¿Por qué los niños deben vacunarse contra el virus papiloma?
El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una infección común que dependiendo de su condición puede clasificarse de bajo o alto riesgo. Puede causar verrugas genitales o en las vías respiratorias (papilomatosis respiratoria) y es el responsable de más del 75% de los cánceres del cuello del útero, además de los cánceres de vulva y vagina.
El cáncer cervicouterino causa más de 600 muertes al año en el país, en mujeres en edad reproductiva (15 a 44 años).
Existen más de 100 tipos de VPH, en su mayoría, inofensivos, pero aproximadamente 30 tipos se asocian con un mayor riesgo de cáncer. Esta infección viral se puede transmitir de una persona a otra mediante las relaciones sexuales anales, vaginales u orales, o mediante otro tipo de contacto cercano con la piel durante actividades sexuales.
Vacuna
Hasta el 2018, la vacuna contra el VPH se aplicó de manera gratuita a niñas de 4° y 5° básico, pero a partir de este año se incorporó a los niños de 9 años, quienes recibirán dos dosis: una en 4° básico y otra el 2020.
Las investigaciones demuestran que a edades tempranas el sistema inmune responde mejor a la vacuna que en edades mayores y el tiempo entre la infección por VPH y el desarrollo del cáncer es de 20 años en promedio, por lo que se recomienda la vacunación lo antes posible. Además, lo más efectivo es administrarla antes del inicio de la vida sexual.
En los hombres el VPH puede producir cáncer de ano y del pene. Además el VPH puede causar cáncer en la parte de atrás de la garganta, incluidas la base de la lengua y las amígdalas (llamado cáncer orofaríngeo). Se estima que el 50% de los hombres y mujeres sexualmente activos contraerán una infección por VPH en algún momento de su vida.
En Chile, la vacuna se aplica en los establecimientos educacionales, hasta donde acuden profesionales de salud de los consultorios. Es importante señalar que la fecha se coordina entre el colegio y el Centro de Salud Familiar. Una vez establecido el día de inmunización, éste debe ser informado por la escuela.
La incorporación de niños en la vacunación contra VPH asegura la protección directa obteniendo su propia inmunidad, evitando la infección y las secuelas relacionadas con verrugas genitales y carcinoma, independiente de la cobertura de vacunación en las mujeres.
Por otro lado, el cáncer anal y el carcinoma de células escamosas de la orofaringe, cuya incidencia en hombres va en aumento, no cuentan con screening para una detección precoz, lo que favorece el diagnóstico tardío, mayor morbilidad y mortalidad en hombres.
Experiencia internacional
Uruguay, Argentina y Brasil han incluido a los hombres en sus programas de inmunización contra el VPH. Las principales organizaciones de salud en todo el mundo, incluyendo la OMS, los CDC, Health Canadá, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), y la Australia Therapeutic Goods Administration (TGA), entre otros, también recomiendan el uso rutinario de vacunas contra el VPH.
Además, está autorizado su uso en 132 países por lo que hoy en día se han distribuido en todo el mundo más de 210 millones de dosis.
En Chile, más del 20% de los hombres adultos está infectado con al menos un tipo de este virus.
Respecto de las verrugas genitales, en el año 2010 el 35% de las atenciones por condilomas correspondió a hombres.
La vacuna utilizada es cuadrivalente y se llama GARDASIL® producida por Merck & Co., Inc. Está aprobada por la FDA (Food and Drug Administration) para su uso en hombres y mujeres desde los 9 años de edad.
Además, está autorizado su uso en 132 países por lo que hoy en día se han distribuido en todo el mundo más de 210 millones de dosis.
* Alonso Fuentes, es enfermero y encargado del Programa Nacional de Inmunizaciones del Servicio de Salud Metropolitano Occidente.
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