Hace casi dos semanas,  Samoa declaró emergencia sanitaria debido a la enorme cantidad de casos de sarampión que se están registrando en este país de alrededor de 200 mil habitantes.

Hasta ayer, las autoridades sanitarias cifraban en 2.437 los casos, 243 de ellos solo en las últimas 24 horas, y 32 muertos. Entre los casos fatales se cuentan seis menores de 5 meses, siete menores de un año, 15 menores de 4 años, un menor entre 10 y 14 años, dos jóvenes entre los 15 y los 19 años y un adulto entre 30 y 39 años.

Lo que está viviendo Samoa Tonga, las Islas Salomón, Fiji y otros lugares de las Islas del Pacífico Sur no es otra cosa que consecuencia de la baja cobertura de vacunación.

De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de Unicef, para la primea dosis de la vacuna contra el sarampión que se indica a los niños de uno y cuatro años, el año pasado Samoa alcanzó una cobertura de apenas 40%, en circunstancias que en los años 2017 y 2018 había llegado al 80%.

Esta última cifra, también se considera baja para mantener a la población protegida de esta enfermedad. La recomendación de la OMS es que la cobertura sea lo más cercana al 95% para evitar que el virus circule entre la población. En octubre de este año la OMS ya lo advertía en un comunicado en el que llamaba a la población de esta zona del mundo a vacunarse: "En el Pacífico, como en otras partes del mundo, algunos países aún no han alcanzado este objetivo (del 95% de cobertura para lograr el efecto rebaño), lo que significa que corren un mayor riesgo de brotes".

La situación en Samoa es de tal gravedad que el miércoles pasado las autoridades comenzaron a realizar una vacunación masiva que ya ha alcanzado 10% de la población.

En Tonga, el primer caso registrado es del 30 de septiembre, luego tienen un leve aumentó (14 casos) entre el 6 y el 10 de octubre cuando regresó el equipo de rugby desde Nueva Zelanda. Hasta el 17 de diciembre, registraban más de 310 casos.

Vacunación

Para Javier Tinoco, infectólogo de Clínica Universidad de los Andes, explica que en los últimos casos ha habido un aumento de los casos de sarampión a nivel global, en Europa, Asia, en las Américas.

Explicaciones hay varias, pero "de seguro la baja en las tasas de vacunación en estos países". También influye el movimiento de personas entre los países. Estos dos elementos, dice el especialista, ayuda a que la transmisión de este virus sea mucho más fácil y rápida.

En todos los países en los que se ha dejado de vacunar y se reduce el porcentaje de vacunación que por años habían tenido, se ha visto un aumento en el número de casos y en la mortalidad.

En Chile, en los meses que van de 2019, se han registrado más casos que en los últimos 15 años. Entre el año 2003 y 2017 se registraron al menos 17 casos confirmados de sarampión, ahora, desde noviembre del año pasado a la fecha, se han confirmado 28 casos, 12 fueron importados y los otros 16, corresponden a casos asociados directamente a los primeros

"En Chile solo hemos tenido casos importados, pero claramente, si bajamos los niveles de cobertura, también podríamos empezar a ver casos autóctonos de esta enfermedad. Por eso somos tan insistentes con el tema de la vacunación de los niños, cuando cumplen al año y reforzamiento a los seis", dice Tinoco.

En los últimos 5 años las coberturas con la primera dosis de SRP han fluctuado entre 94,4 y 97,2%, y la cobertura de la 2° dosis, administrada en 1° básico (de refuerzo) ha alcanzado en el año 2017 un 90,5%.

Guillermo Acuña, infectólogo de Clínica Las Condes, dice que en Chile, además de los niños, se vacuna a las personas nacidas entre 1971 y 1981 que salgan del país y a todos los jóvenes entre los 21 y los 24 años.

"El sarampión es muy contagioso. En personas sanas puede ser una enfermedad viral autocontrolada pero también puede producir encefalopatías y otros trastornos más graves hasta la muerte. En Chile, antes de la vacunación moría mucha gente, por ejemplo en la población mapuche la mortalidad era muy grande producto de que ellos no tenían ningún resguardo"

Niños sin vacuna

En julio de este año, la OMS advirtió en un comunicado que en el mundo, alrededor de 20 millones de niños no recibieron vacunas vitales contra el sarampión, la difteria y el tétanos en 2018 y que las nuevas estimaciones en materia de vacunación, revelaron "un peligroso estancamiento de las tasas mundiales de vacunación debido a los conflictos, la desigualdad y la autocomplacencia".

"A nivel mundial, la cobertura de inmunización con tres dosis de la vacuna contra la difteria, tétanos y tos ferina (DTP3), y una dosis de la vacuna contra el sarampión, se ha estancado desde 2010 en alrededor del 86%. Aunque esta cifra es elevada, no es suficiente. Se necesita una cobertura del 95% a escala mundial –que abarque a los países y las comunidades– para garantizar la protección contra los brotes de enfermedades que pueden prevenirse con vacunas", señala el comunicado.

El año pasado se registraron más de 350 mil casos de sarampión en el mundo, más del doble que en 2017. Este año, 2019, solo durante los primeros tres meses ya había un aumento del 300% en comparación con el mismo período del año pasado.