Durante el siglo XX, el gran objetivo espacial era llegar a la Luna. Cincuenta años después el objetivo es conquistar Marte.
En esa ruta, el próximo capítulo será la misión Mars 2020 a cargo del Programa de Exploración de Marte de la Nasa, un nuevo rover con la misión de identificar fuentes de agua subterránea, mejorar las técnicas de aterrizaje y caracterizar el clima y sentar el conocimiento necesario para establecer las bases que recibirán a las expediciones tripuladas en el futuro.
Mars 2020, que será lanzada desde Cabo Cañaveral, Florida, e irá a bordo del cohete Atlas V-541 del United Launch Alliance, investigará el entorno astrobiológico, su superficie y procesos geológicos, entre otros. Además, intentará mejorar las técnicas de aterrizaje y caracterizar el clima, polvo y condiciones ambientales potenciales que podrían afectar a los astronautas que en un futuro vivan y trabajen en Marte.
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César Fuentes, astrónomo de la Universidad de Chile, establece que se trata de un paso necesario para las misiones a largo plazo de la NASA y la humanidad en la exploración del sistema solar. "Esto va en la dirección que considero más importante de exploración para los humanos en Marte, que es saber si es que la vida surgió de manera independiente ahí. Tiene una consecuencia bien importante, y es que si surge, hace probable que haya vida en otros sistemas solares, incluso vida inteligente".
Con un costo que supera los US$ 2.000 millones, la misión Mars 2020 también incluirá un novedoso dron llamado Nasa Mars Helicopter Scout (MHS). Este, antecederá al rover mientras transita por Marte, y podrá ayudar a facilitar un mejor mapeado y orientación para los controladores de la misión respecto a la planificación de rutas de viaje y prevención de riesgos. Utiliza rotores coaxiales, una cámara de alta resolución con seguimiento solar integrada al sistema de navegación de inercia visual. Sus baterías funcionarán con paneles solares.
La tecnología de esta misión será de punta. Destaca un piloto automático llamado Terrain Relative Navigation, un conjunto de sensores para recopilar datos durante el aterrizaje y un nuevo sistema de navegación autónomo, que permitirá que el rover circule más rápido en terrenos difíciles.
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Un dron formará parte de la misión. Será el encargado de facilitar un mejor mapeado.[/caption]
Para una futura misión tripulada a Marte, ésta requerirá de un suministro constante de oxígeno. Debido a las complejidades para transportarlo, esta misión realizará el llamado Experimento de utilización de recursos in situ de oxígeno de Marte (Moxie, su sigla en inglés), el que está explorando una alternativa de ahorro de espacio que convierte el dióxido de carbono, que constituye aproximadamente el 96% de la atmósfera de Marte, en oxígeno.
Una vez realizado el despegue, en julio de 2020, la planificación espacial señala que el amartizaje debería ser el 18 de febrero de 2021 (siempre sujeto a imprevistos). Una vez en Marte, el objetivo de la Nasa es que permanezca al menos un año en la superficie, tiempo equivalente a dos años terrestres, para explorar la región del sitio del amartizaje.