Desde que la variante del SARS-CoV-2, B.1.1.529, bautizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Ómicron, se notificara por primera vez desde Sudáfrica el 24 de noviembre, la alerta se activó para que las naciones de todo el mundo identificarán nuevos casos.
En menos de una semana, y ante los temores sobre la nueva, muchos gobiernos han cerrado las fronteras y elevaron las restricciones.
Sin embargo, la nueva mutación, que es potencialmente más transmisible, ya se ha detectado en varios países desde que se descubrió en Sudáfrica.
Hasta el momento, con 77 casos, Sudáfrica es la nación con más contagios. En Europa, Reino Unido ha informado 22. Le sigue Botswana, con 19 casos. Países Bajos cuenta con 16; Portugal con 13 casos. En Australia ya hay siete pacientes confirmados. Alemania registra nueve casos, al igual que Italia. Canadá, seis contagios. Dinamarca ha informado de cuatro casos, lo mismo que Hong Kong e Israel. Nigeria, con tres. Dos casos se registran en Noruega, Japón y España. Austria ha notificado un caso, lo mismo en Bélgica, República Checa, Arabia Saudita y Francia (en la Isla de la Reunión).
Pacientes infectados con Ómicron que también incluye a América Latina. Los primeros se informaron el martes 30 de noviembre en Brasil.
Según informaron autoridades sanitarias en ese país, se trata de un viajero que llegó a Sao Paulo desde Sudáfrica y su esposa, que no había viajado, los cuales dieron positivo a la nueva variante. El viajero llegó a Sao Paulo antes de que la OMS anunciara públicamente la variante Ómicron y antes de que Brasil resolviera el viernes suspender los vuelos desde Sudáfrica y otros cinco países del sur de África.
¿Cuándo llegaría a Chile?
Las preocupaciones sobre la propagación mundial de Ómicron en Chile inevitablemente aumentan por la cercanía de estos dos últimos pacientes en Brasil.
Pero, existe otro antecedente. Hoy Japón anunció su segundo caso de infección con la variante Ómicron, un hombre de unos 20 años que llegó al aeropuerto de Narita desde Perú a fines del mes pasado. El secretario jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, confirmó el caso, pero no reveló la nacionalidad del paciente.
El hombre dio positivo en una prueba en el aeropuerto después de aterrizar el 27 de noviembre. No mostró síntomas al momento de entrada, pero luego desarrolló fiebre y dolor de garganta. Su infección con Ómicron se confirmó en la secuenciación del genoma en el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Tokio.
¿Y en Chile? Lorena Tapia pediatra infectóloga e investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina Universidad de Chile, admite que es difícil predecir exactamente cuándo se pueden detectar los primeros casos de Ómicron, porque depende de cómo vaya circulado en el resto del mundo. “Pero si en Perú y Brasil se han detectado cosas, y se descubre luego que existe transmisión comunitaria, es posible que se acerque el día en que lo detectemos en Chile”, aclara.
A nivel nacional se cuenta con un sistema de vigilancia genómica que detecta las variantes provenientes del extranjero, en aeropuertos, puertos y entradas terrestres. Todas ellas, dice Tapia, se secuencian para obtener el tipo de variante. También existe vigilancia dentro del país. A través de esa vigilancia es por dónde podría aparecer los primeros casos de Ómicron.
“Predecir cuándo llegara es difícil, pero llegará al igual que Delta”, dice Tapia. Saber cómo se comportará posteriormente, es algo a evaluar. “Chile tiene altas tasas de vacunación, y pese a que domina Delta no hemos tenido una ola tremenda como otros países”, aclara.
La preocupación y alerta actual por Ómicron es comprensible, dice la experta de la U. de Chile. Del mismo modo en que al inicio de Delta había mucha preocupación “porque se describió su alta transmisión y que pudiera escapar de la inmunidad con vacunas, si bien disminuye un poco la eficacia no llega nunca a cero, llega sobre el 70%, esa era una de las alarmas”.
Con Ómicron son muchas las dudas. Hay que ver qué pasa, dice Tapia, con la transmisión en países con alta o baja vacunación. También observar qué ocurre en cada caso, si son pacientes con vacunación completa, con refuerzo, o sin vacunas, “porque es distinto que sean leves a casos graves, entre esta semana y la próxima van a salir informes de quiénes son los que se están enfermando”.
Las recomendaciones, previo a su llegada, es mantener un nivel alto de vacunación. “Hay que mantener el llamado a vacunarse y completar esquemas de vacunación. Tenemos que tratar que todos lleguemos a esquemas completos para disminuir al máximo la posibilidad de que circule mucho la nueva variante. Y mantener el uso de mascarillas, cuidar los aforos, el lavado de manos”, señala Tapia.