En medio de una terrible guerra que se comienza a desplegar en Europa, se acaba de publicar el segundo de los informes de evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC): Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad.
Al igual que el primer informe sobre las bases físicas del cambio climático, este segundo reporte nos entrega noticias alarmantes y aleccionadoras: “La evidencia científica acumulada es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Cualquier nuevo retraso en la acción global concertada nos hará perder una breve ventana -que se cierra rápidamente- para asegurar un futuro habitable”.
El calentamiento global actual de 1,1°C ya ha provocado una perturbación peligrosa y generalizada en la naturaleza, y ha afectado la vida de miles de millones de personas, a pesar de los esfuerzos de adaptación.
El informe concluye que el uso insostenible de los recursos naturales, la deforestación, la degradación de ecosistemas, y la destrucción y contaminación no solo representan amenazas para los ecosistemas y las personas que dependen de ellos, sino que también reducen las capacidades de la naturaleza, las comunidades y los individuos para adaptarse.
La acción en adaptación ha aumentado, pero el progreso es desigual y no lo estamos haciendo lo suficientemente rápido. Esto lo vemos claramente en Chile, por ejemplo, con la crisis hídrica que estamos viviendo.
El informe también nos indica que la naturaleza ofrece un importante potencial sin explotar, no solo para reducir los riesgos climáticos y tratar con las causas del cambio climático, sino también para mejorar la vida y los medios de subsistencia de las personas.
Como futura ministra de Medio Ambiente me comprometo a implementar acciones urgentes para adaptarse al cambio climático y, al mismo tiempo, trabajar para reducir de manera rápida y profunda las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Como el cambio climático es una política de Estado y es relevante construir desde lo que hemos logrado avanzar como país, nuestros compromisos se implementarán en el marco del Acuerdo de París, por lo que esperamos contar a la brevedad con la Ley Marco de Cambio Climático, que está en sus últimas etapas de tramitación en el Congreso.
Estas acciones se enmarcan dentro del concepto que vamos a escuchar cada vez con mayor frecuencia: el “Desarrollo Resiliente al Clima, que es el proceso de implementar reducciones ambiciosas en emisiones de GEI y la adopción de medidas de adaptación que, en conjunto, apoyen la sostenibilidad”. Esto se refiere a mejorar el bienestar de las personas, mediante la reducción de la pobreza, mejorando acceso a la salud, y brindando a más personas energía y agua. Entendemos este desarrollo como parte de la transición justa que es un eje central en el plan de gobierno del Presidente Gabriel Boric.
El Desarrollo Resiliente al Clima es especialmente importante porque, en países en desarrollo y en áreas que están particularmente expuestas al cambio climático, los impactos climáticos y sus riesgos pueden exacerbar la vulnerabilidad y las injusticias que pueden socavar los esfuerzos para lograr desarrollo sostenible, en particular para las comunidades marginadas. Por esto, es importante entender que el Desarrollo Resiliente al Clima involucra a todos y todas y será efectivo cuando los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil (tú y yo) trabajemos juntos para priorizar la reducción de riesgos, así como la equidad y justicia en la toma de decisiones y las inversiones.
Como indica el informe: hoy cada elección y cada decisión importa, porque cada una puede alejarnos o acercarnos hacia un mundo sostenible y resiliente al clima.
*Futura Ministra de Medio Ambiente