Este mes, en que se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, queremos reiterar nuestra preocupación por el control de esta patología que ha seguido en aumento en el mundo y en nuestro país. A nivel global, 463 millones de adultos viven con la enfermedad y se estima que la cifra podría alcanzar los 700 millones en 2045. (Federación Internacional de la Diabetes)
En el caso de Chile, los datos señalan que la población con diabetes se ha triplicado: si comparamos la Encuesta Nacional de Salud de 2003 con la última medición en 2016-2017, pasamos de una prevalencia del 4,2% de la población a un 12,3%. Este escenario podría ser aún más desalentador con la pandemia, ya que el manejo y la prevención de esta enfermedad se dificultó ampliamente, considerando que existen pacientes sin diagnóstico y que no han recibido controles estándar, tenemos que asumir que la salud de las personas se ha deteriorado.
Como Sociedad Médica, queremos generar conciencia sobre esta situación, y llamamos a que los esfuerzos se centren en los siguientes puntos: en primer lugar, pedir a los pacientes que retomen sus controles médicos. Hoy se ha visto una menor disponibilidad de horas en las distintas instituciones, por lo que esperamos que las personas no se desmotiven e insistan en atenderse con el equipo de salud, ya sea con los médicos, nutricionistas o enfermeras. Debemos recordar que esta patología no controlada, puede ocasionar ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores, al mismo tiempo que aumenta el riesgo de padecer un Covid-19 grave. Por lo tanto, quienes padecen esta condición, necesitan retomar sus controles habituales.
En segundo lugar, solicitamos al sistema de salud público y privado a que garantice el pronto acceso a estas prestaciones. Esto es prioritario, muchos pacientes quedaron sin atender y ahora lo necesitan. Han intentado volver a sus controles, pero no tienen horas disponibles porque hay mucha demanda. Sumado a esto, aumentó el número de consultas de pacientes descompensados de su diabetes y de las patologías asociadas. Por lo mismo, es importante que a nivel del sistema de salud público y privado se intente dar solución a esta demanda.
Como tercer punto, reiteramos nuestro llamado a las autoridades, para que actualicen con urgencia el tratamiento de la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM 2) en el sistema público, ya que la actual canasta GES es insuficiente en lo que respecta a los fármacos, lo que dificulta que el paciente cuente con un tratamiento adecuado, aumentando el riesgo de complicaciones crónicas y exponiendo a las personas a efectos adversos tales como hipoglicemias e incremento de peso. Es apremiante que las autoridades destinen recursos para brindar el acceso a terapias que han demostrado ser eficaces en cuanto al control metabólico, prevención de eventos cardiovasculares, renales y disminución del riesgo de mortalidad.
Finalmente, no podemos estar ajenos al momento político que estamos viviendo, pronto tendremos un nuevo Gobierno y vemos que lamentablemente faltó un debate acerca de los presupuestos de salud, que es un problema que se vive diariamente y no se ha tocado en general.
En el caso específico de la diabetes, se podría incorporar dentro de las enfermedades crónicas no transmisibles, que son enfermedades prevenibles en la gran mayoría de los casos, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. En efecto, esta enfermedad se podría prevenir educando sobre los efectos del sobrepeso, la obesidad y el alto sedentarismo de la población. Entonces más que hablar del manejo de estos pacientes, si estableciéramos una política de salud primaria saludable, donde se estimule una alimentación adecuada, y se incentive la actividad física; en los próximos 20 años podemos reducir las tasas de pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles, incluyendo la hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad cardiovascular. Si estableciéramos este tipo de políticas, sería la mejor inversión en salud que se pudiera hacer. Y eso, no lo vimos en el debate. En este sentido, pedimos al futuro gobierno tener una visión a largo plazo de estos temas, que fomente el estilo de vida saludable y permita una mejora en la salud de los chilenos.
* Médica Internista y Diabetóloga, presidenta de la Sociedad Chilena de Diabetología (SOCHIDIAB)