La costarricense Melania Guerra (41) ostenta varias marcas: es la primera mujer y científica de su país en haber estado en los dos polos. Conviviendo siempre con el frío, la nieve y ambientes de mucha adversidad, Guerra dice que para ella siempre ha sido emocionante este tipo de aventuras. "Por mucho tiempo soñé con ser astronauta y con ser buzo y por eso me atrajo el trabajo de oceanografía porque me saca de la zona de confort y me pone a hacer ciencia en estos lugares que son tan remotos pero frágiles al mismo tiempo".

Guerra se presentó este lunes 13 de enero en el Congreso Futuro 2020, dónde habló sobre cómo ser agentes de cambio, en su caso, a favor del océano y su fauna marina.

La Tica Polar, como es conocida en sus redes sociales y en su blog donde documenta todos sus viajes e investigaciones, se ha dedicado a estudiar y escuchar las voces del mar y hoy busca representar esas voces a través de la Diplomacia Científica, campo en el que busca desenvolverse mejor ahora ya que ha visto que el océano no tiene quién hable por él.

La científica, también reconoce que le gusta mucho hablar sobre el cambio climático del océano, "porque tantas veces nos enfocamos en la parte terrestre entonces es importante para un país como Chile, que tanto depende de sus costas y de sus recursos marinos que sepan cómo el cambio climático lo afecta".

Asimismo, dice que "este es un super año en el cual va a haber mucha necesidad de que los científicos se involucren en la toma de decisiones y necesitamos que se apropien de esa voz y vayan y comuniquen todo ese conocimiento que tienen".

-¿Cómo fue tomar la decisión de ir a investigar a la Antártida y cruzar todo el continente desde tu investigación en el Ártico?

Bueno yo desde pequeña siempre sentí una gran atracción por las carreras y los trabajos que eran emocionantes, que tenían aventuras, que iban a lugares completamente diferentes a los que uno conoce. Entonces, soñaba con el espacio y el fondo del mar, los polos y todos estos ambientes extremos que los ponen a prueba a uno tanto físicamente como mentalmente, donde tienes que estar completamente concentrado en el trabajo que haces y al mismo tiempo, pues hacer ciencia. Entonces implica ese tipo de concentración de verdad el tener que estar presente en el trabajo y al mismo tiempo pues donde el ambiente está tratando de matarte.

-De las investigaciones que has llevado a cabo, como la que hiciste en el Ártico, ¿qué es lo que más te ha sorprendido?

Creo lo que más me impresionaba era cómo año tras año (cuando visitaba el Ártico) teníamos que correr nuestra expedición más temprano porque el hielo ya se había descongelado. Entonces, a lo largo de los tal vez 10 años que trabajé allá, corrimos el tiempo de nuestro trabajo como tres semanas. Se adelantaba porque el hielo ya estaba abierto para que pudiéramos navegar, lo que me impresionó muchísimo que durante una década ya hubiera impactos que se sentían y que nosotros los podíamos percibir en el trabajo que hacíamos.

-Chile es un país que tiene mar a lo largo de todo su territorio. ¿Cómo has podido ver el cambio climático en el océano?, ¿cómo ves que ha afectado sobre todo a la fauna marina?

Por ejemplo, en estos días hay una gran corriente marina de agua caliente y cuando digo caliente, es casi entre 4-6 grados más caliente que la temperatura normal del agua. Entonces, esto lo que genera es que las poblaciones de los peces se desplacen, se vayan a otras latitudes u otras profundidades para tratar de buscar la temperatura que es adecuada para ellos, lo que va a generar consecuencias. Tal vez  en un año extremo del fenómeno del niño y así como lo hemos sentido y hemos estado preparados diseñando sistemas de prevención de cuando viene un fenómeno del niño, lo que va a suceder ahora es que no vamos a tener un aviso previo de que viene una de estas ondas de calor marina. Más y más frecuentemente vamos a tenerlas y van a ser más intensas, entonces de nuevo tenemos que preparar a las comunidades que son tan vulnerables, como las costas, para que tengan otro tipo de subsistencia económica y estén preparados cuando uno de estos fenómenos ocurra y así su economía no colapse.

-De lo que has visto en tus investigaciones, ¿existe alguna forma de remediar o frenar el cambio climático?

Bueno, pues es importante decir que "frenar" es como el verbo equivocado de utilizar, lo que podemos hacer es "aminorar" o "mitigar" los impactos más graves. Todavía estamos a tiempo de tener las consecuencias más serias y los impactos sobre las personas más vulnerables, entonces, eso es lo que nos motiva todavía a querer impulsar a los gobiernos, impulsar a las industrias y a la gente a que pues decida a actuar por el cambio climático. Pero no podemos decir que vamos a frenarlo (el cambio climático) porque ya hay una cierta inercia del sistema planetario que con el dióxido de carbono que ya está emitido, que hemos estado emitiendo  durante los últimos 150 -200 años, ya no vamos a poder detener ciertos impactos, entonces también tenemos que hacer lo otro que es adaptarnos, tenemos que empezar a fortalecer a ciertas comunidades, ciertas poblaciones, ciertos países -por supuesto los que son más vulnerables- y tenemos que hacer las dos cosas: mitigar los peores impactos y prepararnos lo mejor posible para las consecuencias climáticas que ya vienen.

En tanto,  Melania quien estará en nuestro país hasta el próximo domingo, busca  poder motivar a nuevos embajadores del océano, porque nadie quiere hablar por el mar, "nadie es dueña de esas aguas internacionales, las cuales cubren un 45% del planeta, pero todos somo responsables" afirma.

Lo que quiere lograr la oceanógrafa en su charla, que dará tanto en Santiago como en la región de Aysén, es que "las personas se apropien del océano, se sumen a los esfuerzos que hay que hacer para conservarlos, para preservarlos y que cada uno se sienta, así como nos sentimos cada uno de su tierra con ese apego que uno tiene a su país, que todos lo deberíamos tener por el océano también".

Además, la científica cuenta que este 2020 es un "super año" en el mundo de las negociaciones climáticas y ambientales, donde se espera se den tres instancias muy importantes tanto para llegar nuevos acuerdos sobre el mar, el cambio climático y la biodiversidad. Asimismo, agrede mucho la instancia a Chile por la organización de este evento "porque, así como te digo que todos tenemos que ser embajadores del océano, todos tenemos que ser embajadores de la ciencia y me encanta que un país sea tan visionario de querer formar a sus ciudadanos con la mejor ciencia mundial" finaliza.