n gran hallazgo sobre el gran descubridor. Recientemente fue anunciado en España que el explorador del siglo XV, Cristóbal Colón, fue en realidad un judío sefardí de Europa occidental y no un navegante oriundo de Génova. Esto, según un estudio publicado por científicos españoles y transmitido en televisión abierta, tras un análisis de material genético para resolver un misterio guardado durante siglos.

La investigación, que inició en 2001, buscaba entender los principales misterios que rondaban al origen del navegante que llegó por primera vez a América un 12 de octubre de 1492. Las raíces de Colón, según el trabajo realizado por científicos de la Universidad de Granada, en realidad son de origen judío ¿Por qué esta información tan importante fue oculta por tanto tiempo?

Ni genovés, ni católico: ADN de Cristóbal Colón revela el real origen del descubridor de América

En el documental Colón ADN. Su verdadero origen, se reconstruyeron las dos décadas de investigaciones del proyecto liderado por el forense José Antonio Lorente, investigador y académico de Medicina Legal de la Universidad de Granada. Luego de estudiar los restos óseos del descubridor, se pudo comprobar que en el ADN mitocondrial, así también como en el cromosoma Y, existen rasgos compatibles con su origen judío.

Detallan que el origen genético de Colón estaría en España, cerca del Mediterráneo occidental. Cabe destacar que en la época que vivió el navegante, el país ibérico contaba con más de 200 mil hebreos, mientras que en Génova no superaban los 15 mil. Otro dato importante, los judíos habían sido expulsados de Italia en el siglo XII, más de 300 años antes de la existencia de Colón.

Cristobal colon- Dia de la Raza- Día del encuentro de dos mundos

En España, en cambio, existía una pacífica convivencia entre judíos, musulmanes y católicos. Esto, hasta el 31 de marzo de 1492 (mismo año en que Colón se embarca al “nuevo mundo”), cuando se publica el Decreto de la Alhambra -o Edicto de Granada- que prohibió el judaísmo y el islam en los territorios dominados por la corona de España. De esa forma, todos los que no se convirtieran al cristianismo serían expulsados y considerados como herejes.

Los judíos sefardíes son originarios del norte de África y España, culturalmente más cercanos a los árabes que al resto de Europa. “Fueron dispersados por el imperio romano y la mayoría vivió durante siglos entre medio oriente, el norte de África y España. Ahí convivieron con el islam de los árabes y bereberes”, explica Pablo Álvarez, académico de la Escuela de Historia de la Universidad Diego Portales.

Ellos, según explica, se diferencian de los judíos asquenazíes, de cultura europea oriental, y su idioma es el yiddish. ”Son culturas judías distintas e infiero que los sefardíes tienen más antigüedad y son más cosmopolitas. Los asquenazíes eran más “europeos”, complementa el historiador.

En la época de Colón se vivió un proceso de reconquista por parte de los estados católicos y existió una persecución muy violenta contra musulmanes y judíos. “No era de extrañar que tuviesen que ocultarse. De hecho, hubo muchos judíos conversos quienes lo hicieron para liberarse de las persecuciones. De algún modo, la violencia que ejercieron en ese momento fue una especie de ensayo para la violencia que van a ejercer luego en la conquista de América”, agrega Consuelo Figueroa, directora Bachillerato en Ciencias Sociales y Humanidades UDP.

Los investigadores tomaron muestras de Colón y las compararon con las de parientes y descendientes conocidos. “Tenemos ADN de Cristóbal Colón muy parcial, pero suficiente. Tenemos ADN de Hernando Colón, su hijo, que está confirmado que es su hijo”, detalló Lorente en el programa emitido por la televisión ibérica. Además, destacó el investigador que “tanto en el cromosoma Y, como en el mitocondrial de Hernando, hay rasgos compatibles con origen judío”.

Las pesquisas comenzaron en 2001, cuando el historiador Marcial Castro le propuso a Lorente abrir la tumba del marino en la catedral de Sevilla para comprobar si realmente se tratan de sus restos. El ADN mitocondrial guardado en el interior del cofre mortuorio se cotejó con el de su hijo Hernando y con el de su hermano Diego. En 2005, aunque los resultados fueron positivos, se abandonó el proyecto porque la tecnología de ADN no estaba suficientemente desarrollada y se requería destruir abundante materia ósea para alcanzar conclusiones definitivas.

¿Qué tiene de especial estudiar ese tipo de ADN para relacionar parentesco? Según explica Brenda Riquelme, doctora en ciencias biológicas e investigadora del Centro Internacional Cabo de Hornos, el ADN mitocondrial se encuentra adentro de la mitocondria “y la ventaja que tiene es que tiene herencia materna, sólo lo pueden heredar las madres a su descendencia”. En este caso, en cambio, este análisis funcionó también como un método para establecer la relación de parentesco entre los distintos restos óseos analizados.

“Cuando los individuos crecen en poblaciones, y están todos genéticamente relacionados, podría haber una similitud en este material genético”, complementa Riquelme. Esto se puede ver tanto a través del ADN mitocondrial como el ADN nuclear (específicamente a través del cromosoma Y). ”Al analizar esa secuencia, puedes corroborar el parentesco, en este caso, padre-hijo. Y además, existen hoy en día patrones o perfiles que serían como un código de barra, como una huella digital, que caracterizan distintas etnias, o grupos de personas que están regionalmente relacionadas”, agrega la investigadora.

Restos óseos de Cristóbal Colón para análisis genético.

Según agrega, este tipo de técnica de análisis con ADN ancestral, que así es como le llaman cuando viene de muestras que llevan mucho tiempo enterradas o muertas suelen ser difícil de trabajar. Esto, porque viene fragmentado o degradado por muchos años de descomposición. “Se saca a veces de los dientes o de los huesos, que es lo único que podemos encontrar cuando tienen 500 años de antigüedad. Entonces, siempre fue muy difícil, y durante los 90′s y los años 2000 se trató de mejorar la extracción y la obtención de este ADN desde estas muestras complejas”, añade.

Una vez que se mejoró eso, también en paralelo empezaron a desarrollarse otras técnicas y a aumentar la tecnología invertida en poder averiguar o describir cuál era la secuencia de este ADN, y cuando empezaron a aumentar los datos de la secuencia de ADN se empezaron a formar bases de datos, donde es posible cotejar o comparar.

Si bien se sabía que Colón murió en España, en 1506, la historia dice que quiso ser enterrado en la isla de La Española, que hoy comparten República Dominicana y Haití. Sus restos fueron trasladados allí en 1542, después a Cuba en 1795 y más tarde, según se creía en España, a Sevilla en 1898. Esto se pudo comprobar con el análisis forense en la catedral andaluza, pero se generó confusión ya que en Santo Domingo se construyó un mausoleo en 1992, a propósito de los 500 años de la llegada de Colón a América. De ahí que no se sabía bien si el navegante estaba enterrado en España o si sus restos yacían en República Dominicana.

Fue entonces que el estudio se retomó en 2020, cuando el desarrollo de la técnica genética estaba más avanzada y se podían obtener resultados más concluyentes. Los especialistas cuentan en el documental que cotejaron su huella genética con la de sus supuestos parientes en los ocho lugares seleccionados.

Juan Antonio Lorente exhumando los restos de Cristóbal Colon

La primera de las ciudades elegidas fue Génova, en Italia, donde la bibliografía sitúa la cuna del navegante. Sin embargo, en esta ciudad no existe tumba del descubridor ni se conoce ningún descendiente o ascendiente directo. Además, se realizaron distintas pruebas genéticas con personas con el apellido Colón, tanto en España como en Italia. Los resultados mostraron que los descendientes que viven en la península ibérica comparten orígenes genéticos con el navegante descubridor, mientras que los oriundos de Italia no comparten material genético para ser relacionados en parentesco.

En el documental se sostiene además que Colón era el apellido que se daba en Italia a los niños abandonados en orfanatos, conventos o casas de acogida, lo que podría explicar que los Colón actuales de Génova no estén emparentados con el navegante. A este hecho, se suma que el descubridor de América nunca escribió en italiano o en genovés. Incluso, en las cartas que envió a Italia fueron escritas en castellano. “Estaba claro que había un hecho clave en su vida que quería ocultar”, sostuvo Lorente en el documental emitido.

¿Cómo se dio con el origen judío de Colón? Para esto se analizaron diversas teorías sobre el posible origen del descubridor. La postura del expresidente del Centro de Estudios Colombinos de Barcelona, Fransesc Albardaner, establecía que Colón era un judío sefardí que se hacía pasar por cristiano para evitar a la Inquisición.

En el documental también se sostiene que Colón pudo haber llegado hasta los Reyes Católicos a través del judío converso valenciano, Luis Santángel, prestamista de Fernando II y una especie de ministro de Finanzas de la corona. La Real Academia de la Historia describe en el estudio que “tanto la amistad personal de Santángel, como su apoyo político y financiero, no le faltaron a Cristóbal Colón. En sociedad con el genovés, Francisco Pinelo, se les concedió un préstamo por importe de 1.140.000 maravedís por los organismos de la Administración del Reino, cargando dicha cantidad en las cuentas generales de la Cruzada y el Subsidio”.

Retrato de Cristóbal Colón

Albardaner agregó en el documental que “toda la teoría sobre Colón genovés entra en crisis si se acepta que Colón es judío. Y esto es imposible en Italia, porque fueron expulsados de Génova en el siglo XII, y no había ni comunidad, ni personas, ni sinagoga ni nada de nada. Solo podían permanecer tres días y luego se tenían que marchar”.

“A partir de aquí, ante los datos objetivos, tendrán que ser otros los que investiguen y hagan borrón y cuenta nueva o decidan pasar de página”, concluye Lorente sobre este controversial hallazgo.

Qué Pasa se contactó con Lorente, y desde la Universidad de Granada explicó que los resultados científicos completos y detallados de la investigación en la que se ha basado el documental sobre el origen de Colón serán presentados en una rueda de prensa en dicha casa de estudios, a celebrar a mediados de noviembre.

“Los resultados completos serán publicados en una revista científica internacional para que sean libremente accesibles a todos los investigadores y expertos y para que sirvan de base para futuras posibles investigaciones sobre los personajes ya estudiados y sobre la población europea de referencia”, manifestó el científico español.