¿Cómo logran las avispas transformar a las arañas en zombis?
Los científicos han logrado codificar la forma en que la avispa parasitoide logra esclavizar arañas: "pirateando" su código interno.
Al desencadenar una increíble cadena de sucesos, una avispa puede obligar a una araña a tejer una red especial para suspender a la pupa –el último estado de la larva- de esa avispa justo antes de que termine de matar a su huésped, la misma araña.
Esta capacidad de transformar en un zombi al arácnido fue lo que investigaron los científicos William Eberhard, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, y Marcelo Gonzaga, de la Universidade Federal de Uberlândia en Brasil. Para eso reunieron una amplia evidencia de que el mecanismo de "zombificación" consiste en piratear los mecanismos de hilatura de la red mediante el secuestro de la hormona de muda de la araña, la ecdisona.
El hallazgo fue publicado en un reciente artículo aparecido en el Biological Journal of the Linnean Society. En el paper combinaron una revisión de todos los informes conocidos de las diferentes especies de avispas que se sabe logran "zombificar" a arañas en el mundo, los resultados de un estudio molecular en Brasil, además de nuevas observaciones de arañas costarricenses para demostrar varios patrones previamente no apreciados que sugieren que las larvas de la avispa usan la ecdisona.
"Combinamos esa observación con un descubrimiento anterior de que, en un género, las arañas que acababan de construir redes de capullo tenían concentraciones inusualmente altas de ecdisona en sus cuerpos y predijeron que la especificidad de los efectos de la larva de avispa ya podría estar presente en el sistema nervioso de la araña", explicó Gonzaga, agregando que: "Al piratear este sistema, las avispas garantizan la seguridad de sus propios hijos a expensas de su anfitrión".
Una de las grandes dudas que abordaron los investigadores es cómo una sola especie de avispa puede inducir una impresionante diversidad de cambios en las redes de muchas especies de arañas diferentes. En los casos más complejos, la construcción de la tela de araña se ve afectada en varias etapas: desde la elección de un sitio hasta la modificación de varios elementos de diseño clave, lo que generalmente resulta en un hogar perfecto para la larva.
Esto es sorprendente porque la larva de la avispa no tiene contacto directo con el sistema nervioso de la araña: es un parásito externo que se monta en la superficie de su abdomen. Su único "acceso" al cerebro de la araña es a través de inyecciones de sustancias psicotrópicas en la hemolinfa del abdomen de la araña. Luego esas sustancias son transportadas por el sistema circulatorio de la araña a su sistema nervioso central.
"Ahora que tenemos un mecanismo propuesto, podemos hacer un nuevo conjunto de preguntas", comentó Eberhard. "Debido a que las líneas en las telarañas representan registros precisos de su comportamiento, podríamos estudiar la 'zombificación' con un detalle sin precedentes al observar las líneas en las redes de capullo y muda. Descubrimos que ambos tipos de red varían, y lo que es más importante, que las variaciones solo se superponen parcialmente", concluyó el científico.
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