La historia de Ethan Linderberger se remonta a febrero, cuando el hasta ese entonces anónimo estudiante de EE.UU. preguntó en la red social Reddit, cómo podría vacunarse.

Acababa de cumplir 18 años, y debido a que su madre era una declarada antivacuna, creció sin ninguna antídoto contra enfermedades como la polio o el sarampión.

Su caso se viralizó, al punto que en marzo, un comité del Senado de EE.UU. le pidió que testificara sobre su decisión, compartiendo así su historia sobre cómo se vacunó contra los deseos de su madre. Hoy, convertido en un reconocido activista provacunas, fue elegido por la Revista Time como uno de los 10 líderes de la nueva generación, un privilegio que comparte con Greta Thunberg, estudiante y activista sueca por el medio ambiente; Tessa Thompson, actriz estadounidense; Tunde Wey, cocinero, artista y activista nigeriano; Ramla Ali, boxeadora somalí; Kim Geguri Se-Yeon, jugador surcoreano del videojuego OverwatchDina El Wedidi, cantautora egipcia; David Miranda, político brasileño; Rosalía, cantante española y Carryminati (Ajey Nagar), youtuber indio.

https://twitter.com/TIME/status/1128978472620240896

"Me puse todas las inyecciones que mi madre no me dejó ponerme a lo largo de mi vida", dijo casi como disculpa en en una entrevista para una radioemisora local de Ohio, cuando su historia recién comenzaba a globalizarse.

En una entrevista en The Washington Post, Linderberger aseguró que toda la información que llegó a su madre sobre las vacunas procedía de una sola fuente: Facebook.

"Siento que si mi madre no interactuara con esa información y no se dejara llevar por esos argumentos e historias, todo podría haber cambiado. Toda mi familia podría haber sido vacunada", dijo exculpando a su madre.

Durante su intervención en el Congreso estaduounidense, el senador Johnny Isakson le hizo una pregunta directa: "¿Tu madre consigue la mayoría de su información a través de internet? Ethan replicó: "Sí… principalmente a través de Facebook". El senador volvió a preguntar : "¿Y de dónde consigues tú la mayor parte de tu información?" La respuesta resultó aleccionadora. "De la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), revistas científicas, información de organizaciones médicas… fuentes acreditadas", respondió Linderberger.

Los primeros cuestionamientos

Linderberger comenzó a desafiar los argumentos de su madre, escribió la revista Time, a los 15 años, cuando confundido, le preguntó acerca de las críticas que recibía por su postura, pero dice que ella no se involucró en el debate, asegurándole que las personas que pensaban que las vacunas eran seguras, simplemente "estaban equivocadas".

Así que recurrió a Internet para realizar su propia investigación y encontró información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que consideró una fuente confiable, que confirmó que no había un vínculo entre las vacunas y el autismo.

Su madre continuó desafiando los informes oficiales y los estudios científicos. "Ella dijo, bueno, eso es lo que quieren que pienses". "Y para mí, esa respuesta no abordaba cuán sustancial es la evidencia. Ahí fue cuando empecé a investigar más y comencé a pensar que tal vez ella está equivocada".

Pese al estatus que hoy ha adquirido su hijo, su madre,  Jill Wheeler, no se doblega. Asegura que han convertido a su hijo en "el cartel de la industria farmacéutica".

Facebook en su minuto, también altamente cuestionado, solo se ha limitado a señalar que están tomado medidas "para reducir la distribución de información errónea relacionada con la salud en Facebook, pero sabemos que tenemos más por hacer".