En Chile, el té es más que una simple bebida, es un compañero constante en las comidas y un pilar de la vida diaria. Su versatilidad y rico sabor lo han convertido en una presencia indispensable en los hogares chilenos. Según un informe de 2018 de la FAO sobre el té, Chile se ubica entre los 15 principales consumidores de té a nivel mundial, con un consumo promedio de 1,2 kilos per cápita al año.
Además de su popularidad, el té ha sido objeto de numerosos estudios que destacan sus beneficios para la salud. Así, el té no solo deleita el paladar, sino que también desempeña un papel crucial en la promoción del bienestar general de quienes lo consumen regularmente. A continuación, los nutricionistas revelan los 6 mejores tés ricos en antioxidantes que ayudan a mejorar tu salud y bienestar.
Nutricionistas revelan los 6 mejores tés ricos en antioxidantes que ayudan a mejorar tu salud y bienestar
Cada taza de té también está repleta de beneficios para la salud. Según un informe de Harvard, el té contiene sustancias que se han relacionado con un menor riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer y otros problemas de salud que afectan a las personas. Un estudio de la Academia China de Ciencias Médicas señaló que beber té al menos tres veces por semana se asocia con una vida más larga y saludable.
Beber tés ricos en antioxidantes es una práctica que ofrece numerosos beneficios para la salud. “Las dietas que contienen una variedad de alimentos ricos en antioxidantes, como frutas, verduras, frutos secos y semillas, están relacionadas con una mejor salud y un menor riesgo de enfermedades”, afirmó la dietista deportiva Marie Spano a EatingWell.
Los antioxidantes son compuestos que ayudan a neutralizar los radicales libres en el cuerpo, moléculas inestables que pueden causar daño celular y contribuir al desarrollo de diversas enfermedades crónicas. Al consumir tés ricos en estos compuestos, se puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, mejorar la salud cerebral y fortalecer el sistema inmunológico.
Los estudios han demostrado que los antioxidantes presentes en el té, como los polifenoles y flavonoides, tienen propiedades antiinflamatorias que ayudan a combatir la inflamación en el cuerpo, un factor clave en muchas enfermedades crónicas. Además, estos compuestos pueden mejorar la salud cardiovascular al reducir el colesterol LDL (malo) y mejorar la función endotelial, lo que favorece la circulación sanguínea.
Asimismo, el consumo regular de té se ha asociado con un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, gracias a su capacidad para inhibir el crecimiento de células cancerígenas y proteger el ADN de daños. Los antioxidantes del té también juegan un papel importante en la salud cerebral, ya que se ha observado que mejoran la función cognitiva y reducen el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Además, el té es una bebida versátil y sin calorías, lo que la convierte en una opción ideal para aquellos que buscan mantener un peso saludable. La combinación de beneficios para la salud y el placer de disfrutar una bebida reconfortante hace que los tés ricos en antioxidantes sean una excelente adición a la dieta diaria. En definitiva, el hábito de beber té no solo puede mejorar el bienestar general, sino también prolongar la vida y proteger contra múltiples enfermedades.
1. Té negro
El té negro es una de las variedades de té más consumidas en todo el mundo y es conocido por su alto contenido de antioxidantes, principalmente en forma de polifenoles. El té negro, junto con el té verde, el blanco y el oolong, provienen de la misma planta, Camellia sinensis, pero a diferencia de ellos, el té negro se somete a un proceso completo de oxidación, lo que transforma las catequinas (un tipo de antioxidante) en teaflavinas y tearubiginas. Estos compuestos son potentes antioxidantes que le dan al té negro su color oscuro y su sabor característico.
“El té negro contiene una serie de polifenoles, entre ellos flavonoides, catequinas y teaflavinas. Como las hojas del té negro se oxidan por completo, son especialmente ricas en teaflavinas y tearubiginas, un tipo de flavonoide”, afirmó Spano. Estos polifenoles son responsables de neutralizar los radicales libres en el cuerpo, ayudando a proteger las células del daño oxidativo.
Entre sus beneficios, el té negro puede mejorar la salud del corazón al reducir los niveles de colesterol LDL (malo) y mejorar la función de los vasos sanguíneos. “Los estudios observacionales sugieren que beber de 2 a 3 tazas de té al día está asociado con un menor riesgo de muerte por todas las causas, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2″, dijo Spano.
2. Té verde
El té verde es el segundo té más popular a nivel mundial y ha sido objeto de numerosos estudios debido a sus potenciales beneficios para la salud, desde una mejor función cerebral hasta una reducción del azúcar en sangre y de la inflamación intestinal.
El té verde es rico en catequinas, un tipo de antioxidante que se encuentra en abundancia en el té verde, especialmente en forma de epigalocatequina galato (EGCG). Estas sustancias han demostrado tener varios efectos beneficiosos para la salud, incluida su capacidad para influir en el metabolismo y la oxidación de las grasas.
Barbara Ruhs, dietista registrada y propietaria de MarketRD.com, una empresa de marketing de alimentos, dijo a EatingWell que “la epigalocatequina-3-galato es el polifenol más abundante en el té verde que reduce la inflamación y se asocia con la reducción del riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares y trastornos neurodegenerativos”.
Estudios han demostrado que las catequinas pueden aumentar la termogénesis, es decir, la producción de calor en el cuerpo, lo que a su vez puede aumentar el gasto energético y la quema de calorías, reduciendo potencialmente la grasa corporal, particularmente en el área abdominal.
3. Té de hibisco
El té de hibisco, elaborado a partir de la infusión de los cálices de la flor de hibisco, es conocido por su vibrante color rojo y su sabor ligeramente ácido que puede actuar como una bebida saciante y sin calorías y una excelente fuente de antioxidantes.
Es conocido por mejorar la salud cardiovascular, tener propiedades antiinflamatorias, y ayudar en la pérdida de peso. El té de hibisco es rico en compuestos antioxidantes, como los polifenoles y las antocianinas. Las antocianinas son pigmentos responsables de su color rojo intenso y son potentes antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres en el cuerpo. Estos compuestos protegen las células del daño oxidativo, que está asociado con el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades crónicas.
Spanos destacó sus beneficios para la salud del corazón y la pérdida de peso “El té de hibisco está repleto de flavonoides, incluidas las antocianinas y la quercetina. El té de hibisco parece reducir el colesterol LDL y los triglicéridos”.
Estudios han demostrado que su consumo regular puede ayudar a reducir la presión arterial en personas con hipertensión, gracias a sus propiedades vasodilatadoras y antiinflamatorias. Además, el té de hibisco puede contribuir a disminuir los niveles de colesterol LDL (malo), lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
4. Té oolong
El té oolong es una variedad de té semifermentado que se sitúa entre el té verde y el té negro en cuanto a su proceso de oxidación. Este proceso único le otorga un perfil de sabor distintivo y una riqueza en antioxidantes que lo convierte en una opción saludable para quienes buscan disfrutar de una bebida beneficiosa para la salud.
El té oolong es especialmente rico en polifenoles, un tipo de antioxidante que incluye catequinas, teaflavinas y tearubiginas. Estos compuestos se forman durante el proceso de oxidación parcial del té, lo que le confiere al oolong su característico sabor floral y afrutado. Los polifenoles presentes en el té oolong son conocidos por su capacidad para neutralizar los radicales libres, ayudando a proteger las células del cuerpo contra el daño oxidativo y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
“Los antioxidantes del té oolong también han demostrado ser prometedores como ayuda para perder peso y controlar el azúcar en sangre”, dijo Rush y agregó que, al igual que el té negro y el verde, “el té oolong también contiene L-teanina, un aminoácido que puede ayudar a la relajación, mejorar el sueño, reducir la ansiedad y el estrés y aumentar el rendimiento cognitivo”.
Beber té oolong regularmente ofrece una serie de beneficios para la salud. Uno de los más destacados es su capacidad para mejorar la salud cardiovascular. Los antioxidantes presentes en el té oolong ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (malo) y promueven una mejor circulación sanguínea, lo que puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas. Además, algunos estudios han demostrado que el consumo de té oolong puede ayudar a mantener la presión arterial en niveles saludables.
5. Té blanco
El té blanco es una de las variedades de té menos procesadas, elaborado a partir de las hojas y brotes jóvenes de la planta Camellia sinensis. Esta mínima oxidación y procesamiento preservan su contenido natural de antioxidantes. Spano explicó que el té blanco está mínimamente oxidado y debido a su procesamiento mínimo, retiene más de estas catequinas que otras variedades de té.
Los antioxidantes en el té blanco ayudan a neutralizar los radicales libres, moléculas inestables que pueden causar daño celular y contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardíacas. Además, el té blanco contiene flavonoides, que son antioxidantes conocidos por sus efectos antiinflamatorios y su capacidad para mejorar la salud vascular.
El té blanco también es conocido por sus propiedades anticancerígenas. Los compuestos antioxidantes en el té blanco pueden inhibir el crecimiento de células cancerígenas y proteger el ADN del daño, reduciendo potencialmente el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Aunque se necesita más investigación, algunos estudios preliminares han mostrado resultados prometedores en la capacidad del té blanco para combatir el cáncer de pulmón y colon.
6. Té rooibos
El té de rooibos, una infusión proveniente de las hojas de la planta del arbusto rojo sudafricano Aspalathus linearis, contiene polifenoles, principalmente aspalatina y quercetina. Las investigaciones han vinculado la aspalatina con la posibilidad de reducir el azúcar en sangre, y la quercetina con propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas y antidiabéticas.
Estos compuestos antioxidantes tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo. Al reducir la inflamación y mejorar la salud metabólica, el té de rooibos podría facilitar la pérdida de peso y la prevención del aumento de peso. Además, el té de rooibos es naturalmente libre de cafeína, lo que lo convierte en una opción atractiva para aquellos que desean reducir su consumo de estimulantes.