En el último tiempo la participación ciudadana ha tenido una metamorfosis, tanto en el país como en el mundo. Las formas tradicionales o más convencionales, como militar en un partido político o ir a votar cuando se celebran elecciones, ya no son la primera alternativa para los ciudadanos.
Hoy, a diferencia de años atrás, la sociedad civil está eligiendo las redes sociales como nuevo espacio de participación política alternativa, en la cual se les permite incidir en los debates y, de este modo, en las políticas públicas que se presentan. Esto demuestra que dentro del sistema político la participación ciudadana sigue siendo la protagonista, solo que lo que ha cambiado es la forma de efectuarla.
De hecho, el reciente movimiento social que tuvo su inicio el 18 de octubre pasado, comenzó gracias a la organización de los estudiantes a través de las redes sociales. La aplicación de Instagram los ayudó a realizar un llamado para evadir el alza del pasaje del Metro, el que se propagó rápidamente en las "stories" de los diversos usuarios de la red social. Es más, desde ese día y hasta ahora, todas las iniciativas por el movimiento inorgánico están hechas y difundidas por las redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram, así como también por Whatsapp y otros chat privados que no están encriptados.
La respuesta y participación digital ha sido tan exitosa que el movimiento va a cumplir un mes organizándose y convocándose sin problemas. Por lo mismo, hoy se pueden encontrar diversas cuentas en las redes sociales, con nombres muy singulares, que van avisando de los actos venideros, y también algunas que sirven de denuncias contra el abuso policial.
Además, esta nueva forma de participación le ha dado la posibilidad a la sociedad civil de ser parte de una nueva e incipiente forma de opinión publica que cada día se escucha más en las redes sociales, sobre todo en Twitter donde se generan los debates, no sólo entre los actores sociales, sino que también con los actores políticos. Ahí la ciudadanía tiene un espacio inédito de denuncia, diálogo y contacto directo con políticos, empresarios y académicos, de una manera totalmente distinta a como ocurría antes.
La permeabilidad de las redes sociales y las acciones ciudadanas es un fenómeno que llegó para quedarse en Chile. Esta nueva forma de organización se ha visto reflejada en otros casos, como por ejemplo, en el controversial asesinato de Camilo Catrillanca, donde se vieron muchas acciones en redes sociales que permearon a la ciudadanía, tales como: cacerolazos, creación de hashtag, para que luego se conviertan en trending topic en Twitter, pidiendo la renuncia el exministro del Interior Andrés Chadwick. Así como también la exposición de un poema de Raúl Zurita en un edificio con la cara de Catrillanca en Plaza Italia.
También existe el caso del exministro de Las Culturas y las Artes, Mauricio Rojas, quien duró solo un fin de semana en el cargo, ya que a través de las redes sociales, la ciudadanía exigió su renuncia por sus declaraciones en contra del Museo de la Memoria. Asimismo, está el caso de la cantante Camila Gallardo quien sufrió una tensa situación de acoso por parte del alcalde de Puerto Varas, Ramón Bahamonde, en el festival de la ciudad, entre otros.
Por consiguiente, el lugar que hoy ocupan las redes sociales en la vida de los ciudadanos no es solo como una herramienta de esparcimiento y diversión, sino que también como una nueva forma de participación política, que ha fortalecido un accionar social al margen de la dependencia de cualquier partido político, basado solo en la organización, activismo y convicción.