=db6938f83d6ca9a3c69e58b093fb33ef3990ae5a3f13756a4a46520ce0109241&width=790&height=527)
4. Salud mental
Los millennials crecieron con la expectativa de estabilidad heredada de generaciones previas, pero se encontraron con un mundo de crisis económicas y precarización laboral. Como resultado, el estrés y la depresión se convirtieron en experiencias comunes, al mismo tiempo que promovieron la importancia de la salud mental y la atención psicológica como elementos fundamentales del bienestar.
Según Urbina “el desafío para la salud mental en la generación Beta estará influenciado por la hiperconectividad, la aceleración del ritmo de vida y la exposición constante a flujos de información”. En un entorno de interacción digital ininterrumpida, la gestión del bienestar subjetivo podría adquirir nuevas dimensiones. En lugar de concebir la salud mental exclusivamente como estabilidad emocional prolongada, habrá una lógica basada en la adaptación constante a entornos cambiantes y en la regulación dinámica del estado anímico.
Asimismo, enfatiza “la exposición permanente a información, la inmediatez en la comunicación y la presión por la optimización personal podrían modificar las estrategias de afrontamiento de esta generación, dando lugar a nuevas formas de entender el equilibrio emocional y el autocuidado en un contexto donde las fronteras entre el descanso y la productividad son cada vez más difusas”.
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5. Identidad, relaciones interpersonales y valores
Los millennials crecieron en un entorno que evolucionó vertiginosamente hacia lo digital, lo que significó la oportunidad de explorar y conocer distintos modos de vida. De igual manera, esta apertura también estuvo acompañada de una fuerte tendencia a la relativización de valores, cuyo punto álgido se manifestó en el auge de las “tribus urbanas”, polémicas como los pokemones, fenómeno que generó tensiones con generaciones anteriores. No obstante, esta identidad fragmentada pronto se vio desafiada por la inestabilidad económica y laboral, lo que llevó a muchos millenians a buscar formas de vida más estables, incluso replicando patrones tradicionales en la actualidad.
En contraste, la generación Beta emergerá en un entorno donde el cambio tecnológico alcanzará tal magnitud que, como remarcó el experto, “supondrá una ruptura profunda con las generaciones anteriores. Esta generación enfrentará la pérdida de referentes culturales claros para la construcción de su identidad y propósito de vida, agravada por crecientes dificultades en la comunicación intergeneracional”. En consecuencia, se puede deducir que optarán por modos de vida totalmente distintos, pero con una particularidad: debido a la omnipresencia de algoritmos de procesamiento masivo de datos y la Inteligencia Artificial, es probable que su enfoque esté orientado hacia la eficiencia y el pragmatismo. Ya se observa cómo cada vez más personas consultan modelos generativos para definir objetivos de vida, planificar pasos concretos para alcanzar sus metas, organizar su alimentación semanal o tomar decisiones basadas en grandes volúmenes de información procesada por la tecnología.
![A74-salud mental](https://www.latercera.com/resizer/v2/YQDBLF2MHNHMPPKUPYGR3SKYVE.png?quality=80&smart=true&auth=8c55a417b80b48b050d6419f450fb2293cdbb92e1a0d4e58247a40045a6d7628&width=790&height=806)
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