Organizar una reunión Mundial como la Conferencia de las Partes o COP25 que realizará Chile en diciembre de este año no es una tarea sencilla. Así lo cree el ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica, Carlos Manuel Rodríguez, país que también fue candidato a presidir y ser sede de la reunión medioambiental más importante del planeta.

De acuerdo a la programación que estaba fijada, la reunión de este año le correspondía a Brasil, pero el nuevo gobierno del presidente Bolsonaro renunció a la organización. Surgieron entonces dos candidaturas: la de Costa Rica y Chile. Finalmente, y en la COP24 realizada de Katowice (Polonia) en diciembre del año pasado, se definió que nuestro país sería el organizador.

Desde San José, el ministro Rodríguez explica a Qué Pasa que su país desistió a seguir con su candidatura para la COP 25 porque durante la COP 24 en Polonia la Canciller Costarricense renunció a su cargo y eso imposibilitó continuar con la gestión, ya que generó un "impasse" político fuerte. Epsy Campbell renunció a su cargo el 11 de diciembre de 2018 y la confirmación de Chile como sede se anunció tres días después.

Respecto de la carta enviada por la Ministra del Medioambiente, Carolina Schmidt, a la ONU adelantando algunos problemas logísticos con la organización si la fecha era diciembre, Rodríguez insistió en que "las condiciones para organizar la COP25 son excepcionales y por lo tanto complejas". "Normalmente un país sede tiene el doble de tiempo que tiene ahora Chile para organizarla. Por eso es que apoyamos fuertemente al gobierno chileno en la propuesta de fechas y la gestión para que esas fechas obedezcan a la condiciones que el gobierno chileno considere las apropiadas y oportunas".

Costa Rica es el país encargado de realizar la PreCop, dos meses antes de la reunión principal. "La PreCop es importante como previa a la COP. La intención de Costa Rica es que con la PreCop nos concentremos en promover conversaciones sobre acciones climáticas en vez de hacer lo que tradicionalmente se hace en las PreCops que se concentran en negaciones y negociaciones, en lugar de compartir las lecciones positivas en acciones climáticas", señala.

- ¿Conversaron en algún momento con las autoridades chilenas para realizar una reunión conjunta?

Costa Rica y Chile conversaron mucho durante la COP24 en relación a la organización de la COP25. Dadas las condiciones excepcionales para la organización de la COP25, una vez que Costa Rica desiste de la candidatura y apoya la chilena, nosotros nos ponemos a la orden de la ministra chilena y acordamos hacer un esfuerzo en conjunto donde Costa Rica organiza la PreCop y ayuda políticamente en temas y objetivos climáticos, en donde ambos países consideramos que podemos lograr avances y compromisos que demuestren un nivel de ambición climática consecuente con los reportes de la comunidad científica.

- ¿Cree que sería viable, en este momento y considerando las dificultades que ha planteado nuestra autoridad, realizar una reunión de esta magnitud en dos países sedes?

La COP solo se puede desarrollar en un país y este será Chile. Así lo establecen los reglamentos y procedimientos de la Secretaría de Cambio Climático; además de que logísticamente no tiene sentido organizar la COP en dos sedes.

- ¿Qué espera Costa Rica de la COP 25? ¿Cuáles son a su juicio los temas que se deberían abordar y el acuerdo principal al que debieran llegar los participantes?

La presidencia de la COP es importante y estratégica para que los resultados de la misma sean positivos. Chile ha demostrado ser un país de alta ambición climática no solo en la retórica política, sino en las acciones concretas. De aquí que sentimos que tenemos en la Presidencia Chilena una base fuerte política y moralmente. En la COP se necesita mucho empuje y firmeza política para resolver temas pendientes del acuerdo de Paris y en Chile se sentarán las bases para el gran consenso de cómo vamos a implementar el acuerdo de París que se espera hacer en la COP 26.