La variante Ómicron representó el 98% de los casos de Covid-19 en EE.UU. la semana pasada, según las estimaciones publicadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC su sigla en inglés), la variante ha impulsado un rápido aumento de infecciones desde que llegó a EE.UU. a fines del año pasado, superando los aumentos repentinos asociados con versiones anteriores del virus y casi eliminando a Delta.
Hasta ahora, la tasa de hospitalizaciones asociadas con Ómicron no parece tan alta como con las variantes anteriores, lo que respalda los primeros estudios que indican que Ómicron podría ser menos grave que otras variantes. Sin embargo, la gran cantidad de casos de Ómicron ha llevado a que el promedio de siete días de nuevos pacientes hospitalizados con casos confirmados o sospechosos de Covid-19 supere los máximos históricos de enero pasado.
Ómicron fue declarado por primera vez una variante de preocupación por los CDC el 30 de noviembre de 2021. Al principio, los casos se agruparon en Nueva Inglaterra y algunos otros estados del noreste como Nueva York y Nueva Jersey. Desde entonces, el virus se ha propagado ampliamente. En las dos semanas posteriores al día de Navidad, la mayoría de los estados han experimentado un aumento significativo de infecciones.
Los científicos están tratando de determinar cuánto se traducirá esta ola de infecciones sin precedentes en niveles más altos de enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes, como han observado con oleadas anteriores del virus.
Los estudios clínicos y de laboratorio sugieren que Ómicron podría producir una enfermedad menos grave que otras variantes. Los datos preliminares de salud pública lo confirman parcialmente. Si bien los casos nuevos y las admisiones hospitalarias en EE.UU. han superado los niveles observados en el peak del invierno pasado, las estadías en la UCI, una indicación de la enfermedad más grave, hasta ahora se mantienen por debajo de estos niveles.
Debido a que hay un lapso entre el momento en que una persona contrae Covid-19 y potencialmente se enferma gravemente o muere, puede llevar más tiempo evaluar completamente los efectos de Ómicron.
Los países que se vieron afectados por Ómicron temprano pueden ofrecer algunas pistas sobre cómo puede desarrollarse el brote en EE.UU.
En Sudáfrica, donde Ómicron se detectó por primera vez en noviembre, los casos aumentaron durante aproximadamente un mes antes de alcanzar su punto máximo. Las hospitalizaciones se mantuvieron relativamente bajas durante este período, al igual que las muertes.
Sudáfrica tiene una población relativamente joven. Debido a que los jóvenes tienden a tener más casos leves de Covid-19, es posible que la experiencia del país con Ómicron no sirva como modelo representativo para EE.UU.
Ómicron se detectó por primera vez en el Reino Unido justo antes de que lo hiciera en EE.UU. Si bien las hospitalizaciones relacionadas con el Covid-19 aumentaron en ese país, los casos de los resultados más graves, en los que los pacientes requieren ventiladores, permanecen por debajo de los niveles observados en aumentos repentinos anteriores.
El Reino Unido tiene tasas de vacunación de Covid-19 más altas que EE.UU. Alrededor del 70% está completamente vacunado en comparación con el 62%. Esta protección adicional puede ayudar a controlar los casos más graves.