Un estudio publicado esta semana en la revista JAMA Pediatrics, mostró que los bebés y más pequeños del hogar (0 – 3 años) una vez que se infectan con coronavirus es más probable que transmitan el virus a los adultos que los rodean, a pesar de que tienen menos posibilidades de llevar el virus a sus hogares que los adolescentes.
La investigación realizada por investigadores de Public Health Ontario (una agencia de salud pública canadiense) se basó en casos positivos de Covid-19 entre junio y diciembre de 2020 de entre 6.280 hogares estudiados donde la primera persona en contraer el virus fuese menor de 18 años.
A pesar de que de que sus resultados no resuelven el debate sobre si los niños que se infectan son tan contagiosos como los adultos, tampoco busca sugerir que los más pequeños estén impulsando la pandemia, sino más bien mostrar que ellos también desempeñan un papel importante en esta.
Factores de comportamiento
Cuando comenzó la pandemia por Covid-19 algunos expertos sugirieron que los niños pequeños, en particular, rara vez se infectaban o transmitían el virus. Pero eso, se puede haber dado por el hecho de que la mayoría de los niños tuvieron pocos encuentros sociales durante todo el tiempo de cuarentenas y restricciones.
“Creo que estaban sesgados por el hecho de que los niños eran secuestrados en casa”, dijo la Dra. Tina V. Hartert, epidemióloga respiratoria de la Universidad de Vanderbilt, a The New York Times. “Se les recomendó que ni siquiera jugaran con los vecinos, no iban a la escuela, no iban a la guardería” agregó.
En parte los resultados del estudio se deben a que los niños y niñas, sobre todo menores de tres años requieren de mucha atención de parte de los adultos, y cuando enferman no pueden ser aislados. “Los niños siempre son un vector de enfermedades virales respiratorias por distintos motivos dentro de los cuales están los conductuales, sobre todo menores de tres años que no adhieren a las medidas de autocuidado” explica Ignacio Silva, infectólogo de la Universidad de Santiago (Usach).
A eso se suma que los menores de edad temprana tienen una carga viral en el tracto respiratorio superior que es más alta que el resto de las personas, por lo tanto, que los niños sean más propensos a transmitir el virus se debe a que “el sistema inmune de los adultos y niños es distinto y las respuestas a las infecciones también, en muchos casos los niños son asintomáticos, en el fondo es una mezcla de variables de alto riesgo de contagio” señala Silva.
En tanto, si “tenemos un niño con una gran cantidad de virus en su tracto respiratorio, o sea que transmite una alta cantidad de virus y que no presenta síntomas, es difícil pesquisarlos a tiempo o muchas veces el diagnóstico es tardío cuando se hace, sumado a que están en contacto estrecho e íntimo con personas susceptibles o con adultos que no mantienen las medidas de autocuidado básicas” convirtiéndolos en un vector importante de contagio, agrega.
Vacuna para menores de 12 años
Hay que considerar que el reciente estudio fue realizado antes que la población comenzara a ser vacunada, por lo que los parámetros de contagio quizás hayan sufrido un cambio. Sin embargo, el escenario principal de la investigación no cambia con la vacunación.
Zoe Hyde, epidemióloga de la Universidad de Australia Occidental, señaló a NYT que “la conclusión clave para mí es que [el estudio] muestra claramente que hay transmisión de niños en el hogar”.
“De hecho lo que se ha visto en otros países con la entrada de la variante Delta, los niños son los que están contagiando más proporcionalmente porque son los que no están vacunados y el virus va a buscar como nicho a las personas no vacunadas” dice el infectólogo de la Usach.
Las conclusiones mostraron que los niños de tres años o menos fueron los primeros en enfermarse en solo el 12% de los hogares, pero eran los más propensos a transmitir el virus a otras personas en sus hogares. Las probabilidades de transmisión en su casa eran aproximadamente un 40% más altas cuando el niño/niña infectado pertenecía a ese rango de edad que cuando tenía entre 14 y 17 años.
“Todos estos motivos nos llevan a preocuparnos hoy día, sobre todo, por las personas no vacunadas y entre esos, los niños. Por eso es fundamental que avancemos en la vacunación en niños y niñas porque hoy son la población más expuesta, además que están volviendo a clases presenciales actividades con otros niños y en contacto con adultos y por lo tanto son un vector importante para transmitir la enfermedad” finaliza Silva.