Macaco Rhesus: Por qué este singular mono es tan importante en la lucha contra el coronavirus
Enviado al espacio en los años 50 para experimentos a altitudes elevadas, fue además el primer primate clonado el año 2000. Compartimos un ancestro en común de hace 25 millones de años, por lo que para los científicos, "es casi lo más parecido a los humanos".
La seguridad en las vacunas que en este momento se están desarrollando es clave en la lucha contra la pandemia de coronavirus, que desde diciembre oficialmente ha contagiado a 3,1 millones de personas y matado 225 mil en todo el mundo.
El problema es la lentitud para elaborar este tipo de fármacos, además de producirlos a gran escala, planear y realizar campañas de vacunación masivas, incluso considerando que se esperan los primeros resultados en un plazo mínimo de 12 a 18 meses, según la Organización Mundial de la Salud.
Según datos de la London School of Hygiene & Tropical Medicine se estima que actualmente existen 119 proyectos de vacunas contra el coronavirus, entre ellos una decena en fase de ensayos clínicos en humanos.
Pero incluso antes que algún fármaco experimental pueda siquiera rozar a algún ser humano, estos proyectos primero deben ser probados en animales, buscando un fármaco efectivo y seguro para las personas.
De ahí la importancia de un singular primate, clave en las posibilidades de encontrar un fármaco que pueda salvar millones de vidas.
El mono
“El macaco o mono rhesus es casi lo más parecido que tenemos a los humanos”, afirmó este martes el Dr. Vincent Munster, investigador de la Universidad de Oxford, uno de los centros que más ha avanzado en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus, y que al mismo tiempo dan cuenta de la importancia de este primate, también utilizado con éxito por científicos chinos.
Ezequiel Hidalgo, director de conservación e investigación del Buin Zoo, cuenta que “los macacos rhesus fueron la segunda especie de primate no humano en tener su genoma completamente secuenciado y además, comparte el 93% de su secuencia de ADN con los humanos", tal como lo revela un estudio publicado en 2007 donde se señala que compartimos un ancestro en común de hace 25 millones de años.
Hidalgo agrega que estos animales "son relativamente fáciles de manejar en ambientes controlados, comparados por ejemplo con especies como chimpancés, gorilas u orangutanes”, lo que explica su utilización en los laboratorios.
Sus encuentros con la ciencia no son pocos. El “factor Rh” del grupo sanguíneo recibe su nombre a propósito de este primate, debido a que fue identificado por primera vez en 1940.
Además, fue lanzado al espacio en los años 50 y 60s por la Nasa para llevar a cabo experimentos a altitudes elevadas, y siguió los pasos de la célebre oveja Dolly, siendo el primer primate clonado el año 2000.
De acuerdo al director del Buin Zoo, aunque existen más 260 especies de primates -orden al que tradicionalmente denominamos monos-, que van desde los pequeños y livianos titis hasta los grandes y pesados gorilas, no se conocen otras especies de primates que sean utilizados específicamente para esta vacuna.
Sobre las pruebas realizadas con este mono y el coronavirus, el experto señala desconocer el protocolo específico para el Covid-19, pero ha visto experimentos donde “con más del 85% o 90% de efectividad de una vacuna protectora versus un agente infeccioso en vacunas elaboradas para uso veterinario, son considerados satisfactorios. En otras palabras, para aquellos casos el éxito no tiene que ser del 100 por ciento”, asegura.
"Además existen protocolos en la utilización de vacunas de uso en personas que incluyen el uso en este tipo de especies, antes de llegar a sujetos de prueba humanos”, sostiene Hidalgo.
Este mono puede ser encontrado en países como Afganistán, Pakistán, India, el sudeste de Asia y China. Se puede adaptar a varios hábitats y algunos incluso pueden vivir con humanos, algo común en India, donde además se consideran sagrados.
Su dieta se basa en raíces, frutas, semillas, corteza, insectos y animales pequeños, y vive en grupos dominados por hembras de hasta 200 miembros, preferentemente en el suelo. El macho crece y alcanza una altura de 60 cm., con una cola de unos 30 cm., y su expectativa de vida es de hasta 25 años.
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