Cuando Isabella cumplió nueve años, le pidió a sus padres como regalo abrir un canal de Youtube. Fue así como el 22 de abril del 2018 y aprovechando que la familia vive en Melipeuco, Región de la Araucanía, decidieron ir al Parque Nacional Conguillío y convertir ese canal en un medio de difusión de las maravillas naturales de nuestro país.
"Me interesó el tema de la naturaleza, de cuidar el medio ambiente y ahí empezó todo. Le pedí a mis papás hacer un canal de Youtube y ellos me dijeron que sí pero que debía tener contenido. Para mi cumpleaños fuimos al parque e hicimos el primer vídeo donde muestro el Parque Conguillío", cuenta Isabella.
Así nació "Mi nombre es Isabella", canal que a la fecha tiene 87 suscriptores y más de 2.900 visualizaciones de los nueve vídeos publicados y donde muestra contenido de los Parques Conguillío, La Campana y Salto del Laja, entre otros. "Al principio me costaba un poco hacer los vídeos, íbamos al parque y ahí creaba los contenidos, ahora con mi papá vamos investigando y luego practico los diálogos de los videos. Después de un tiempo ya me he ido acostumbrando y me sale mucho mejor que al principio", relata Isabella.
La menor ha sido reconocida entre los usuarios de Youtube y recibió un premio de Conaf por su trabajo de conservación y difusión. "Cuando me dieron el premio me emocioné harto y me dieron regalos que me gustaron mucho. Uno de los que más me gustó fue un cuaderno donde puedo escribir la fecha, lugar, actividad a realizar y todos los diálogos de los vídeos", destaca entusiasmada.
Carlos Sepúlveda, papá de Isabella, y quien está a cargo de grabar las salidas a terreno proyecta realizar nuevos capítulos. "Tenemos hartas cosas en mente. Nos hemos atrevido a soñar. Queremos recorrer ojalá todos los parques nacionales del país".
Su canal está siendo apoyado por la Corporación Chilena de la Madera (Corma). El gerente de Corma Araucanía, Marcelo Bonnefoy, dice que este tipo de iniciativas democratizan el acceso a la información, especialmente a los más jóvenes. "La tendencia es a informarse a través de las redes sociales, por lo tanto, si queremos tener éxito en nuestros programas de educación no podemos no usarlas. Acá hay un ejemplo de que los buenos hábitos se aprenden en casa y de ahí se transfieren al resto de la comunidad, por lo que es muy positivo que los niños y sus familias se involucren en la educación ambiental".