“Los efectos de La Niña son evidentes”: climatólogo asegura que fenómeno ya está impactando el clima en Chile

“Los efectos de La Niña son evidentes”: climatólogo asegura que fenómeno ya está impactando el clima en Chile
“Los efectos de La Niña son evidentes”: climatólogo asegura que fenómeno ya está impactando el clima en Chile

Investigación liderada por el climatólogo de la Universidad de Santiago, Raúl Cordero, da a conocer las consecuencias del fenómeno, que asegura, ya se están sintiendo.


En mayo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (Nooa, su sigla en inglés) decretó el fin del fenómeno de El Niño. Desde entonces, el organismo ha venido anunciado la llegada del fenómeno opuesto: La Niña.

En un principio, el organismo asignaba un 60% de probabilidades de que el fenómeno llegara a mitad de año.

Situación que fue cambiando con el correr de los meses. En su último informe, emitido a principios de septiembre, sostuvo que se prevé que La Niña surja definitivamente en septiembre-noviembre (todo indica que sería en octubre), asignándole un 71% de probabilidad y que el fenómeno persista hasta enero-marzo de 2025.

“Los efectos de La Niña son evidentes”: climatólogo asegura que fenómeno ya está impactando el clima en Chile

Considerando la inminente llegada del fenómeno de La Niña, un reciente estudio publicado en la revista científica Nature (Communications Earth & Environment), bajo el nombre América del Sur se está volviendo más cálida, más seca y más inflamable ratifica la influencia de La Niña, además de El Niño en moldear las nuevas características climáticas de Chile y la región.

Liderado por el climatólogo de la Universidad de Santiago, Raúl Cordero, junto a un grupo de científicos e investigadores internacionales, el estudio establece que el cambio climático aumenta el riesgo de calor, sequía e incendios en América del Sur, y el número de días al año que son simultáneamente extremadamente calurosos, secos y con un alto riesgo de incendio se ha triplicado desde 1970 en algunas partes de la región.

La investigación describe que la situación climática a nivel regional se vio afectada por El Niño-Oscilación del Sur. Durante la fase cálida de El Niño, el riesgo de incendios aumentó en la región norte del Amazonas, mientras que la fase más fría de La Niña provocó un mayor riesgo de incendios en el centro de América del Sur.

Cordero sostiene que la semana pasada, la temperatura superficial del Pacífico ya alcanzó el umbral de enfriamiento que define el arribo de La Niña. Sus consecuencias comenzaron a notarse ya hace algunas semanas.

“A partir de julio las precipitaciones disminuyeron de manera considerable, no solo en Chile, sino particularmente en el sur brasileño. Esa región se encuentra en este momento afectada por incontrolables incendios. La activa temporada de incendios que tuvimos en Chile durante el verano pasado y los pavorosos incendios en marcha en Brasil son consistentes con nuestro estudio, que muestra como la variabilidad interanual de las temporadas de incendios en Sudamérica está controlada por El Niño y La Niña”, explica.

¿Se podría decir que La Niña ya llegó a Chile? “Lo que se puede decir, es que los efectos de La Niña ya son evidentes, tanto en Chile como en toda Sudamérica”, señala el climatólogo.

El documento sostiene que América del Sur se está calentando a un ritmo similar al promedio mundial. Sin embargo, algunas regiones del subcontinente corren mayor riesgo de coexistencia de múltiples extremos climáticos. Estos extremos compuestos pueden tener impactos amplificados en los ecosistemas, la economía y la salud humana.

Raúl Cordero
Raúl Cordero, climatólogo y líder de @Antarcticacl.

Cordero y los investigadores calcularon el número de días por año en que el continente sudamericano experimentó extremos cálidos, secos e inflamables simultáneos entre 1971 y 2022. Los extremos para cada condición se calcularon a partir de registros diarios de temperatura máxima, promedios de lluvia de 30 días y registros diarios del índice climático de incendios.

Hubo aumentos particularmente altos (de menos de 20 a hasta 70 días por año) alrededor de la frontera entre Venezuela y Colombia, en el norte del Amazonas y en el norte de la cuenca del Río de la Plata en el centro de América del Sur. También encontraron que hubo un aumento en la variabilidad de estos eventos simultáneos de un año a otro durante las últimas cinco décadas.

Cordero añade que el cambio climático es, sin duda, el factor más importante que explica la tendencia. Éste hace que los eventos extremos aumenten en frecuencia, y este extraordinario aumento registrado en el riesgo de incendios en Sudamérica es un ejemplo más.

Estudio publicado en Nature detalla el impacto de la Niña en el clima

El documento publicado en Nature advierte que el aumento de la actividad de incendios y los extremos secos son un peligro para la salud pública y pueden provocar un mayor calentamiento mediante la liberación de carbono negro a la atmósfera. También destaca que estos eventos extremos afectan desproporcionadamente a las poblaciones rurales e indígenas vulnerables.

Cordero señala que aunque el cambio climático explica la tendencia, hay años peores que otros. Tanto para las zonas central de Chile como para la cuenca del Amazonas, El Niño aumenta el riesgo de “fuegos intensos”. Para el norte argentino, Paraguay, el sur de Brasil, es La Niña la que al afectar las precipitaciones, dispara el riesgo de incendios incontrolables.

Los resultados también sugieren que la temperatura de la superficie del Océano Pacífico tropical modula la variabilidad interanual de los compuestos secos en América del Sur. Si bien El Niño aumenta el riesgo de incendios en el norte del Amazonas, los extremos secos en la región del Gran Chaco parecen responder más a La Niña.

La Niña
Imagen referencial.

También sostiene que las temperaturas cálidas provocadas por el clima y las sequías pueden combinarse, aumentando así peligrosamente el riesgo de incendio. Las condiciones cálidas y secas resultantes del aumento de las temperaturas globales han provocado un aumento en la frecuencia y gravedad de los incendios. Las recientes y feroces temporadas de incendios forestales en todo el mundo se han visto favorecidas por condiciones climáticas extremas (incluidas altas temperaturas, sequedad y baja humedad).

Aunque la actividad de los incendios está determinada por varios factores (incluido el combustible disponible, el manejo de la tierra y las fuentes de ignición), bajo ciertas condiciones climáticas, los incendios pueden propagarse fácilmente sin control, amenazando ecosistemas frágiles, vidas humanas y propiedades.

Los modos climáticos a gran escala, como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), también están impulsadas por la fuerza de los vientos alisios. Durante los eventos de El Niño, los vientos alisios se debilitan y se acumula agua cálida frente a la costa occidental de América del Sur, indica el estudio.

Mientras que durante los eventos de La Niña, añade, los vientos alisios se fortalecen, lo que aumenta las surgencias y trae agua fría y rica en nutrientes a la superficie.

Lea también en Qué Pasa:

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.