La urgencia es evidente. Ya no se habla mediáticamente de cambio climático, hoy adjetivos como crisis, son los frecuentes. Un tema del cual ningún actor social se escapa. Sin embargo, existen unos protagonistas olvidados, advierten los científicos: los microorganismos.

Sí, aquellos organismos invisibles a simple vista y, por lo tanto, intangibles, tienen un destacado papel en el actual y futuro escenario climático. Gracias a su diversidad están en la base de un ecosistema global y saludable. Pero hasta ahora no han sido tomados con la seriedad que se merecen dentro de la discusión climática.

Ese es el reclamo que dentro del mundo científico se está empezando a escuchar. En junio de este año un grupo de científicos escribió sobre el tema en la revista Nature. Bajo el nombre de Advertencia de los científicos a la humanidad: microorganismos y cambio climático (Scientists' warning to humanity: microorganisms and climate change), lo que planteaban es que los microorganismos generalmente no se discuten en el contexto del cambio climático. Tampoco, resaltan, se habla del efecto del cambio climático sobre los microorganismos y el mundo microbiano constituye el sistema de soporte vital de la biosfera. "Aunque los efectos humanos sobre los microorganismos son menos obvios y ciertamente menos caracterizados, una preocupación importante es que los cambios en la biodiversidad y las actividades microbianas afectarán la capacidad de recuperación de todos los demás organismos y, por lo tanto, su capacidad para responder al cambio climático".

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microorganismos

Streptomyces sp., del género más extenso de actinobacterias. Foto: Esteban Severino[/caption]

Son relevantes y son parte de la discusión actual, por ello, en Chile se realizará el evento más importante en el área, la International Society for Microbial Ecology (ISME), el primero de su tipo en Latinoamérica. Desde el 11 al 13 de septiembre, la Universidad Técnica Federico Santa María será punto de encuentro de especialistas en microbiología ambiental de todo el mundo, como la sede del Primer Congreso ISME América Latina.

El evento, organizado por la USM en conjunto con la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Antofagasta, tiene como objetivo ser un espacio de intercambio de conocimientos y experiencias, para propiciar relaciones de colaboración científica en la región.

Base de la vida en la Tierra

Los microorganismos se remontan al origen de la vida en la Tierra, hace al menos 3.800 millones de años. Incluso más allá de cualquier evento de extinción en el futuro es probable que ellos aún existan.

Pero aunque son cruciales para regular el cambio climático, "rara vez son el foco de los estudios sobre cambio climático y no se consideran en el desarrollo de políticas", indican los autores del artículo en Nature. Señalan que su inmensa diversidad y sus variadas respuestas al cambio ambiental dificultan la determinación de su papel en el ecosistema.

Los microorganismos son los organismos más abundantes y diversos del planeta, explica Cristina Dorador, académica Universidad de Antofagasta e investigadora Centro Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB). "Son la base de la vida en la Tierra, sin ellos no existiríamos. Los microorganismos son invisibles, no los vemos a simple vista y eso ha producido que exista una idea de que no son importantes y se les vincule mayormente a temas de salud humana, de hecho cuando se habla de cambio climático las personas no piensan en microorganismos".

Los microorganismos son claves para entender el ciclo del Carbono y ciclaje de nutrientes en ambientes terrestres, acuáticos y otros creados por el ser humano. Ellos producen y transforman gases de efecto invernadero, dice Dorador, por lo que conocer más en detalle sobre su biología y ecología puede ser clave para diseñar nuevas medidas de mitigación. "Además, los microorganismos nos pueden ayudar mucho en entender las adaptaciones al cambio climático".

Osvaldo Ulloa, director del Instituto Milenio de Oceanografía de la Universidad de Concepción, reitera la importancia que tienen en el cambio climático, porque de ellos depende en  gran medida la respuesta a esos eventos. "Por ejemplo, un aumento en la temperatura del planeta lleva un derretimiento de los suelos congelados de las regiones muy frías y a una mayor liberación de dióxido de carbono (CO2) y gas metano (CH4) por una mayor actividad de los microorganismos. También, el cambio climático puede llevar a la propagación de enfermedades infecciosas, dependiendo de factores socioeconómicos, ambientales y el tipo de relación específica patógeno-huésped".

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Bacillus sp. Foto: Cristina Dorador.[/caption]

Es necesario, recalca Dorador, que se considere mayormente el rol de los microorganismos en las discusiones sobre cambio climático. Por otro lado, los microorganismos son organismos que están sufriendo cambios y posibles extinciones por pérdida de hábitat. "Conservar los ambientes microbianos es muy importante ya que son la base de las tramas tróficas en los ecosistemas", sostiene.

Esos ínfimos seres son relevantes en múltiples funciones como el ciclo del carbono y los nutrientes, la salud animal (incluida la humana) y la salud vegetal, la agricultura y la red alimentaria mundial.  "Los microorganismos producen y consumen gases de efecto invernadero como el CO2 y el CH4 y manejan los procesos biogeoquímicos a escala planetaria, incluyendo la descomposición de la materia orgánica y el reciclaje de nutrientes", explica Ulloa.

En gran abundancia y diversidad, además habitan los distintos ecosistemas, incluyendo nuestros intestinos. "Son en su mayoría beneficiosos y cruciales para la salud del planeta y de nosotros mismos", dice Ulloa. Es así cómo, son los que reciclan los productos de desecho (que pueden llegar a ser tóxicos si se acumulan) y aportan los nutrientes y vitaminas esenciales para el buen funcionamiento y crecimiento de plantas y animales. "¡Sin ellos no habría vida en la Tierra!", afirma.

La diversidad microbiana es reflejo de la variedad de ambientes y condiciones, "esa riqueza genética también se relaciona con la capacidad de producir compuestos bioactivos para tratar enfermedades o enzimas que puedan tener alguna aplicación industrial, entre otras", dice Dorador.

Los microorganismos no solo son importantes a la hora de entender el proceso de cambio climático, también tienen mucha potencialidad en mitigar los efectos del cambio climático, destaca Dorador, "a través del diseño de procesos para remediar ambientes contaminados, bajar las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros usando herramientas biotecnológicas".

"Estamos viviendo una época soñada para la Microbiología donde hay acceso a herramientas genómicas que permiten estudiar en detalle el mundo microbiano en el ambiente natural, industrial y humano. No se debiese dejar de lado a la mayoría invisible de organismos en discusiones tan importantes como el cambio climático", concluye Dorador.