“Hemos alcanzado un récord”, anunció Alan Stern, director de la misión New Horizons el 1 de enero de 2019, cuando la nave espacial de la Nasa, una sonda no más grande que un refrigerador, llegó a una roca planetaria en el Cinturón de Kuiper bautizada Ultima Thule (y más tarde rebautizada como Arrokoth), donde efectivamente logró dos inéditas marcas: fue la nave espacial en lograr el encuentro más lejano con un objeto del Sistema Solar y, por ende, del Universo.
Stern lo resumió así el hito. “Piensen, estamos a 1.600 millones de kilómetros más lejos que Plutón. Ultima Thule está 17.000 veces más lejos del ‘gran paso’ de la misión lunar del Apolo”.
Ahora, la sonda, que además fue la primera y única en llegar a Plutón, acaba de marcar otros tres hitos científicos, en su viaje al Sistema Solar exterior.
Nuevos descubrimientos
Los científicos a cargo de la nave espacial dieron a conocer sus últimos hallazgos el pasado martes 14 de marzo en la Conferencia de Ciencias Lunar y Planetaria (LPSC) que se realizó en Texas. Entre los descubrimientos anunciados, uno vinculó el giro desconcertante de Plutón a su cuenca llena de hielo, otro encontró paisajes interesantes pero desconcertantes en la superficie del planeta enano, y un tercero reveló los bloques de construcción que formaron el objeto Arrokoth con forma de muñeco de nieve, que New Horizons sobrevoló el 1 de enero de 2019.
El giro de Plutón
Si bien los científicos saben que Plutón, al igual que la Tierra , se volcó de lado en algún momento del pasado, la orientación de Plutón antes del giro y el grado en que se reorientó aún no es bien comprendido. Los científicos que utilizan los datos de New Horizons para estudiar el pasado geológico de Plutón esperan encontrar pistas que expliquen este evento.
Ahora, según informó el sitio especializado Space.com, un grupo de investigadores ha atribuido el giro de Plutón a la formación de Sputnik Planitia, una cuenca de 1.000 km de ancho que constituye la mitad de la icónica región en forma de corazón de Plutón. Los investigadores sabían previamente que Sputnik, que está lleno de hielo de nitrógeno, jugó un papel importante en la realineación de la superficie del planeta enano.
Usando imágenes que New Horizons envió a la Tierra desde el sobrevuelo de 2015, ahora están tratando de rastrear el camino del giro de Plutón. Al hacerlo, encontraron cadenas montañosas paralelas y valles profundos que forman lo que creen que es un sistema tectónico global. Estas características tienen más de 300 km de ancho y abarcan una distancia similar desde el polo norte de Plutón.
Sin embargo, el hecho de que Plutón cambió su orientación en el pasado revela que ninguno de los terrenos que los científicos ven ahora está en su ubicación original.
“Realmente no podemos explicar eso en la configuración actual de Plutón”, dijo Oliver White, co-investigador de New Horizons en el Instituto SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre) en California, durante su presentación del martes. En cambio, estas características probablemente existieron a lo largo del ecuador de Plutón desde el principio y migraron a sus ubicaciones actuales más cerca de los polos debido al giro, dijo.
El equipo de White también descubrió, según consignó el artículo de Space, que el océano subterráneo de Plutón probablemente proporcionó algún impulso al Sputnik y ayudó a desplazar la mayor parte de la masa del planeta enano hacia su ecuador.
Además de ayudar a los científicos a estudiar paisajes antiguos en Plutón, los datos de New Horizons brindan pistas sobre sus características más recientes.
La nave espacial había detectado previamente depósitos masivos de metano cerca del ecuador de Plutón, muchos tan altos como los rascacielos de la Tierra. Los científicos anunciaron el martes que tenían una nueva línea de evidencia que sugiere que estos accidentes geográficos con forma de cuchillo también se extienden hasta el otro lado de Plutón, más allá de lo que New Horizons pudo ver durante su sobrevuelo de 2015.
Una reliquia de la formación del Sistema Solar
Arrokoth es una reliquia helada de los primeros días del Sistema Solar y está a unos 6.400 millones de kilómetros de la Tierra. New Horizons la sobrevolará a una distancia de 3.500 kilómetros. Eso es más de tres veces más cerca que la distancia que esta misma sonda se había acercado a Plutón en 2015.
Es el objeto más primitivo que ha encontrado una sonda. Los científicos no están seguros de su tamaño exacto, pero creen que es aproximadamente 100 veces más pequeño que Plutón, que mide unos 1.500 km de diámetro.
Arrokoth se encuentra en una zona helada del espacio, lo que sugiere que está bien conservado, y según los científicos, es un remanente de la formación del Sistema Solar.
La roca se encuentra en un lugar denominado Cinturón de Kuiper, una zona literalmente repleta de miles de millones de cometas, y de millones de objetos como Ultima Thule -que se llaman planetesimales, los elementos a partir de los cuales se formaron los planetas- y un puñado de planetas enanos del tamaño de un continente, como Plutón.
Por eso, se estima que Arrokoth conserva las condiciones originales del Sistema Solar hace 4.500 millones de años.
Ubicado a 6,6 mil millones de kilómetros de la Tierra, se convirtió en el objeto más lejano jamás explorado por una nave espacial. También es el más primitivo, gracias a su lejanía del Sol que lo mantiene en un “congelamiento profundo”.
Arrokoth es una suave fusión de dos objetos que alguna vez orbitaron entre sí. El más grande de los dos lóbulos, llamado Wenu, es en sí mismo una pila de 12 rocas amontonadas alrededor de una losa más grande, anunciaron los científicos el martes. Los últimos hallazgos muestran que Wenu no se formó como un todo, sino por pedazos de roca que ya existían en los confines del Sistema Solar.
“Esto es sorprendente, y una nueva pieza en el rompecabezas de cómo los planetesimales, los bloques de construcción de los planetas, como Arrokoth y otros objetos del Cinturón de Kuiper, se unen”, dijo Stern, del Instituto de Investigación del Suroeste en Colorado en un comunicado.
Al principio de la historia del Sistema Solar, millones de objetos helados del tamaño de un kilómetro formaban una vasta región en forma de rosquilla en su borde llamada Cinturón de Kuiper. Algunos de ellos se fusionaron para formar Wenu, dijo Stern, pero estos pequeños objetos no se fusionaron a altas velocidades, lo que explica por qué Wenu está alargado de la forma en que lo está. (Cuando los objetos se fusionan a altas velocidades, su giro arroja material, formando cuerpos circulares). Dado que las rocas han conservado su forma incluso después de fusionarse, el equipo de Stern estima que habrían viajado a menos de 1 metro por segundo cuando se unieron.
Investigaciones anteriores mostraron que Wenu interactuaba de forma mareal con el más pequeño de los dos objetos; ambos perdieron algo de impulso angular al expulsar material y finalmente se fusionaron para formar el Arrokoth de hoy.
Las rocas individuales parecen “piezas de Lego” y tienen tamaños, composiciones y colores similares, todo lo cual nos dice “algo muy importante sobre la formación de Arrokoth”, dijo Stern durante su presentación en la conferencia.
El equipo de Stern descubrió que cada una de las 12 rocas de Arrokoth tiene más de 5 km de ancho. Dado que Wenu tiene solo 10 km de espesor, los científicos creen que las 12 rocas agrupadas alrededor del ecuador de Wenu constituyen la mayor parte de su cuerpo y también se extienden hasta su lado más alejado, que no fue visto por New Horizons.
Los científicos también anunciaron el martes que las futuras observaciones de New Horizons incluirán imágenes en color de Urano y Neptuno. Desde su punto de vista distintivo en el Cinturón de Kuiper, la nave espacial estará bien ubicada para observaciones que “solo pueden ser realizadas por una nave espacial mucho más allá de Urano y Neptuno”, dijo Stern.