Las impactantes fotos del sacrificio infantil masivo más grande de la historia
Hallazgo arqueológico en Perú muestra antiguas costumbres rituales de una cultura conocida como Chimú.
¿Qué misterios esconde el sacrificio masivo infantil más grande de la historia? Es la pregunta que resolverá la revista National Geographic en su próxima edición. El equipo liderado por el arqueólogo peruano Gabriel Prieto, entregará detalles inéditos de este hallazgo histórico.
Este descubrimiento data de agosto de 2011, cuando arqueólogos encontraron restos de 137 niños y 205 llamas en la zona de Huanchaquito-Las Llamas (La Libertad, en Perú), pertenecientes a la civilización Chimú, con evidentes señales de haber formado parte de un ritual de sacrificio humano. A este se sumó un nuevo hallazgo, dado a conocer en enero, de otros 130 niños y 260 llamas en Pampa La Cruz, también en La Libertad.
Según el equipo científico de Prieto, que ha contado con el apoyo de National Geographic Society, los cuerpos e indumentarias de los niños y animales permiten concluir el motivo de estos rituales masivos. Por ejemplo, la indumentaria revela el carácter religioso del sacrificio y también, que se trataba de una manera de pedirle a los Dioses que mitigaran los efectos del ahora conocido Fenómeno de El Niño.
Otro hallazgo destacado, tanto en los cuerpos humanos como animales, es el de restos óseos. Se encontraron esternones abiertos y costillas separadas, con el probable objetivo de facilitar la extracción del corazón.
"Es algo nunca antes registrado arqueológicamente", opinó el arquéologo Gabriel Prieto, líder del proyecto, y que solicitó a las autoridades del sector, que se construya un museo arqueológico en la zona del hallazgo.
[caption id="attachment_494183" align="alignnone" width="2048"]
Estudiantes de arqueología de la Universidad Nacional de Trujillo se disponen a limpiar y catalogar los cráneos. Foto:
Robert Clark - National Geographic.
[/caption]
[caption id="attachment_494185" align="alignnone" width="2048"]
Los arqueólogos Gabriel Prieto y John Verano trabajan con su equipo para excavar las tumbas superficiales de Huanchaquito.
Foto: Robert Clark - National Geographic.
[/caption]
[caption id="attachment_494194" align="alignnone" width="2048"]
Un tocado con plumas de guacamaya corona el cráneo de un niño sacrificado, quien llevaba el cabello hasta los hombros.
Foto: Rebeca Hale - National Geographic
[/caption]
[caption id="attachment_494196" align="alignnone" width="2048"]
El segmento central de un esternón infantil no fusionado fue cortado en dos, prueba clara de una muerte ritual y metódica.
Foto: Rebeca Hale - National Geographic.
[/caption]
[caption id="attachment_494198" align="alignnone" width="2048"]
Un tocado con plumas de guacamaya corona el cráneo de un niño sacrificado, quien llevaba el cabello hasta los hombros.
Foto: Rebeca Hale - National Geographic.
[/caption]
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.