Las incógnitas sobre Ómicron 2: científicos no logran descifrar por qué es más contagiosa
De acuerdo a distintos estudios no están claras las causas que han permitido el rápido avance de esta subvariante presente en 74 países. Se estima puede amenazar además con hacer más difícil el crear inmunidad con las vacunas.
Esta semana se confirmaron cuatro casos de Ómicron 2 en Chile, la subvariante también conocida como BA.2 que recibe esa clasificación debido que la cepa original es BA.1. Una cepa que ya está presente en 74 países países en el mundo y se ha vuelto dominante en Bangladesh, Brunei, China, Dinamarca, Guam, India, Montenegro, Nepal, Pakistán y Filipinas, según el informe epidemiológico semanal de la Organización Mundial de la Salud.
Su gran avance, se explica, según los datos que se manejan hasta el momento, a que BA.2 es entre un 30% y un 50% más contagiosa que la variante que predomina actualmente.
Sin embargo, para el mundo científico es una incógnita las razones de por qué Ómicron 2 está siendo más contagiosa. Interrogante sobre la cual en la última semana se han entregado nuevos antecedentes. Se trata de estudios y preprints (sin revisión de pares) que indican pistas sobre el comportamiento de la nueva cepa.
Enfermedad grave
De acuerdo a un estudio aun en etapa de preimpresión del 15 de febrero, en la que participó el virólogo Kei Sato, de la Universidad de Tokio, se pudo determinar que los hámsteres y los ratones infectados con BA.1 producían anticuerpos que eran menos potentes contra BA.2 en comparación con BA.1.
Los resultados mostraron que BA.2 puede tener características que lo hacen tan capaz de causar enfermedades graves como las variantes más antiguas de Covid-19, incluido Delta, y al igual que Ómicron, parece escapar en gran medida de la inmunidad creada por las vacunas.
Sin embargo, el virólogo Kei Sato señaló a Qué Pasa que por el momento tienen más dudas que respuestas sobre la llamada “Ómicron 2″. El científico indicó que “desgraciadamente, todavía no se sabe” qué hace que la variante BA.2 sea más contagiosa que la BA.1.
En su cuenta de Twitter (@SystemsVirology) el investigador creó un hilo para explicar la información que lograron obtener. Ahí recalca que “el análisis estadístico muestra que el número de reproducción efectivo de BA.2 es 1,4 veces mayor que el de BA.1″.
Otro estudio, publicado en la servidor de preimpresión medRxiv, sugiere que el rápido ascenso de Ómicron 2 es probablemente el resultado de que es más transmisible que BA.1.
Dan Barouch, inmunólogo y virólogo del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston, Massachusetts, quien dirigió esta investigación, dijo a Nature que BA.2 “podría prolongar la oleada de Ómicron. Pero nuestros datos sugerirían que no conduciría a un nuevo aumento adicional”.
Hasta el momento aún no se sabe si la enfermedad provocada por esta nueva subvariante será más grave. Maria Van Kerkhove, líder técnica de Covid-19 de la OMS, enfatizó que no hay indicios de una diferencia en la gravedad de las infecciones causadas por cualquiera de las subvariantes, aunque anotó que la investigación está en curso.
¿Menos inmunidad?
Otra de las razones por las que los investigadores del estudio de Barouch creen que que BA.2 ha ido en un explosivo aumento de casos, es la misma por la cual Ómicron reemplazo a Delta: su capacidad para infectar y propagarse entre las personas. En el caso de la subvariante es mucho mejor su capacidad de superar la inmunidad, incluida potencialmente la protección obtenida de una infección BA.1.
Según su investigación, donde se midió qué tan bien los anticuerpos “neutralizantes” de virus en la sangre de las personas protegían las células de la infección por Sars-CoV-2 con la proteína Spike de cualquiera de las variantes, mostraron que 24 personas que habían recibido tres dosis de la vacuna de ARN fabricada por Pfizer produjeron anticuerpos neutralizantes que fueron ligeramente mejores para defenderse de la infección por virus con el peak de BA.1 que aquellos con BA.2.
Lo mismo sucedió con un grupo más pequeño de personas que habían logrado inmunidad a la infección durante el aumento inicial de Ómicron y, en algunos casos, también a la vacunación.
Sin embargo, por la pequeña diferencia en la potencia general frente a las dos variantes es poco probable que la capacidad de evadir la inmunidad explique el ascenso de BA.2 en todo el mundo, afirmó Barouch a Nature.
La Dra. Susan Bueno, académica de la UC e investigadora asociada del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII), señala en ese sentido que “es importante realizar seguimiento de la inmunidad y efectividad de las vacunas frente a estas nuevas variantes, determinando el porcentaje de personas vacunadas que desarrollan enfermedad más severa”.
“Nosotros en nuestro laboratorio en la UC ya estamos implementando los ensayos para medir cómo la respuesta inmune inducida por la vacuna de Sinovac reacciona frente a esta nueva variante, de la misma manera que lo hemos hecho y publicado para todas las variantes anteriores, algo muy importante para definir las dosis de refuerzo”, agrega.
Por otra parte, un estudio dirigido por el virólogo David Ho de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, encontró que BA.2 y BA.1 tenían capacidades similares para resistir los anticuerpos neutralizantes en la sangre de las personas que habían sido vacunadas, o previamente infectadas.
Pero el mismo trabajo encontró señales de que las mutaciones genéticas exclusivas de BA.2 afectan la forma en que algunos anticuerpos reconocen esta variante. Descubrieron que una familia de anticuerpos que se adhieren a una parte de la proteína espiga que se une a las células huésped del Sars-CoV-2, era mucho menos eficaz para neutralizar BA.2 en comparación con BA.1, mientras que otro tipo de anticuerpo espiga tendía a ser más activo contra BA. 2.
En la investigación dirigida por el virólogo Kei Sato, se señala acerca de las vacunas que la sola infección por BA.1 no puede inducir totalmente la inmunidad contra BA.2. “Lo que significa que la infección por BA.1 no puede ser ‘una vacuna natural’”, añade.
Sobre los riesgos para la población, Sato explica que quizás aumenten las hospitalizaciones. Pero eso no está claro aun. Se debe tener en cuenta, indica que no han autentificado el virus BA.2. “Lo que utilizamos en nuestro preprint es un virus quimérico, que lleva la espiga BA.2 en la columna vertebral ancestral del SARS-CoV-2″, indica sobre un análisis que requiere datos de personas contagiadas.
Si los estudios epidemiológicos de más casos de personas contagiadas por BA.2 llegan a respaldar estas conclusiones, los científicos creen que es poco probable que BA.2 provoque una segunda ola importante de infecciones, hospitalizaciones y muertes después del ataque inicial de Ómicron. Pero esos datos, dice Bueno “deben ser corroborados por estudios adicionales”.
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