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NOAA decreta el fin de La Niña y anuncia llegada de nuevo fenómeno climático: así estará el tiempo ahora

El más reciente informe de la agencia norteamericana dio por terminado el fenómeno climático, y señala que aparece otro en el horizonte.

NOAA decreta el fin de La Niña: esto pasará con el clima ahora

Este jueves, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (Noaa, su sigla en inglés) emitió un nuevo documento sobre el desarrollo y estado del fenómeno de La Niña, el que dio oficialmente por finalizado. Además, dio algunas pistas del fenómeno opuesto: El Niño.

La Niña forma parte del fenómeno conocido como El Niño Oscilación del Sur (ENSO), una variación en la temperatura del océano que ocurre en el Pacífico ecuatorial. Si la temperatura del mar en esa área supera un umbral climatológico, es decir, es más cálida de lo normal, estamos en el periodo El Niño, pero si la temperatura desciende nos encontramos en un período La Niña, que es en el que estamos ahora. Aunque también existe la fase neutral.

De acuerdo al organismo climático, en marzo de 2025, regresaron las condiciones ENSO-neutrales, con temperaturas superficiales del mar (TSM) inferiores a la media que se debilitaron en el océano Pacífico ecuatorial central y centro-oriental. Los valores del índice de El Niño más occidentales fueron cercanos a cero, mientras que los valores positivos del índice persistieron en las regiones más orientales de El Niño-3 y El Niño-1+2.

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El documento de la Noaa indica que las temperaturas subsuperficiales inferiores a la media se debilitaron, pero las anomalías negativas continuaron en el Pacífico ecuatorial central, extendiéndose hasta los 250 m de profundidad. Una capa superficial de temperaturas subsuperficiales superiores a la media continuó en el extremo oriental del Pacífico ecuatorial.

Las anomalías de viento de nivel bajo se mantuvieron del este sobre el Pacífico occidental y central, mientras que las anomalías de viento de nivel superior fueron del oeste sobre el Pacífico central. Los índices tradicional y ecuatorial de la Oscilación del Sur fueron positivos. En conjunto, el sistema acoplado océano-atmósfera reflejó condiciones neutrales respecto del ENSO, añade.

NOAA decreta el fin de La Niña: esto pasará con el clima ahora.

Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala que La Niña se trató de un evento breve y relativamente débil, pero que contribuyó a moderar en algo las temperaturas globales. Estas últimas se encuentran de cualquier manera en valores récord debido al empuje del calentamiento global.

El informe de la Noaa sostiene que ENSO neutral (la fase intermedia entre La Niña y El Niño) se favorece durante el verano del hemisferio norte (invierno del hemisferio sur), con una probabilidad superior al 50% hasta agosto-octubre de 2025.

Debido a la menor precisión del pronóstico en primavera (otoño en Chile), la incertidumbre aumenta en horizontes temporales más largos, con una probabilidad del 43% de ENSO-neutral y del 38% de La Niña entre noviembre de 2025 y enero de 2026 (las probabilidades de El Niño son inferiores al 20%).

Paula Santibáñez, directora del Observatorio Climático de la U. San Sebastián, considera que la reciente declaración del fin del fenómeno de La Niña por parte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) marca un retorno a condiciones neutrales en el océano Pacífico ecuatorial. Este cambio tiene implicaciones directas para Chile, especialmente en términos de precipitaciones y temperaturas.

El rápido final de La Niña mejora las perspectivas de precipitaciones para la zona central de Chile. “La Niña usualmente afecta negativamente las lluvias en la zona central. El fin de La Niña, por lo tanto, disminuye el riesgo de que este sea un año extraordinariamente seco. Aunque el año inició con agudos déficit de precipitaciones, en prácticamente todo el país, coincidiendo con el debilitamiento de La Niña, estos déficits se han moderado”, señala Cordero.

Santibáñez coincide con Cordero, en relación a que la finalización de La Niña disminuye la probabilidad de un año extremadamente seco en la zona central de Chile. “Esto sugiere que las lluvias durante el otoño e invierno podrían acercarse a los valores normales, lo que sería beneficioso para mitigar la sequía que ha afectado a la región durante la última década. Es importante destacar que, aunque el fin de La Niña es una señal positiva para la normalización de las precipitaciones, otros factores climáticos también influyen en las condiciones meteorológicas del país”.

NOAA decreta el fin de La Niña: esto pasará con el clima ahora

Según Cordero no se visualiza un evento de El Niño en el horizonte. Durante todo nuestro invierno, se prevé que las condiciones en el Pacífico tropical sean neutrales. Es decir, se espera que durante los próximos meses la temperatura en el Pacífico tropical se mantenga cercana a valores típicos.

“Tampoco son altos las probabilidades de que se desarrolle El Niño en la segunda mitad del año. Por ahora, el escenario más probable es que predominen las condiciones neutrales. Como su nombre sugiere, estas condiciones no necesariamente favorecen las precipitaciones, pero tampoco las afectan negativamente”, añade Cordero.

Santibáñez establece que es importante destacar que las predicciones a largo plazo conllevan incertidumbres, especialmente durante la primavera, debido a la conocida “barrera de predictibilidad de primavera”. Por lo tanto, aunque actualmente no se anticipa la llegada de El Niño para este año, es esencial monitorear continuamente las actualizaciones de los pronósticos climáticos.

En caso de que El Niño se desarrolle, Chile podría experimentar impactos significativos en su clima. “Históricamente, El Niño ha estado asociado con un aumento en las precipitaciones en la zona central y sur del país, lo que puede llevar a inundaciones y deslizamientos de tierra. Además, las temperaturas tienden a ser más cálidas de lo normal, lo que puede afectar directamente a sectores como la agricultura y la gestión de recursos hídricos. Durante eventos previos de El Niño, se han registrado lluvias intensas que han causado daños en infraestructuras igualmente”, señala la académica de la USS.

El rápido final de La Niña mejora las perspectivas de precipitaciones para la zona central de Chile

En otras palabras, sostiene el climatólogo, “con la desaparición de La Niña, disminuyeron las probabilidades de que este sea un año hiperárido, pero tampoco son altas las probabilidades de que este sea un año muy lluvioso”.

Cordero que la etapa neutral, a la que entramos ahora, ocurre cuando la temperatura del Pacifico no está ni muy alta, ni muy baja respecto a valores típicos

“Dicho todo lo anterior, hay un factor adicional que quizás podría ayudarnos en términos de precipitaciones. El Pacifico tropical, en la zona inmediatamente frente a Ecuador y Perú, se encuentra con temperaturas muy altas. Es decir, se está desarrollando un evento de El Niño costero. El hecho de que esté El Niño costero aumenta las probabilidades de tener eventos de precipitación intensos”, explica el climatólogo.

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