Moái kavakava, el misterioso ícono Rapa Nui que será subastado en más de 650 millones de pesos en EE.UU.
Figura tallada en madera en 1860 saldrá a la venta con un precio base de US$ 800.000. Originalmente creados como marionetas para contar historias, estas estatuillas fueron sacadas de la isla antes de que ésta sea anexada a Chile. Alcalde y ministra de las Culturas lamentan la subasta, pero aseguran que legalmente no pueden hacer mucho.
La cultura Rapa Nui está llena de misterios, enigmas, símbolos e historias ancestrales, muchas de ellas aún sin resolver. Su principal imagen son los moái, estatuas monolíticas humanoides construidas de piedra en la cantera del volcán Rano Raraku.
Dentro de esta mística isleña, en el siglo XIX surgieron una serie de figuras, cada una con sus propias características. Son los moái kavakava, una clásica pieza pascuense de la década de 1860.
Tallados en madera, de aspecto alargado y de costillas marcadas, según la historia, la figura se utilizaba para proteger a las familias de los espíritus malignos, y también como marionetas para contar historias.
Si bien hoy existe plena conciencia del patrimonio y en la isla todo está protegido, antiguamente no era así. No era extraño que algunos visitantes se llevaran objetos. Incluso moáis de tamaño real. En aquel entonces, Isla de Pascua aún no estaba anexada a territorio nacional, por lo que este tipo de figuras no está amparada en la actual legislación que protege el patrimonio rapanui.
El año pasado ya circuló uno de estas figuras y fue vendida en US$ 958 mil. El próximo 2 de julio, los coleccionistas tendrán la oportunidad de adquirir nuevamente una de estas exclusivas piezas.
Pieza tallada a mano hace 160 años
La casa de subasta Bonhams, ubicada en Los Angeles, Estados Unidos, rematará un moái kavakava de 47 cms. de largo. El precio base para poder entrar en el remate es de US$ 800.000, unos $657 millones de pesos.
La pieza tiene un amplio recorrido. Fue subastada por primera vez en 1983 en Nueva York, luego en Londres en 1991. Un año después la adquirió un coleccionista español y finalmente llegó a manos de sus actuales dueños, perteneciente a la Colección de Mark y Carolyn Blackburn en Honolulu, Hawaii.
Fredric Backlar, especialista consultor en arte africano, oceánico y precolombino de Bonhams, quien está cargo de la subasta, señala a Qué Pasa que “existen 85 moái kavakava conocidos, que se hicieron antes de que los artistas comenzaran a hacerlos comercialmente después de 1860. Esta es una pieza diferente a la que se subastó el año pasado en París”, explica.
Desde Los Angeles, Backlar explica que al igual que sus antepasados polinesios, “las artes de Rapa Nui incluían tallados de madera, textiles, música, danza y tatuajes del cuerpo humano. El medio por el que los artistas son más famosos son los tallados de madera figurativa (moái miro), curiosas formas humanas y animales combinados, que incluyen pájaros, lagartos y anguilas marinas. Quizás la más enigmática de estas figuras son los moái kavakava, como la pieza que presentamos para la venta”.
Debido al desarrollo del Covid-19, “será una venta en vivo y en línea, lo que significa que habrá un subastador a puerta cerrada con ofertas telefónicas, en línea y sin público presente. Nadie estará en la audiencia haciendo una oferta”, explica Backlar.
“Quisiéramos ver esta pieza en la isla junto a la cultura que la creó”
Pedro Edmunds, alcalde de Rapa Nui desde 2012, siempre se ha mostrado en contra de la venta de este tipo de artículos. “No está bien, tienen un historial ancestral. Es similar a lo que ocurre con el moái en Londres, es lo mismo. Desde el punto de vista legal, no tenemos nada que hacer. Pero se podría establecer un puente con la persona que lo adquiera, para retornarlo a la isla. Se me ocurre esa idea y a través de esa complicidad que vuelva a Isla de Pascua”.
Consuelo Valdés, ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, es clara con respecto a este tipo de figuras. “Nuestra postura como Ministerio en torno a ciertos bienes culturales pertenecientes a los pueblos originarios presentes en el país, es procurar y colaborar para que éstos retornen a su lugar de origen, donde su significado posee un valor simbólico y cultural. En este caso, quisiéramos ver esta pieza en la isla junto a la cultura que la creó, tal como lo hemos impulsado con varias piezas de la colección Rapa Nui del Museo Nacional de Historia Natural que hemos devuelto al Museo Antropológico de la isla”.
“El consejo de ancianos de la isla siempre está alerta y pendiente de hacer gestión para el retorno de nuestros ancestros. Y este es un tema, que si bien no lo he hablado con ellos, ahora que me lo mencionas puedo hablarlo en la semana con el presidente del consejo y ver que ellos se hagan parte de esto. A lo mejor ellos lo entregaron de buena fe en esa época, y hoy día se comercializa. Eso no está bien. Hoy no hay ninguno en la isla”, explica Edmunds.
Debido a que piezas como el moái kavakava no pueden acogerse a la legislación actual que protege el patrimonio rapanui, ya que Isla de Pascua se anexó al territorio chileno 20 años después del paso de la fragata HMS Topaze, y recién en 1935 la isla comenzó a tener protección del Estado al ser declarada como Monumento Nacional, “esto no significa que no tenga valor patrimonial, sino que las herramientas para aproximarse a estos casos no dependen de la legalidad local ni internacional, sino que de la diplomacia. Y es por esa vía que hemos realizado y apoyado retornos que están en agenda”, añade la ministra.
La actual postura del Ministerio apunta a restituir bienes culturales y patrimoniales. “Sumado a las piezas albergadas en el Museo Nacional de Historia Natural que hemos regresado, el año pasado se firmó un acuerdo con los reyes de Noruega para restituir los bienes arqueológicos del museo Kon Tiki, mientras avanzamos para concretar el sueño de construir un nuevo Museo Antropológico en Rapa Nui, cuyos terrenos ya fueron destinados a nuestro ministerio por parte de Bienes Nacionales. Si bien, entendemos que existe un mercado en torno a piezas de este valor, como ministerio, y sobre todo respetando el deseo de la comunidad Rapa Nui, quisiéramos que tanto esta pieza como todas las que se encuentran en otros lugares del mundo, retornen a la isla”, explica Valdés.
Kavakava: marioneta llena de símbolismo e historia
El experto a cargo de la subasta pone en valor la cultura Rapa Nui. “La Isla de Pascua es la isla más aislada de toda Oceanía, y forma el punto sureste del triángulo polinesio con las islas hawaianas al noroeste y Nueva Zelanda al suroeste. Viviendo en completo aislamiento, con relativa estabilidad, y sin duda felicidad por alrededor de 1000 años, la gente de la Isla de Pascua, los Rapa Nui, construyeron plataformas de piedra alrededor de la isla en el siglo XII y las gigantescas estatuas de piedra monolíticas (moái) de renombre mundial que establecieron en el siglo XIV”.
Figuras como el moái kavakava tienen un significado muy profundo. “Todo eso está arraigado en nuestra historia, en nuestra mitología, y nosotros lo vivimos y revivimos todo el tiempo a través de nuestros hijos, a través de las actividades culturales que tenemos durante el año. La cultura está viva”, señala Edmunds.
“Si bien esta pieza no tiene una fecha clara de salida de la isla, se puede observar la calidad y fineza de su tallado, que según los cálculos de nuestros profesionales del Museo Antropológico de Rapa Nui podría tratarse de un kavakava de principios del siglo XIX o incluso fines del S. XVIII, aunque también es posible que haya salido después de la llegada de los misioneros (segunda mitad del S. XIX). Hay pocas piezas documentadas que sabemos que salieron de la isla previo a ese acontecimiento. De todas maneras este kavakava es bastante reconocido por su estilo y por ser un ejemplo muy fino del tallado rapanui en madera. Y es precisamente el tipo de escultura que la comunidad quisiera recuperar”, argumenta la ministra de Cultura.
“El kavakava fue fabricado, hecho para contar historias verídicas en la época, pero a través de la mímica, con marionetas. El kavakava en la parte del pescuezo tiene un hueso sobresaliente y tiene un agujero, que sirve para amarrarle una pita. Se utilizaba para ir contando una historia e ir moviéndolo. Simboliza un hecho verídico, algo que pasó”, revela el alcalde.
En relación a la cultura Rapa Nui, los mitos de la isla siempre han atrapado la imaginación del mundo. “El asentamiento de Rapa Nui representa la culminación de una de las mayores hazañas de determinación y habilidad de navegación en la historia humana. Durante generaciones, la construcción de los moái requirió la tala de árboles en la isla, lo que condujo a la deforestación y, por lo tanto, a la erosión del suelo, hambruna, entre otros”, señala Backlar.
Lamentablemente, “después llegaron barcos occidentales, muchos con necesidad de alivio de sus largos viajes, lo que comenzaron a explorar el Pacífico en el siglo XVIII. A principios del siglo XIX, los barcos balleneros habían comenzado a poblar el Pacífico, aumentando su número de visitas e intercambios con los pueblos indígenas”, explica Backlar.
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