Hoy el cáncer en Chile es la segunda causa de muerte. Incluso, en algunas regiones del país ya es la primera, superando a otras vinculadas al sistema circulatorio. Es tal el impacto de la enfermedad, que datos del Ministerio de Salud (Minsal) proyectan que durante el próximo decenio se instalará como la principal causa de muerte en el país.
La estimación de incidencia para el año 2018 en Chile según el Global Cancer Observatory (Globocan) fue de 53.365 nuevos casos totales, con 27.483 casos en hombres y 25.882 en mujeres.
Una enfermedad que se inicia cuando las células comienzan a crecer fuera de control. Desajuste que puede ocurrir en casi cualquier parte del cuerpo y diseminarse a otras áreas. Un riesgo que aumenta significativamente a medida que aumenta la edad. Más del 40% de nuevos casos en el mundo son diagnosticados en personas mayores de 65 años. Un porcentaje que, producto del envejecimiento poblacional, se estima irá en aumento.
Pero también el cáncer muestra una fuerte relación (40%) con estilos de vida no saludables y factores de riesgo, como el consumo y exposición a humo de tabaco, obesidad, consumo de alcohol, exposición a sustancias tóxicas y agentes infecciosos. Por eso, pese a no ser común, también se presentan en personas menores de 40 años.
Factores de riesgo
En Chile, el 3,08% de los fallecimientos por tumores malignos se presentan en menores de 40 años, según indican las Estadísticas Vitales 2016, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Si en ese año el total de fallecimientos por esa causa fue de 26.027, las de ese rango de edad fueron 804.
Marcelo Garrido, oncólogo de la Red UC Christus, señala que se ven más casos de menores de 40 años. "En mi experiencia clínica, veo más gente joven con cáncer, que se relaciona a más obesidad a edades más precoces, como a más ambientes contaminados", explica.
Una gran variedad de cáncer puede ocurrir en este rango de edad. Algunos de los más comunes en adultos jóvenes son el cáncer de mama, linfomas (no Hodgkin y Hodgkin), melanoma, sarcomas (cánceres de tejidos conectivos como músculos y huesos), cánceres del tracto genital femenino (cérvix y ovario), cáncer de tiroides, cáncer testicular, cáncer colonrectal, leucemia, y tumores del cerebro y la médula espinal.
Las leucemias y los linfomas son más comunes antes de los 25 años, mientras que los cánceres de melanoma y de mama, cervical y colorrectal se vuelven más frecuentes después de los 25 años. En el caso del cáncer de mama es más frecuente en mujeres mayores. Previo a los 30 años es infrecuente, pero se vuelve más común a medida que las mujeres envejecen.
Estimar la probabilidad de fallecer por esa causa a edades más tempranas, no es sencillo de determinar, indica Garrido. Existen muchas variables. "Depende de la población, edad, grupo de riesgo, y patología", detalla.
Datos de la Sociedad Americana de Cáncer indican que cerca del 4% de todos los cánceres se diagnostican en personas en ese rango de edad. Además, las mujeres jóvenes tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con cáncer que los hombres jóvenes, pero los hombres y mujeres jóvenes tienen la misma probabilidad de morir de cáncer.
Y si bien, tienen menos riesgo en términos generales, porque el riesgo se incrementa con la edad, aclara Garrido, depende en gran medida de la presencia de otros elementos. "Por ejemplo, en una persona de menor de 40 años con antecedentes directos con cáncer tiene más riesgo, lo que que se ve claro en casos de cáncer de mama y de colon. O en el caso de cáncer gástrico, existe un componente familiar claro que se ve en un 1% de los pacientes, y si tienen muchos familiares con antecedentes de cáncer, el riesgo aumenta al 15%".
Claudio Solé, coordinador del Programa de Especialización Médica en Radioterapia Oncológica UDP, señala que la mortalidad por cáncer está fuertemente relacionada a la edad, las tasas de mortalidad más altas se ven en pacientes mayores. "En particular los adultos de entre 25 y 49 años, contribuyen en menos de un 5% de las muertes por cáncer", subraya.
Que el 3,08% de los fallecimientos por tumores malignos se presentan en menores de 40 años, es una cifra que el experto de la Red UC Christus destaca como baja, lo que se entiende porque la gran mayoría son leucemias, que se curan. Entre los adultos jóvenes, agrega, el pronóstico tiende a ser mejor en aquellos que son menores en el momento del diagnóstico. "Lo mismo ocurre, por ejemplo, con el cáncer de testículo que en 100% se cura. Las muertes son un dato certero, pero no indica real impacto".
Las recomendaciones generales, dice Garrido, son no incorporar factores como fumar, beber alcohol, vida sedentaria, drogas, y vivir o trabajar en ambientes contaminados. "En aquellos individuos con factores de riesgo es recomendable consultar prematuramente y hacer pesquisa precoz", acota.