La noción de experiencias cercanas a la muerte ha fascinado a la gente durante mucho tiempo y la pregunta ¿qué pasa después? sigue siendo una incógnita sin resolver. Sin embargo, un nuevo estudio mostró cómo una persona que sobrevive a un paro cardíaco puede experimentar experiencias cercanas a la muerte con cierta claridad y autoconciencia.
La investigación llamada AWARE II incluyó 567 hombres y mujeres que se sometieron a RCP luego de que su corazón dejara de latir mientras estaban hospitalizados entre mayo de 2017 y marzo de 2020 en Estados Unidos y Reino Unido. A pesar del tratamiento inmediato, menos del 10 % se recuperó lo suficiente como para ser dado de alta del hospital. También se examinaron testimonios adicionales de 126 personas de su “muerte lúcida”.
El estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Medicina Grossman de la NYU y otros lugares, reveló que alrededor del 20% (una de cada cinco personas) que sobreviven a la reanimación cardiopulmonar (RCP) después de un paro cardíaco pueden describir experiencias lúcidas de muerte que ocurrieron mientras estaban aparentemente inconscientes y al borde de la muerte.
“Nuestros resultados ofrecen evidencia de que mientras se está al borde de la muerte y en coma, las personas experimentan una experiencia consciente interna única, que incluye la conciencia sin angustia”, dijo Sam Parnia, médico y autor principal del estudio.
Los sobrevivientes informaron a los médicos experiencias lúdicas únicas que parecen que tenían la sensación de salir de sus cuerpos y observar lo que ocurría a su alrededor sin dolor ni angustia. También revisaron su vida, sus acciones, intenciones y sus pensamientos frente a sus seres queridos.
Además de estos testimonios, los médicos pudieron registrar la actividad cerebral oculta durante estas “muertes lúcidas”. Detectaron picos en la actividad cerebral presentes hasta una hora después de la RCP, a pesar de que los pacientes no mostraban signos de vida en esta etapa.
Para su sorpresa, las ondas gamma, delta, theta, alfa y beta que generalmente están presentes cuando las personas están conscientes y realizan funciones mentales superiores como el pensamiento, la recuperación de la memoria y la percepción consciente, estuvieron presente luego de que la persona muriera.
Los investigadores encontraron que estas experiencias de muerte son diferentes de las alucinaciones, los sueños, los delirios, las ilusiones o la conciencia inducida por RCP. “Estas experiencias recordadas y los cambios en las ondas cerebrales pueden ser signos tempranos de la llamada experiencia cercana a la muerte y los hemos capturado por primera vez en un gran estudio”, dijo Parnia.
La identificación de signos de actividad cerebral junto con la evidencia similar de experiencias cercanas a la muerte recordadas, sugiere que el sentido humano de sí mismo y la conciencia, al igual que otras funciones biológicas del cuerpo, pueden no detenerse completamente en el momento de la muerte.
“Estas experiencias lúcidas no pueden ser consideradas un truco de un cerebro trastornado o moribundo, sino una experiencia humana única que emerge cuando uno está a punto de morir”, dijo Parnia.
Según los investigadores, cuando uno muere el cerebro se somete a un proceso llamado “desinhibición”, que ocurre cuando el cerebro se empieza a apagar y muchos de sus sistemas naturales de frenado se liberan. Eso le da acceso a lo más profundo de la conciencia, incluidos los recuerdos guardados, los pensamientos desde la primera infancia hasta la muerte y otros aspectos de la realidad.
Parnia comentó que “es difícil decir exactamente por qué sucede esto, por lo que el fenómeno plantea algunas preguntas interesantes sobre la conciencia humana que deben ser investigadas”.
Se presentaron los hallazgos del estudio en un simposio de ciencia de reanimación que forma parte de las Sesiones Científicas 2022 de la Asociación Estadounidense del Corazón, en Chicago el 6 de noviembre.
Los autores creen que la experiencia cercana a la muerte recordada merece una mayor investigación empírica. Ya que aunque los estudios hasta la fecha no han podido probar de manera absoluta la realidad o el significado de las experiencias de los pacientes y las afirmaciones de conciencia en relación con la muerte, tampoco ha sido posible negarlas.
“Se necesita más investigación para definir con mayor precisión los biomarcadores de lo que se considera conciencia clínica y la experiencia de la muerte recordada por el hombre, y monitorear los efectos psicológicos a largo plazo de la reanimación después de un paro cardíaco”, concluyó Parnia.
Más experiencias cercanas a la muerte
Previamente ya se había realizado un estudio AWARE, en 2014. Durante este último, los autores encuestaron a 101 sobrevivientes de RCP, de los cuales el 46 % informó recordar la experiencia cercana a la muerte. Los recuerdos incluían siete temas cognitivos principales: ver una luz brillante, sentir una sensación de deja-vu, recordar eventos de la vida y conocer a miembros de la familia. Algunos sobrevivientes también afirmaron haber visto animales o plantas, mientras que otros temieron o sufrieron violencia o persecución durante su breve retiro de la vida.
En 2019, los investigadores recopilaron los resultados de otro grupo de entrevistas con personas que sobrevivieron a un paro cardíaco. De la comparación de las experiencias de los entrevistados surgió que el 95% de los que habían sido revividos (y que recordaban su experiencia) habían informado haber probado una sensación de alegría y paz, el 86% de haber visto una luz y el 54% de haber repasado los principales acontecimientos de su vida. Además, el 95% dijo que la experiencia pre-morte había cambiado positivamente.