“Según la NASA, en los últimos 15 años, el 14 de diciembre el tiempo estuvo bueno”, presagiaba Víctor Vera, encargado del eclipse en la Municipalidad de Pucón.

Pero el presagio no se cumplió y literalmente eclipsó las condiciones climáticas con las que se desarrolló el fenómeno astronómico, que no fueron óptimas, y poco frecuentes para la fecha en la zona.

En el volcán Villarrica (2.847 m.s.n.m.), donde la cafetería del centro de ski a 1.450 m.s.n.m. se convirtió en un centro científico de observación instalado por el Instituto Astrofísica de la UC, no fue diferente.

Carlos Barra, alcalde Pucón, presente en el lugar, reconoció que las condiciones climáticas no fueron “las que hubiéramos querido”.

Álvaro Valenzuela, astrónomo Instituto Astrofísica UC, señaló que claramente el hecho de estar metido en medio de nubes hizo que el eclipse sea muy diferente a lo que los astrónomos están acostumbrados. “Es diferente, no me atrevería a ponerle un calificativo. Nosotros siempre queremos observar fenómenos como la corona solar, que desde este lugar no se pudo apreciar”.

Hugo Messias, astrónomo portugués de ALMA, explicó que a pesar del tiempo, el lugar era el ideal, “debido a que no hay mucha contaminación lumínica”.

Messias aclaró que la corona solo se ve en un eclipse total, “pero nublado, no”.

Pese al mal tiempo, los científicos igualmente lograron realizar experimentos científicos en el Volcán Villarrica.

Con telescopios instalados en el gigante nevado, un equipo de astrónomos del Instituto de Astrofísica transmitió vía livestream en alta definición el eclipse, señal que fue compartida con la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA), que retransmitió el evento a través de su canal.

A pesar de todo, obtuvimos información que puede ser relevante para otro tipo de ciencia como la atmosférica, explicó Valenzuela. “Hay un concepto que se llama inercia térmica, que quiere decir que tan fácil gana o pierde calor un cuerpo. Y podemos decir que la atmósfera es un cuerpo, y al pasar la sombra, la temperatura global disminuye y cuando la sombra se va, vuelve a aumentar. Eso se puede comparar con modelos de atmósferas que pueden mejorar para predicciones meteorológicas en el futuro”, explicó Valenzuela.

“Las nubes no eclipsaron nuestro entusiasmo por el eclipse”, añadió.

Uno de los objetivos de esta estación científica era repetir el experimento realizado por el astrónomo británico Arthur Eddington hace ya más de un siglo: durante un eclipse total registrado en 1919, cuando el científico pudo comprobar que la luz de los astros lejanos se dobla al pasar junto al Sol, tal y como había planteado años antes Albert Einstein en su Teoría de la Relatividad General, lo que el tiempo no permitió.