El ejercicio físico se ha consolidado como un pilar fundamental para mantener una vida saludable y activa en la sociedad moderna. Sin embargo, la cantidad y el tipo de ejercicio recomendado pueden variar según la edad y el género.
Aunque las pautas generales suelen recomendar a hombres y mujeres adultos al menos 150 minutos de actividad física moderada a intensa por semana o 75 de ejercicio vigoroso a la semana, con actividades de fortalecimiento muscular al menos dos veces por semana, diversas investigaciones han demostrado que existe una brecha de género en lo que respecta al ejercicio.
Ahora, un nuevo estudio se suma a esta evidencia, pero descubriendo algo inesperado: las mujeres pueden hacer ejercicio con menos frecuencia que los hombres, pero obtienen mayores beneficios cardiovasculares.
Las mujeres obtienen más beneficios del ejercicio que los hombres y con menos esfuerzo
El estudio, publicado en el Journal of the American College of Cardiology, analizó datos de más de 412.000 adultos estadounidenses utilizando la base de datos de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud. Los participantes (el 55% de los cuales eran mujeres) proporcionaron datos de la encuesta sobre la actividad física en el tiempo libre entre 1997 y 2019.
Los investigadores del Smidt Heart Institute de Cedars-Sinai examinaron resultados específicos de género en relación con la frecuencia, duración, intensidad y tipo de actividad física.
Los hallazgos mostraron que aunque las mujeres realizaban ejercicio con menos frecuencia en comparación a los hombres, curiosamente “el riesgo de mortalidad se redujo en un 24% en las mujeres y un 15% en los hombres”, dijo en un comunicado la autora principal del estudio Susan Cheng, MD, MPH, directora del Instituto de Investigación sobre Envejecimiento Saludable del Departamento de Cardiología del Smidt Heart Institute.
Si bien, el ejercicio se asoció con un riesgo reducido de muerte prematura en ambos sexos, los beneficios fueron mayores en las mujeres y con menos esfuerzo.
La investigación descubrió que los hombres alcanzaban su máximo beneficio de supervivencia al hacer actividad física aeróbica, como caminar a paso ligero o andar en bicicleta, durante aproximadamente cinco horas por semana, mientras que las mujeres lograban el mismo grado de beneficio de supervivencia ejercitándose poco menos de dos horas y media por semana.
Siguiendo la misma línea, cuando se trataba de actividades de fortalecimiento muscular como levantar pesas o ejercicios corporales centrales, los hombres necesitaban tres sesiones a la semana para alcanzar su máximo beneficio, y las mujeres lo lograban con solo una sesión por semana.
“Nuestro estudio no sugiere que las mujeres deban hacer menos ejercicio, sino que alienta a las mujeres que pueden no hacer suficiente ejercicio por diversas razones, a creer que incluso cantidades relativamente pequeñas de ejercicio pueden proporcionar beneficios significativos”, dijo a The Guardian el Dr. Hongwei Ji, coautor del estudio del Hospital Afiliado de la Universidad de Qingdao.
Como mayor incentivo, Cheng dijo que las mujeres obtienen ganancias aún mayores si realizan más de dos horas y media de ejercicio aeróbico a la semana, o dos o más sesiones de actividad de fortalecimiento muscular.
“Lo bueno de este estudio es saber que las mujeres pueden aprovechar más cada minuto de actividad moderada a vigorosa que los hombres. Es una noción incentivadora que esperamos que las mujeres tomen en serio”, dijo la coautora Martha Gulati, MD , directora de Cardiología Preventiva en el Departamento de Cardiología del Smidt Heart Institute.
Los investigadores no están seguros de por qué ocurren estas diferencias, pero escriben: “los estudios de fisiología han demostrado que las mujeres exhiben una mayor conductancia vascular y flujo sanguíneo durante el ejercicio, y que las mujeres tienen una mayor densidad de capilares por unidad de músculo esquelético en comparación con los hombres”.
El equipo advierte como limitante del estudio que se basó en el ejercicio autoinformado y no incluyó la actividad física asociada con las actividades domésticas.
De todas formas, los autores esperan que los datos animen a las mujeres que no hacen suficiente ejercicio a pensar que incluso cantidades relativamente pequeñas pueden ser beneficiosas.
“Tengo la esperanza de que esta investigación pionera motivará a las mujeres que actualmente no realizan actividad física regular a comprender que están en condiciones de obtener enormes beneficios por cada incremento de ejercicio regular que puedan invertir en su salud a largo plazo”, dijo Christine M. Albert, MD, MPH , presidenta del Departamento de Cardiología del Smidt Heart Institute.