Misión DART: Aquí viaja la esperanza de la humanidad para salvarnos del impacto de un asteroide y no correr la misma suerte que los dinosaurios

La nave aeroespacial de la Nasa, que despegó exitosamente esta madrugada, intentará demostrar que es capaz de desviar asteroides peligrosos que se dirijan a la Tierra. Viajará a una velocidad de aproximadamente 24.000 kilómetros por hora.


“Asteroide Dimorphos, ¡vamos a por ti!”, tuiteó la Nasa después del lanzamiento.

“Lo que estamos tratando de aprender es cómo desviar una amenaza. En esencia, DART es una misión de preparación, y también es una misión de unidad y colaboración internacional”, señalóThomas Zuburchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas en la Sede de la Nasa en Washington.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa), de manera permanente está innovado e intentando desafiar sus propias barreras especiales. Esta vez lanzó exitosamente la primera misión del mundo para probar técnicas de defensa planetaria activa, es decir, demostrar que es capaz de desviar asteroides peligrosos que se conduzcan a la Tierra en el futuro, conocido como impacto cinético.

Se trata de la nave espacial DART (Double Asteroid Redirection Test), dirigida por el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins y el apoyo de varios centros de la Nasa: el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), el Centro de Vuelo Espacial Goddard (GSFC), el Centro Espacial Johnson (JSC), el Centro de Investigación Glenn (GRC) y el Centro de Investigación Langley (LaRC).

La misión despegó esta madrugada (3.21 am hora chilena) a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, desde la Base de Vandenberg (California), lugar en el que se encuentra desde el pasado 2 de octubre. Previo a eso, fue transportada durante dos días desde el Laboratorio de Física Aplicada (APL) Johns Hopkins en Laurel, Maryland.

La nave espacial está diseñada para impactar el asteroide mientras viaja a una velocidad aproximada de 24.000 kilómetros por hora. Su objetivo final, planeado para fines de 2022, es el asteroide lunar Dimorphos (“dos formas”), de 160 metros de ancho, que orbita un asteroide más grande llamado Didymos (“gemelo”). Este último alcanza 780 metros de diámetro.

La nave impactará el asteroide el próximo año, intentando probar que es posible desviar su trayectoria, y así, realizar una maniobra similar frente a algún asteroide que en el futuro amenace efectivamente a la Tierra, tal como sucedió hace 65 millones de años.

Bernardita Ried, investigadora Centro de Astrofísica CATA, explica que el objetivo es alterar la velocidad y órbita del asteroide. “Tiene un gran valor científico, porque es la primera vez que podremos recabar datos concretos. Si bien todo esto se puede analizar desde un punto de vista teórico, ahora tendremos información y datos, de por ejemplo, cómo cambiaría el período de rotación del asteroide producto de la colisión”.

Juan Carlos Beamin, astrónomo y coordinador científico del Centro de Comunicación de las Ciencias de la Universidad Autónoma de Chile, establece que el objetivo principal es demostrar un método de defensa planetaria, “que consiste en lograr cambiar ligeramente la órbita de un asteroide al hacer colisionar una nave espacial, a gran velocidad, contra éste”.

En este caso se impactará un asteroide que es parte de un sistema binario, es decir, dos asteroides. “La misión lo hará con el más pequeño con la esperanza de ver cómo cambia su órbita, el objetivo que persigue la Nasa es ver si se puede reducir gracias al impacto de DART”, analiza Beamin.

Mientras la nave de la Nasa realice su trabajo en el espacio, será acompañada por otro equipo aeroespacial llamado LICIACube (Light Italian Cubesat for Imaging of Asteroid), un pequeño satélite de la Agencia Espacial Italiana, el que será desplegado desde la propia DART, con el objetivo de capturar imágenes de los efectos del impacto en la superficie y la pluma de eyección generada.

Dart Nasa
Dos vistas diferentes de la nave espacial DART. A mano izquierda, se muestra la antena Radial Line Slot Array (RLSA) con los ROSA (Roll-Out Solar Arrays) enrollados. La vista de la derecha grafica el motor de iones NEXT-C. Crédito: Nasa

Ried aclara que si bien durante los próximos 50 años la Tierra no será impactada por algún asteroide del Sistema Solar, “es muy importante contar con las herramientas para hacerlo en caso de que sea necesario. Al momento de la colisión no veremos efectos desde la Tierra, ya que es muy pequeño, sin embargo, será filmado por una sonda para luego enviar la información y analizarla”.

El proyecto tuvo un costo de US$ 330 millones y es el primero de este tipo. La nave cuenta con dos “brazos”, los que se extienden alcanzando 8,6 metros de largo por 2,3 metros de ancho. Andy Rivkin, jefe del equipo de investigación DART, señala que el período orbital actual es de 11 horas y 55 minutos. “El equipo espera que el golpe reduzca en unos 10 minutos la órbita de Dimorphos”.

Beamin señala que esta expedición tiene valor e importancia, tanto para la ciencia como para las instituciones de defensa, “pues sabemos que los asteroides han chocado en el pasado con la Tierra, en algunos casos sin graves daños, pero en otros casos sí, como en Tunguska, Rusia en 1908, cuando un asteroide de 60 metros aplastó unos 80 millones de árboles en un área de 2.150 km² de bosque. Esta misión probará si es posible desviar de su curso a estos asteroides lo suficiente como para prevenir un desastre mayor”.

De la ciencia ficción a la realidad

Es una sensación indescriptible, “ver algo de la etapa de las palabras en papel que se volvió real y se lanzó al espacio”, añade Andy Rivkin, líder de investigación del equipo DART.

DART está convirtiendo la ciencia ficción en hechos científicos, “y es un testimonio de la proactividad e innovación de la Nasa para el beneficio de todos”, dice Bill Nelson, administrador de la Nasa.

Existe cierta incertidumbre sobre la cantidad de energía que se transferirá con el impacto, ya que se desconoce la composición interna y la porosidad del cuerpo espacial. “Cuantos más desechos se generen, más empuje recibirá Dimorphos. Cada vez que vamos a un asteroide, nos encontramos cosas que no esperábamos”, añade Rivkin.

La colisión con Dimorphos permitirá a los investigadores demostrar la técnica de deflexión junto con varias tecnologías nuevas y recopilar datos importantes para mejorar las capacidades de modelación y predicción de la deflexión de asteroides, los que señala la Nasa, no representan ningún tipo de peligro o amenaza para la Tierra. “Esas mejoras nos ayudarán a prepararnos mejor en caso de que un asteroide sea descubierto como una amenaza para la Tierra”, considera la agencia espacial norteamericana.

Dart Nasa
La misión DART despegó a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, la compañía de Elon Musk. Crédito: NASA / Bill Ingalls

Los objetivos científicos de la misión van de la mano con la teoría que señala que hace alrededor de 66 millones de años, un meteorito de unos 10 kilómetros de diámetro impactó contra la Tierra, provocando la extinción del 75% de las especies, incluidos los dinosaurios, que dominaban el planeta.

Aunque han pasado millones de años, eventualmente esto podría volver a repetirse, por lo que la Nasa, de cierta manera, pretende anticiparse y estar preparada frente a cualquier eventualidad.

En las últimas semanas y meses, con el fin de afinar cada detalle previo al lanzamiento, la nave pasó por una serie de pruebas finales, para garantizar que cada pieza esté completa y operativa, así como también una revisión de preparación operativa de vuelo.

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