No botes tu mascarilla: estudio muestra que resisten más de 50 lavados sin perder sus cualidades
Un estudio confirma que las mascarillas de tela de algodón pueden durar más de un año, siempre que se laven con frecuencia, y por sobre todo, que se usen correctamente.
Las mascarillas de tela reutilizables que muchas personas han estado usando durante el último año o más pueden verse algo desgastadas por el uso. Pero una nueva investigación de la Universidad de Colorado en Boulder encuentra que lavarlas y secarlas no afecta ni reduce su capacidad para filtrar las partículas virales.
“Son buenas noticias para la sustentabilidad”, dijo en un comunicado la autora principal de la investigación, Marina Vance profesora asistente en el Departamento de Ingeniería Mecánica Paul M. Rady. “Esa mascarilla de algodón que has estado lavando, secando y reutilizando, probablemente todavía esté bien, no la botes“, agregó.
El estudio, publicado en la revista Aerosol and Air Quality Research, también confirma investigaciones previas de que colocar una mascarilla de algodón encima de una mascarilla quirúrgica, que se ajusta correctamente a la cara, proporciona más protección que la tela sola.
Ciencia para la sostenibilidad
Desde el comienzo de la pandemia, se han generado aproximadamente 7.200 toneladas de desechos médicos todos los días, muchos de los cuales son máscaras desechables.
“Nos molestó mucho el comienzo de la pandemia, cuando salíamos de paseo, y veíamos todas estas mascarillas desechables ensuciando el medioambiente”, dijo Vance, quien también forma parte del cuerpo docente del programa de ingeniería ambiental.
Así que estaba ansiosa por unir fuerzas cuando los científicos del cercano Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL, su sigla en inglés) se acercaron a ella para estudiar cómo el lavado y el secado impactan las mascarillas de tela reutilizables.
Su proceso fue bastante simple: crear cuadrados de algodón de doble capa, lavarlos y secarlos repetidamente (hasta 52 veces, el equivalente a un lavado semanal durante un año) y probarlos entre aproximadamente cada 7 ciclos de limpieza.
Si bien las mascarillas no se estaban probando con personas reales, sino que estaban montadas en un extremo de un embudo de acero a través del cual los investigadores podían controlar un flujo constante de aire y partículas en el aire, los científicos probaron las mascarillas usando condiciones realistas a la vida real, con altos niveles de humedad y temperaturas para imitar el impacto en la máscara de nuestra respiración.
Si bien las fibras de algodón comenzaron a desmoronarse con el tiempo después de repetir el lavado y el secado, los investigadores encontraron que eso no afectó significativamente la eficiencia de filtración de la tela.
El único cambio notable fue que la resistencia a la inhalación aumentó ligeramente, lo que significa que la mascarilla puede parecer un poco más difícil de respirar después de un poco de desgaste.
Una advertencia clave es que realizaron las pruebas utilizando un “ajuste perfecto” en el laboratorio.
“Asumimos que no hay espacios entre el material de la mascarilla y la cara de la persona”, dijo Vance.
La forma del rostro de cada persona varía significativamente. Entonces, dependiendo de la forma de la mascarilla y de qué tan bien la ajuste la persona, puede que le quede bien o no. Investigaciones anteriores han demostrado que una mascarilla mal ajustada puede dejar pasar hasta el 50% de las partículas transportadas por el aire que inhalamos y exhalamos, así como el virus.
¿Qué mascarilla deberías ponerte?
Este estudio no es el primero en encontrar que las mascarillas de tela brindan menos protección que las quirúrgicas o una combinación en capas de quirúrgicas y de tela.
Midiendo qué tan bien la mascarilla filtraba el aire que se inhala (protegiendo a la persona que usa la mascarilla, sin reducir la transmisión desde la fuente), este estudio encontró que las de tela de algodón filtraban hasta el 23% del tamaño de partícula más pequeño (0,3 micrones) en que el virus puede viajar. Los pañuelos o bandanas filtraban aún menos, con solo un 9%.
En comparación, las quirúrgicas filtraron entre el 42 y el 88% de las partículas diminutas, y las de algodón encima de las quirúrgicas alcanzaron una eficiencia de filtración cercana al 40%. Como era de esperar, las mascarillas KN95 y N95 obtuvieron los mejores resultados, filtrando el 83-99% de estas partículas.
Pero si bien este estudio encontró que las mascarilla de tela por sí solas brindan menos protección contra el virus que un enfoque en capas o las desechables, como las mascarillas quirúrgicas, KN95 y N95, sigue siendo información importante para quienes confían en la tela por su comodidad, asequibilidad y reutilización, dijo Vance.
“Creo que la mejor mascarilla es la que realmente vas a usar”, dijo Vance. “Y eso se ajustará perfectamente a tu cara sin ser demasiado incómodo”.
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