La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó este martes de que en el mundo ya se han detectado 429 casos de hepatitis aguda en niños, de los cuales la mayoría se han diagnosticado en los países europeos.
Sin embargo, las cifras distan de las entregadas por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (EDCD, su sigla en inglés), que afirma que la estallido global casos ha afectado al menos a 450 niños en 20 países, incluidos 109 en Estados Unidos. Once niños han muerto, incluidos cinco en Estados Unidos. Más de dos docenas han necesitado trasplantes de hígado.
La OMS explicó la aparente contradicción en la cifras indicandode que “cada día los números van cambiando”. De acuerdo a sus registros, hasta la fecha seis niños han fallecido y alrededor de 26 han necesitado un trasplante de hígado, siendo la mayoría de ellos menores de 5 años.
El organismo también reconoció que el 15 por ciento de los casos de hepatitis aguda han debido ser ingresados a un hospital o en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). “Seguimos instando a los estados miembros a que investiguen y notifiquen los datos”, sostuvo.
La hepatitis leve es bastante común en los niños, pero los médicos están viendo algo bastante diferente y alarmante: menores con lesiones hepáticas lo suficientemente graves como para requerir trasplantes. Por lo general, el Reino Unido, que ha liderado la pesquisa de casos en el mundo, tiene en promedio entre ocho y diez trasplantes de este tipo en un año. Ahora y en solo tres meses ya ha tenido 11.
Causas de la grave hepatitis infantil
Dos nuevas investigaciones finalmente dieron con lo que parece ser la verdadera causa de este misterioso brote: el adenovirus F41 y el Sars-CoV-2.
De acuerdo a la primera investigación, una cadena de eventos posiblemente desencadenada por una infección no reconocida con el coronavirus Sars-CoV-2 podría estar causando los misteriosos casos de hepatitis grave informados en cientos de niños pequeños en todo el mundo, sugieren los investigadores.
Los niños con Covid-19 tienen un riesgo significativamente mayor de disfunción hepática posterior, según este estudio del Case Western Reserve University School of Medicine, de EE.UU. y publicado el sábado en medRxiv y que aún no ha sido revisdo por pares. El problema es que la mayoría de los niños con hepatitis aguda, que generalmente es rara en ese grupo de edad, no informan una infección previa por Covid.
Sin embargo, la segunda investigación, dirigida por científicos del Imperial College de Londres y publicada en The Lancet Gastroenterology & Hepatology, explicó que es posible que los niños afectados, muchos de los cuales son demasiado pequeños para ser vacunados, hayan tenido infecciones leves o asintomáticas de Covid que pasaron desapercibidas.
Si eso fuera cierto, teorizan, entonces las partículas persistentes del coronavirus en el tracto gastrointestinal de estos niños podrían estar preparando al sistema inmunitario para reaccionar de forma exagerada al adenovirus-41F con altas cantidades de proteínas inflamatorias que finalmente dañan el hígado.
“Sugerimos que los niños con hepatitis aguda sean investigados por la persistencia del Sars-CoV-2 en las heces” y por otras señales de que el daño hepático está ocurriendo porque la proteína spike del coronavirus es un “superantígeno” que sobresensibiliza el sistema inmunológico, explicaron los científicos.
La tesis es compartida por médicos en Israel, que aseguran que la hepatitis está relacionada con la pandemia porque la mayoría de sus varias docenas de niños enfermos mostraron evidencia de infecciones pasadas por coronavirus. Israel ha visto más de 40 casos de hepatitis grave en niños, incluidos dos bebés que recibieron trasplantes.
Los médicos de EE.UU. y el Reino Unido han notado que pocos de los niños que trataron por hepatitis tenían infecciones documentadas por coronavirus. Sin embargo, los estudios han demostrado que las tres cuartas partes de los niños en este país y más del 95 por ciento de los del Reino Unido tienen anticuerpos Covid-19 que indican infecciones pasadas.