Mujeres en ciencia: El largo camino

Ciencia

Esta semana se celebra el día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia y la Tecnología. Un hito destacable, dado que las mujeres hemos tenido que recorrer un largo camino para ser reconocidas en el ámbito de la ciencia y el conocimiento.

Una de las pioneras en lograrlo fue la extraordinaria científica Marie Curie, quien se convirtió en la primera mujer en ser galardonada con un Premio Nobel (Física, 1903) y la única persona en recibir dos Premios Nobel en distintas áreas de la ciencia, ya que también recibió el de Química en 1911. Tal fue su pasión por su trabajo en la investigación, que finalmente falleció a causa de su propio descubrimiento: la radioactividad.

Posteriormente, otras mujeres brillantes trataron de abrirse paso en el ámbito científico. Entre ellas: Iréne Joilot-Curie continuó el trabajo en radioactividad de su madre, Marie Curie, adjudicándose el Premio Nobel de Química en 1935; también Gerty Cori quien junto a su esposo Carl Cori recibió el Premio Nobel de Medicina en 1947, siendo ella la primera mujer en tener esa distinción por sus estudios sobre el metabolismo de la glucosa y su transformación en ácido láctico. Otra mujer que hizo un aporte trascendental en la ciencia fue la cristalógrafa Rosalind Franklin, quien obtuvo la "foto 51" que permitió a James Watson y Francis Crick proponer su famoso modelo de doble hélice del ADN, por el cual recibieron el Premio Nobel de Medicina en 1962. Aunque Rosalind falleció en 1958 y no alcanzó a ser premiada, en ningún momento se mencionó su aporte en los discursos de dicha premiación.

En los recientes años, más mujeres científicas comenzaron a ser distinguidas con el Premio Nobel, como Rita Levi-Montalcini (Medicina, 1986), por el descubrimiento de los factores de crecimiento. Sin embargo, su trayectoria científica no estuvo exenta de dificultades por el hecho de ser mujer y judía; Christiane Nüsslein-Volhard (Medicina, 1995), por su descubrimiento acerca del control genético en el desarrollo embrionario temprano; la israelí Ada Yonath (Química, 2009), por la descripción de la estructura del ribosoma; Elizabeth Blackburn (Medicina, 2009), por el descubrimiento de la telomerasa (la enzima de la vejez); y más recientemente, Frances Arnold (Química, 2018), por la manipulación e ingeniería de enzimas. Hasta ahora desde la instauración de los Premios Nobel, sólo 20 mujeres de un total de 614 personas, han sido galardonadas con esa distinción, es decir sólo el 3.2%, cifra que refleja una baja participación y reconocimiento de la mujer en la ciencia a nivel mundial, a lo largo de la historia.

Es tiempo de que cambiemos esa tendencia. Una buena noticia es que en Chile el cambio ya comenzó a gestarse a través de una nueva agenda de Género del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para promover y aumentar la participación de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

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