Misión DART: Nasa lista para probar si puede desviar asteroide y salvar a la Tierra de futuro impacto
La nave espacial probará en septiembre si es capaz de alterar la trayectoria del asteroide y evitar que en un futuro la humanidad corra la misma suerte que los dinosaurios.
“Asteroide Dimorphos, ¡vamos a por ti!”. Así tuiteó la Nasa tras el lanzamiento de su misión DART, el pasado 24 de noviembre. El mensaje hacía alusión al despegue de una nave espacial a bordo de un cohete de SapceX con dirección al asteroide lunar Dimorphos (“dos formas”), una roca de 160 metros de ancho, que orbita un asteroide más grande llamado Didymos (“gemelo”), que alcanza 780 metros de diámetro.
La nave espacial está diseñada para impactar el asteroide mientras viaja a una velocidad aproximada de 24.000 kilómetros por hora y ver si es capaz de cambiar su curso.
Si la misión tiene éxito, probará que la tecnología podría en el futuro desviar un asteroide en curso de colisión con la Tierra.
Y después de casi un año de viaje, finalmente el artefacto está muy cerca de llegar a su destino, por lo que la Nasa convocó para el próximo 1 de septiembre a una conferencia mundial para anunciar los detalles del proyecto, cuyo impacto está fijado para el lunes 26 de septiembre.
La misión “Prueba de redireccionamiento del asteroide doble” (DART, por sus siglas en inglés) de la Nasa, la primera en el mundo que pone a prueba una tecnología para defender a la Tierra de posibles peligros de asteroides o cometas, “impactará con su objetivo, un asteroide que no supone ninguna amenaza para la Tierra, a las 7:14 pm EDT del lunes 26 de septiembre”, escribió la agencia espacial en una convocatoria de prensa para el próximo jueves, cuando dé más detalles de la misión.
El cronograma de la agencia espacial también incluye una sesión informativa televisada a partir de las 6 pm del 26 de septiembre desde el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins (APL, por sus siglas en inglés) en Laurel, Maryland. APL construyó y gestiona la nave espacial DART para la Nasa.
La prueba demostrará que una nave espacial puede navegar de forma autónoma hacia un asteroide y colisionar con él de forma intencionada para cambiar el desplazamiento de dicho asteroide de manera que se pueda medir con telescopios basados en tierra. DART contribuirá a datos importantes para ayudar a preparar mejor para un asteroide que pueda suponer un peligro de impacto para la Tierra, si alguna vez se descubre uno.
“Lo que estamos tratando de aprender es cómo desviar una amenaza. En esencia, DART es una misión de preparación, y también es una misión de unidad y colaboración internacional”, señaló Thomas Zuburchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas en la Sede de la Nasa en Washington, poco después del lanzamiento en 2021.
Juan Carlos Beamin, astrónomo de la Fundación Chilena de Astronomía, explica que el objetivo principal es demostrar un método de defensa planetaria, “que consiste en lograr cambiar ligeramente la órbita de un asteroide al hacer colisionar una nave espacial, a gran velocidad, contra éste”.
En este caso se impactará un asteroide que es parte de un sistema binario, es decir, dos asteroides. “La misión lo hará con el más pequeño con la esperanza de ver cómo cambia su órbita, el objetivo que persigue la Nasa es ver si se puede reducir gracias al impacto de DART”, señala Beamin.
Mientras la nave de la Nasa realice su trabajo en el espacio, será acompañada por otro equipo aeroespacial llamado LICIACube (Light Italian Cubesat for Imaging of Asteroid), un pequeño satélite de la Agencia Espacial Italiana, el que será desplegado desde la propia DART, con el objetivo de capturar imágenes de los efectos del impacto en la superficie y la pluma de eyección generada.
Si bien durante los próximos 50 años la Tierra no será impactada por algún asteroide del Sistema Solar, los astrónomos han señalado que es muy importante contar con las herramientas para hacerlo en caso de que sea necesario. Al momento de la colisión no se verán efectos desde la Tierra, ya que es muy pequeño, sin embargo, será filmado por una sonda para luego enviar la información y analizarla.
El proyecto tuvo un costo de US$ 330 millones y es el primero de este tipo. La nave cuenta con dos “brazos”, los que se extienden alcanzando 8,6 metros de largo por 2,3 metros de ancho. Andy Rivkin, jefe del equipo de investigación DART, señala que el período orbital actual es de 11 horas y 55 minutos. “El equipo espera que el golpe reduzca en unos 10 minutos la órbita de Dimorphos”.
Beamin señaló que esta expedición tiene valor e importancia, tanto para la ciencia como para las instituciones de defensa, “pues sabemos que los asteroides han chocado en el pasado con la Tierra, en algunos casos sin graves daños, pero en otros casos sí, como en Tunguska, Rusia en 1908, cuando un asteroide de 60 metros aplastó unos 80 millones de árboles en un área de 2.150 km² de bosque. Esta misión probará si es posible desviar de su curso a estos asteroides lo suficiente como para prevenir un desastre mayor”.
De la ciencia ficción a la realidad
Es una sensación indescriptible, “ver algo de la etapa de las palabras en papel que se volvió real y se lanzó al espacio”, dijo Andy Rivkin, líder de investigación del equipo DART.
DART está convirtiendo la ciencia ficción en hechos científicos, “y es un testimonio de la proactividad e innovación de la Nasa para el beneficio de todos”, agregó Bill Nelson, administrador de la Nasa, poco después de la partida de la misión.
Existe cierta incertidumbre sobre la cantidad de energía que se transferirá con el impacto, ya que se desconoce la composición interna y la porosidad del cuerpo espacial. “Cuantos más desechos se generen, más empuje recibirá Dimorphos. Cada vez que vamos a un asteroide, nos encontramos cosas que no esperábamos”, añadió Rivkin.
La colisión con Dimorphos permitirá a los investigadores demostrar la técnica de deflexión junto con varias tecnologías nuevas y recopilar datos importantes para mejorar las capacidades de modelación y predicción de la deflexión de asteroides, los que señala la Nasa, no representan ningún tipo de peligro o amenaza para la Tierra. “Esas mejoras nos ayudarán a prepararnos mejor en caso de que un asteroide sea descubierto como una amenaza para la Tierra”, considera la agencia espacial norteamericana.
Los objetivos científicos de la misión van de la mano con la teoría que señala que hace alrededor de 66 millones de años, un meteorito de unos 10 kilómetros de diámetro impactó contra la Tierra, provocando la extinción del 75% de las especies, incluidos los dinosaurios, que dominaban el planeta.
Aunque han pasado millones de años, eventualmente esto podría volver a repetirse, por lo que la Nasa, de cierta manera, pretende anticiparse y estar preparada frente a cualquier eventualidad.
En las últimas semanas y meses, con el fin de afinar cada detalle previo al lanzamiento, la nave pasó por una serie de pruebas finales, para garantizar que cada pieza esté completa y operativa, así como también una revisión de preparación operativa de vuelo.
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