No son muy frecuentes, pero existen. Los tumores cerebrales en niños son el segundo tumor más frecuente en este grupo de población después de las leucemias.
El neurocirujano pediátrico de Clínica Alemana, Arturo Zuleta, explica que los estudios señalan que por cada cien mil menores entre los 0 y los 15 años, se detectan unos cinco casos cada año. "Hay muchísimos tipos, son una gran variedad de tumores. Algunas lesiones son malignas pero la mayoría son benignas. Las que no, responde bien a la quimio y radioterapia", dice el especialista.
Respecto del origen de este tipo de tumores, Zuleta dice que no hay causas concretas. "Se sabe que pueden ser debido a cuadro genéticos, se conocen, pero son apenas el 5% del total de tumores cerebrales. No está claro qué factor los gatilla tampoco. Se ha tratado de relacionar con muchas cosas. Se sabe que algunas infecciones virales están involucradas, también las radiaciones, pero después de varios años de exposición", dice el neurocirujano.
¿A qué estar atento? A los dolores de cabeza matinales, que despiertan al menor o que aparecen a las pocas horas de despertar. "Es un dolor que no está en punto específico de la cabeza, no se pueden indicar con el dedo dónde es. El niño aparece abatido, irritable. Si además del dolor hay vómito, hay que consultar. Lo mismo si hay dolor de cabeza acompañado de visión doble o disminución de la agudeza visual", señala Zuleta.
Cuando llega un menor con estos síntomas, el examen que más se realiza es el escáner, una prueba rápida, certera y que no requiere sedación del paciente.
¿Por qué producen dolor? El crecimiento de estos tumores genera un aumento de la presión intracraneana y es en definitiva lo que comienza a molestar y doler.
"El tumor de tronco cerebral difuso es un tumor de cerebro que no se puede operar, por su ubicación. Los demás se puedan sacar o tratar", detalla el especialista.