La académica que busca mejorar el aprendizaje matemático en educación diferencial

El cuestionamiento de si los estudiantes con discapacidad intelectual en escuelas especiales tienen las mismas oportunidades de aprender matemáticas que los alumnos y alumnas de otros establecimientos, fue la motivación de la investigadora Constanza San Martín para iniciar su estudio.

¿Sus hallazgos? En escuelas especiales se trabaja mucho en el eje números por medio de actividades bastante repetitivas, indica San Martín, todo ello con un nivel de demanda cognitiva no tan alto. Pero eso no es todo, hay varios elementos del curriculum que no se están trabajando como geometría, medición, probabilidades, azar, entre otros.

La académica de Educación Diferencial de la Universidad Diego Portales, realizó su investigación en alianza con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad de Viña del Mar. En el equipo de investigación también participaron Vanessa Vega (PUCV), Francisco Rojas (PUC), María Victoria Martínez (CIAE), Ximena Paniagua (UDP) y Chenda Ramírez (UVM).

El objetivo del trabajo fue analizar las oportunidades de aprendizaje matemático que se proporcionan a estudiantes con discapacidad intelectual en los cursos que se han implementado y cursos que no han implementado el Programa de Matemática Funcional, del Ministerio de Educación, explorando la relación entre esas oportunidades de aprendizaje con elementos contextuales de las escuelas y con características de los profesores que las generan.

El estudio Fonide, adjudicado en 2017 por San Martín, utilizó una metodología cualitativa. Se estudiaron ocho casos, cada uno de los cuales corresponde a un curso de matemáticas de primer ciclo básico (primero y segundo básico) de escuelas especiales en las Regiones Metropolitana y de Valparaíso.

La relevancia de la investigación, explica San Martín, es que es un primer acercamiento para ver qué pasa dentro de las escuelas especiales en la enseñanza de las matemáticas, "todavía no sabemos si esos niños aprenden o no aprenden matemáticas, estamos enfocados en las oportunidades que se les da para aprender", destaca.

Antes de comenzar este estudio se carecía de antecedentes que pudieran mostrar qué está pasando dentro de las escuelas efectivamente y de saber qué oportunidades de aprendizaje se les está dando a los estudiantes. "Tampoco se sabía si este programa de matemática funcional puede haber tenido algún impacto en las prácticas pedagógicas", dice la académica.

Los resultados, agrega, abren el desafío de preguntarnos por qué no se dan estas oportunidades de aprendizaje en los otros ejes del curriculum o no se están trabajando otras habilidades que plantea el curriculum. "Yo creo que básicamente, por una parte por formación profesional, conversando con los profesores de estos mismos casos ellos nos señalaban que les faltaban herramientas para trabajar esos elementos", detalla San Martín.

La demanda a las universidades es entonces a trabajar en la parte de las disciplinas y las didácticas de las matemáticas con todos los educadores. Además, dice, los educadores diferenciales antes no tenían el desafío de trabajar con el curriculum nacional porque habían planes y programas de estudios paralelos por déficit. "Este desafío que tienen los educadores diferenciales es reciente, surge con el decreto 83 en el año 2015, por lo tanto, tampoco tienen esa formación porque antes no se esperaba que se trabajara el curriculum regular", explica.

Pero además, también existe la creencia, comprobaron entre los profesores que entrevistaron, de que las personas que están en situación de discapacidad intelectual necesitan aprender sobre todo el tema de números y operaciones para manejar el dinero en la comunidad. Se trata de una mirada funcional de las matemáticas o "para la vida" de muchos profesores de escuelas especiales lo sitúan en el manejo de dinero, señala.

"Desde esa creencia es sumamente lógico para ellos trabajar números y operaciones, y no otros elementos. Pero el desafío para nosotros desde las universidades y de la formación es mostrar que sí necesitamos trabajar otros elementos del curriculum porque abre posibilidades de pensamiento, de desarrollo, etc.", recalca.

La investigación entrega como recomendaciones, entre otras cosas,que los cursos de matemática de la formación inicial y permanente de educadores diferenciales aborden elementos disciplinarios y didácticos. Así, a través de la diversificación puedan generar oportunidades de aprendizaje de todos los ejes de matemática del currículum nacional, "así como la construcción de una comunidad de aprendizaje basada en la colaboración entre docentes de educación diferencial y básica", destaca la académica.