El modelo de la Escuela de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Sydney sugiere que la presión sobre los ecosistemas, el cambio climático y el desarrollo económico son factores clave asociados con la diversificación de patógenos (agentes causantes de enfermedades, como virus y bacterias). Esto tiene el potencial de provocar brotes de enfermedades.

La investigación, realizada por el Dr. Balbir B Singh, el profesor Michael Ward y el profesor asociado Navneet Dhand, publicada en la revista internacional Transboundary and Emerging Diseases, encontró una mayor diversidad de enfermedades zoonóticas (enfermedades transmitidas entre animales y humanos) en países de ingresos más altos con áreas de tierra más grandes, poblaciones humanas más densas y una mayor cobertura forestal.

Un pangolín en su hábitat natural en la India. Este animal fue un intermediario entre los murciélagos y los humanos en la transmisión del Covid-19. Foto: foto: Neil D’Cruze.

Los autores utilizaron 13.892 combinaciones únicas de patógenos y países y 49 variables socioeconómicas y ambientales para desarrollar este modelo. Se analizó información de 190 países utilizando modelos estadísticos para identificar los impulsores de enfermedades emergentes y zoonóticas.

El estudio también confirma que el crecimiento y la densidad de la población son los principales impulsores de la aparición de enfermedades zoonóticas. La población humana mundial ha aumentado de unos 1.600 millones en 1900 a unos 7.800 millones en la actualidad, lo que ejerce presión sobre los ecosistemas.

A medida que aumenta la población humana, también lo hace la demanda de vivienda. Para satisfacer esta demanda, los humanos están invadiendo hábitats silvestres. Esto aumenta las interacciones entre la vida silvestre, los animales domésticos y los seres humanos, “lo que aumenta la posibilidad de que los insectos salten de los animales a los humanos”, sostuvo en el comunicado emanado por la institución el profesor asociado Navneet Dhand.

A medida que aumenta la población humana, también lo hace la demanda de vivienda, conviertiendo a los edificios en una solución para expandir verticalmente la oferta de viviendas. Foto: The Yomiuri Shimbun.

Hasta la fecha, de acuerdo al profesor Ward, experto en enfermedades infecciosas, estos modelos de enfermedades han sido limitados, mencionando que siguen sintiéndose frustrados al comprender por qué siguen apareciendo enfermedades. “Esta información puede ayudar a informar la mitigación de enfermedades y puede prevenir el próximo Covid-19”, agregó Ward en el mismo documento.

Otras enfermedades zoonóticas que recientemente han devastado poblaciones humanas incluyen el SARS, la gripe aviar (H5N1) y porcina (H1N1), el Ébola y el Nipah, un virus transmitido por murciélagos.

Factores que predicen la enfermedad

Los investigadores descubrieron factores a nivel de país que predicen tres categorías de enfermedades: zoonóticas, emergentes (enfermedades recientemente descubiertas o aquellas que han aumentado en ocurrencia u ocurrieron en nuevos lugares) y humanas.

Las enfermedades zoonóticas se pueden desarrollar en sectores donde exista una superficie terrestre ocupada, alta densidad de población humana y superficie de bosque. Las áreas con alta diversidad de enfermedades zoonóticas incluyen Europa, América del Norte, América Latina, Australia y China.

De acuerdo al análisis, América Latina cuenta con las características para la proliferación de enfermedades zoonóticas, emergentes (enfermedades recientemente descubiertas o aquellas que han aumentado en ocurrencia u ocurrieron en nuevos lugares) y humanas. Foto: Moises Castillo/AP.

Los agentes que permiten el desarrollo de las enfermedades emergentes son la superficie terrestre, densidad de población humana e índice de desarrollo humano. Las áreas con una alta diversidad de enfermedades emergentes incluyen Europa, América del Norte, América Latina e India.

Para las enfermedades humanas, los factores de riesgo para su expansión son un alto gasto sanitario per cápita, temperatura media anual, superficie terrestre, densidad de población humana, índice de desarrollo humano y precipitaciones. Las áreas con alta diversidad de enfermedades humanas incluyen América del Norte, América Latina, China e India.

“Se pronosticaba que países con una longitud de -50 a -100 como Brasil, países desarrollados como Estados Unidos y países densos como India tendrían una mayor diversidad de enfermedades emergentes”, indicó Ward.

Vista aérea del bosque amazónico, cerca de Manaos, en Brasil. Foto: Neil Palmer/CIAT/Creative Commons.

Los investigadores también notaron que las variables climáticas, como la temperatura y la lluvia, podrían influir en la diversidad de enfermedades humanas. A temperaturas más cálidas, tiende a haber más patógenos emergentes. Estos factores combinados confirman que el desarrollo humano, incluido el cambio climático influenciado por el hombre, no solo daña nuestro medio ambiente, sino que es responsable de la aparición de enfermedades infecciosas, como el Covid-19.

Usar datos para ayudar a prevenir brotes

“Nuestro análisis sugiere que el desarrollo sostenible no solo es fundamental para mantener los ecosistemas y frenar el cambio climático, también puede servir para el control, la mitigación o la prevención de enfermedades”, agregó Ward.

“Debido a nuestro uso de datos a nivel nacional, todos los países podrían utilizar estos modelos para nutrir sus políticas de salud pública y planificación para futuras pandemias potenciales”, finalizó el profesor experto en enfermedades infecciosas.