El Mar de Drake (también conocido como Paso de Drake) es una extensión de mar de aproximadamente 800 kilómetros que conecta el Océano Atlántico y el Océano Pacífico, entre el continente americano y la Antártica. En su extensión de mar abierto -que alguna vez conectó ambos continentes hace 41 millones de años- y casi sin islas cercanas, presenta condiciones extremas de mar y meteorología, debido a sus vientos, escasa visibilidad, corrientes y profundidad, lo que hace que habitualmente se considere entre los lugares más tormentosos del planeta.

Y fue en este lugar, donde según el itinerario de vuelo y el último contacto establecido, se perdió la comunicación con el avión C-130 Hércules de la Fach, con 38 pasajeros a bordo.

Complejo escenario

"(El incidente) ocurrió a 723 km de Punta Arenas, y a 473 km de la Antártica, en medio del Mar de Drake, uno de los mares más complejos. La profundidad del mar es por sobre los 3.500 metros, las condiciones meteorológicas no son las mejores, y hay mala visibilidad", señaló Arturo Merino Núñez, Comandante en Jefe de la Fach.

"El lugar es conocido por sus dificultades en términos aeronáuticos y navales", dice el Senador Kenneth Pugh, quien además de su carrera política, posee una amplia experiencia en el área marítima, llegando a ser Comandante en Jefe de la Cuarta Zona Naval y Vicealmirante de la Armada, entre otros logros. Consultado por La Tercera, coincide en que la zona del Paso de Drake "es uno de los peores del planeta, debido a sus corrientes y gran profundidad".

"El sistema de circulación atmosférica produce cambios bruscos en las condiciones de temperatura, visibilidad y sobre todo de viento, en muy breve período de tiempo. Es un desafío para la navegación y aeronavegación enfrentar esas latitudes. Tanto los pilotos y los comandantes de aeronaves y buques pasan por procesos de capacitación especiales para operar en esas zonas extremas, requiriendo de procesos de adaptación y entrenamiento muy exigentes", afirma.

"Pero también existen dificultades para el uso de tecnologías", agrega. "Normalmente en esas latitudes no existe cobertura completa y permanente de satélites de comunicaciones geoestacionarios, por la características de esa órbita ecuatorial".

"Se depende de redes de constelaciones de satélites de órbitas bajas y de los de percepción remota con tasas de actualización de datos baja. Las condiciones del mar con este tipo de alturas de olas dificultan el uso de radares, disminuyendo el horizonte radioeléctrico en superficie y afectando los radares de aeronaves disminuyendo su probabilidad de detección, obligando a realizar mayores esfuerzos de búsqueda por barridos más reducidos", explica.

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Tormentas y espirales

Arnaldo Zúñiga, Jefe de monitoreo y difusión de la Dirección Meteorológica de Chile, señala que en el momento de la desaparición de la aeronave, las condiciones en ambos aeropuertos eran "buenas".

"Había viento de dirección sureste, positivo para la operación aérea, buena visibilidad y buen techo (altura de las nubes), señala a La Tercera.

"El sistema frontal estaba generando nubes en el sector del Paso de Drake, pero estos aviones (como el C-130) tienen buen techo, sobre los 25 mil metros, así que no tienen problema", agrega.

"Habitualmente, en esta época la zona es muy visitada por sistemas frontales", añade. "Los próximos días estarán cruzando por el área, con buenas condiciones, una pequeña baja presión pero no revierte mayor importancia en cuanto a viento o precipitaciones. Pasado mañana (jueves) se mantienen las condiciones, con una situación frontal que llegará a Magallanes y Punta Arenas, debilitándose posteriormente".

Pero este lunes, la situación era distinta. De acuerdo a Zúñiga, con vientos de 50 nudos (aproximadamente 100 Km/h) se pueden alcanzar olas de hasta 10 metros de altura. Ademas, se genera el fenómeno del "mar de fondo", que contribuye al oleaje, generando vientos más lejanos con olas de tres a cinco metros en el momento de la desaparición de la aeronave.

https://www.latercera.com/nacional/noticia/hercules-c-130-cuales-las-caracteristicas-del-avion-siniestrado-rumbo-la-antartica/932525/

Además, Zúñiga indica que en la zona existe el "frente marítimo", diferencia significativa de temperatura entre la península antártica influenciada por el frío que deja al Mar de Drake con unos 5°C aproximados. Si bien en la isla Rey Jorge alcanza 1°C, en Punta Arenas puede llegar a 10 grados sin problemas. Todo depende del punto de latitud.

"En el área confluyen los dos océanos (Pacífico y Atlántico), y es el paso natural de los sistemas frontales, generando uno de los puntos más tormentosos del mundo", asegura el meteorólogo.

"Agita mucho el mar. Hay condiciones con mar quieto por los anticiclones, pero en general lo más complejo es el oleaje. Bajo sistemas frontales activos, crece mucho", agrega.

"A esto debemos sumar las corrientes marinas y vientos en la superficie. Abajo el comportamiento es muy distinto a lo que ocurre arriba; algo muy complejo porque pueden ir en dirección contraria por el espiral de Ekman".

En la práctica, esto hace que a medida que pase el tiempo, el área de búsqueda de un supuesto accidente se amplíe, debido al viento y las condiciones de las ya mencionadas corrientes marinas.

La imagen superior es el resultado de la superposición de un RGB color verdadero (el cual domina de día) y del producto niebla (que domina de noche).

En la imagen es posible visualizar la Tierra como si la viéramos desde el espacio exterior, pudiéndose observar el avance de la noche de este a oeste. Además, es factible diferenciar las nubes altas de las nubes bajas en el período nocturno, ya que las nubes bajas y nieblas, aparecen en tonalidades de color azul.

Comprende el horario entre las 19 UTC (15 hr. local) del día 9 de diciembre, y las 5 UTC (01 hr local) del 10 de diciembre de 2019.

La zona de búsqueda

En relación a las complejidades que deben enfrentar los rescatistas al momento de la búsqueda, Kenneth Pugh señala que "existen condiciones naturales de mar y viento que normalmente son adversas, debido a olas que en estas fechas superan los seis metros de altura, mientras que el viento alcanza los 100 km/hora, con condiciones de visibilidad que también son cambiantes".

Sin embargo, las operaciones se podrían ver favorecidas en esta época del año, dado que "las condiciones de luz y oscuridad en esas latitudes permiten condiciones de visibilidad prácticamente por más de 20 horas al día. Usando sensores térmicos además es posible ubicar objetos pequeños, al igual que al usar radares de apertura sintética inversa (ISAR) que permiten detectar la presencia de combustibles en superficie, por la diferencia de velocidad con el mar", indica.

"Las condiciones de supervivencia serían durísimas, pero no imposibles. Ya hay una cantidad importante de buques concurriendo al área lo que, en caso de ser encontrados, facilita su rescate".

"Todo va a depender si lograron sobrevivir a un eventual amarizaje", sentencia Pugh.