El pasado viernes se realizó en la casa central de la Universidad Católica el seminario "¿Medicina basada en Marketing?", organizado por Médicos Sin Marca, primera ONG latinoamericana en denunciar la problemática de los vínculos comerciales entre medicina e industria farmacéutica y de dispositivos biomédicos (industria justamente hoy cuestionada por sus prácticas poco éticas a través de la investigación The implant files). La actividad contó con importantes invitados nacionales e internacionales, que a través de 3 paneles (investigación biomédica, políticas públicas y ciencias sociales) reflexionaron sobre las implicancias de estas relaciones. A la actividad llegaron más de 200 personas que repletaron el Salón de Honor.
Uno de los ejes del encuentro fue la manera cómo la medicina y los médicos lidiamos con la incertidumbre al atender a un paciente. Pareciera que como profesionales de la salud, así como pacientes, estuviéramos mal acostumbrados a exigirle a la medicina resolverlo todo. Es más fácil ser parte de una ilusión omnipotente, que de una modesta aceptación de realidades muchas veces frustrantes. La investigación, así como puede ayudarnos a incorporar nuevos datos previamente desconocidos sobre las enfermedades y nuevas terapéuticas, nos debe dejar muy claro cuáles son aquellas zonas de la medicina sobre las que aún sabemos poco.
Consultas médicas que duran apenas 10 minutos dejan muy poco tiempo para acoger y comprender el sufrimiento y tienden paradójicamente a potenciar un discurso de certezas, para lo cual la prescripción farmacológica se puede perfectamente prestar. La educación médica continua financiada por la industria farmacéutica, manera tras la cual se ocultan acciones de marketing, tiende a favorecer dicho modelo reduccionista del acto médico. Las presentaciones de nuevos medicamentos suelen ser en hoteles lujosos en un ambiente más parecido a un casino que a una universidad. Por este motivo quisimos hacer nuestro primer seminario en una universidad, para así recuperar la austeridad de los ambientes académicos. Pensamos que hoy necesitamos una medicina más humilde y consciente de sus limitaciones y para esto se requiere que las actividades de puesta al día de la profesión sean concordantes con estos propósitos.
Como Médicos Sin Marca, seguiremos trabajando en el camino de regular y limitar las influencias de la industria en las dinámicas de salud, así como de educar tanto a profesionales como pacientes en este tema.