Ni pulmones ni nariz: la boca podría ser la ruta principal de infección del coronavirus
Se trata del primer estudio que identifica la boca como un sitio primario para la infección por coronavirus, derivando en alteraciones en las glándulas salivales, secreción salival, trastornos de deglución, gingivitis, caries, y alteraciones del gusto. "El contagio por saliva es definitivo”, sostienen expertos.
Actualmente y tras cientos de estudios, se sabe que acciones como estornudar, cantar, gritar, toser y respirar se vinculan fuertemente con la transmisión del SARS-CoV-2, virus que provoca la Covid-19.
En la mayoría de las investigaciones se ha explorado el movimiento de las partículas infecciosas desde los pulmones y nariz hacia el exterior para contagiar a las demás personas, aunque el papel que juega la boca ha quedado algo relegado, según expertos.
Esto, porque entre 40 estudios, que incluyeron más de 10 mil pacientes con Covid-19, hubo una variedad de manifestaciones orales, como ageusia (pérdida del sentido del gusto, algo ya conocido), sequedad de boca y ampollas en el revestimiento de la mucosa, en la mitad de los casos.
La saliva contiene ARN viral y, como resultado, se utiliza como muestra de prueba de diagnóstico. Sin embargo, si la cavidad oral y las glándulas salivales asociadas transmiten el virus a través de la saliva al pulmón y al intestino, la saliva también podría ser importante para transmitir el virus a otras personas.
“Nuestros resultados muestran que la infección oral de COVID-19 puede ser subestimada”, señala Kevin M. Byrd, autor principal del estudio en la Facultad de Odontología UNC Adams y académico del Instituto de Investigación y Ciencia de la Asociación Dental Americana.
“Al igual que la infección nasal, la infección oral podría ser la base de la propagación asintomática que hace que esta enfermedad sea tan difícil de contener”.
“Sabíamos que el virus se excreta en la saliva. Existe una complicación del Covid-19 que deja con sequedad bucal, caries y problemas para tragar a algunas personas. Además, hace que que el virus se pueda contagiar por saliva”, afirma el Dr. Álvaro Valenzuela, otorrinolaringólogo de Clínica Biobío.
“El estudio demuestra algo que ya suponíamos, pero ellos (los científicos) hicieron un consolidado para demostrar que lo que se sabía era efectivo: que en la boca hay coronavirus, y se excreta por la saliva”, dice.
Valenzuela indica que además hay otro aspecto importante: “Posterior al Covid, existen alteraciones en las glándulas salivales, secreción salival, y he visto tres pacientes catalogados con trastorno de deglución, por lo que se encuentran en tratamiento con saliva artificial. En este caso, la alteración de las secreciones salivales disminuyen, aunque se han visto casos permanentes”.
“También se ha detectado gingivitis, caries, y alteraciones del gusto. El contagio por saliva es definitivo”, sostiene.
Basándose en mapas de identidad de células orales, los investigadores también observaron en qué parte de la boca infecta el virus. Examinaron los tejidos orales con los niveles más altos de ACE2, receptor que ayuda al coronavirus a atrapar e invadir las células humanas.
Según los estudios y el análisis de tejido de cadáveres, los sitios más probables de infección en la boca son las glándulas salivales, la lengua y las amígdalas.
Los investigadores también llevaron a cabo una investigación con pacientes ambulatorios, utilizando muestras de saliva y mucosa nasofaríngea. Buscaron correlaciones entre la carga viral en la saliva, el ARN viral en las células epiteliales orales desprendidas y la presencia de síntomas sospechosos de Covid-19.
Así, descubrieron que algunos pacientes tardaron más de dos meses en eliminar el virus de las muestras de saliva y nasofaríngeas. Los sujetos asintomáticos también son portadores del virus durante largos períodos de tiempo. En algunos casos, las muestras nasofaríngeas fueron negativas para el virus, mientras que la saliva continuó siendo positiva, lo que indica una diseminación viral sostenida de células infectadas.
El uso de máscaras redujo las gotas de saliva expulsadas en un factor de más de 10. Estudios posteriores mostrarán si también esto equivale a la reducción del ARN viral.
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